Europa está en crisis a pesar del deseo de progresar que tienen sus pueblos. Francia quiere avanzar por el camino trazado por Jacques Chirac. A nuestro alrededor, en todas partes, los Estados se organizan para sacar el mejor partido posible de la mundialización y para afianzar sus posiciones estratégicas. No podemos permanecer al margen de ese gran movimiento de reorganización del planeta. Es un requisito para nuestra seguridad, para el control de nuestro futuro económico y para la defensa de nuestros valores.
O buscamos los medios de construir esa nueva Europa política, o nos resignamos a hacer de nuestro continente una gran zona de libre intercambio regida por las reglas de la competencia. Para construir una Europa política, debemos convertirnos en portadores de proyectos concretos:
 Hay que crear una administración económica europea. Por consiguiente, propongo abrir un diálogo entre el Eurogrupo y el Banco Central Europeo para definir, sobre la base del respeto a la independencia del BCE, una verdadera administración económica para los países de la zona euro. Asimismo, debemos pensar detenidamente en dos grandes problemas del futuro, tales como el aumento de los precios del petróleo y nuestras reservas estratégicas.
 Es preciso mantener una agricultura independiente en materia de suministro agrícola. Nuestra agricultura, la segunda del mundo, nos ha dado un poder económico considerable. Sólo la Política Agrícola Común (PAC) nos permitirá aceptar los desafíos futuros en ese campo.
 Conservando la PAC, es necesario también desarrollar una política de investigación. Propongo que se cree en Francia uno o dos institutos europeos de estudios y de tecnologías. Esos institutos agruparán en los mismos sitios a los mejores investigadores internacionales, así como laboratorios de investigación y empresas innovadoras. Estarán abiertos a todos los Estados europeos que así lo deseen.
 Hay que intensificar la Seguridad europea mediante la cooperación con los cuerpos de policía y las entidades judiciales. El G5 (Alemania, Gran Bretaña, España, Italia y Francia) es su punta de lanza. En cuanto a la defensa, los logros alcanzados durante estos últimos años deben servir de base para establecer lazos de cooperación más estrechos aún.
 Hay que desarrollar la democracia europea. Necesitamos contar con el apoyo de los pueblos europeos. Desde hace varios años, nuestra identidad se construye basada en el respeto de valores comunes. Propongo, por tanto, que conjuntamente con nuestros socios europeos reflexionemos sobre la creación de un verdadero servicio civil europeo, que daría a cada joven europeo la oportunidad de participar del trabajo humanitario o de seguridad civil en otro país que no sea el suyo.
El presidente de la República Francesa ha abierto el camino al Consejo Europeo de Bruselas al aceptar un compromiso sobre el presupuesto, al igual que aceptó un compromiso sobre la PAC en 2002. Europa no debe resignarse, sino tomar iniciativas firmes. Europa se ha convertido hoy en el laboratorio de las nuevas ideas políticas, económicas y sociales del mundo. Dejemos que se pronuncie. Con ella recomienza la historia.

Fuente
Le Monde (Francia)

«Une nouvelle Europa polítique», por Dominique de Villepin, Le Monde, 29 de junio de 2005