Los terroristas golpean en Irak, Corea del Norte hace chantaje nuclear, Siria e Irán unidos, la multitud llenando las calles de Beirut, los tiros contra una periodista italiana provocan la cólera de los europeos, etc. Como consecuencia de esos hechos, muchos afirman en Europa que el mundo está al borde del abismo y que la causa de ello es la existencia de una sola superpotencia. Haciéndose eco de Jacques Chirac, militan por un "mundo multipolar". Eso es un absurdo; el mundo unipolar es mucho más seguro.
Durante 100 años, Gran Bretaña fue la única superpotencia, entre la caída de Napoleón y el inicio de la Primera Guerra Mundial. El mundo disfrutó entonces de un siglo de paz sin precedentes, con excepción de algunas crisis. Hoy día, con tantas personas que se preocupan porque Estados Unidos domina el mundo, hay que buscar las enseñanzas de la experiencia británica:
Estén dispuestos a tener enemigos. No esperen agradecimiento de las demás potencias, aunque estas últimas se beneficien con las acciones de ustedes.
Prepárense a trabajar a largo plazo. Gran Bretaña necesitó mucho tiempo para poner fin a la trata de esclavos, equivalente en aquella época a la lucha contra el terrorismo, pero la persistencia triunfó.
Su mejor embajador es el ejército. Durante más de un siglo, la Royal Navy fue el instrumento y el símbolo que garantizaba la Pax Británica. Ese mismo papel desempeña el ejército norteamericano en la actualidad.
Cuídense las espaldas. Los competidores querrán tomar su lugar, pero no los dejen. El fin de la superpotencia británica se produjo cuando los políticos quisieron ahorrar dinero limitando el tamaño de su Marina.
Lo único peor que un mundo con una superpotencia es un mundo sin superpotencia.

Fuente
Los Angeles Times (Estados Unidos)

«In an Era of Only One Superpower, We’re All Safer», por Arthur Herman, Los Angeles Times, 13 de marzo de 2005.