El nueve de agosto, un día antes de celebrarse el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, fue asesinado el Indígena Wayúu Félix Saúl Cambar Pushaina en la ranchería de su familia, a 5 minutos de Maicao. En su memoria, y en la de miles de indígenas, se brindó con chicha el 10 de agosto en la Cinemateca Distrital en el marco de la conmemoración de esta fecha. Al evento asistieron delegaciones de varios países y representantes de las diferentes etnias de Colombia en una colorida y multitudinaria fiesta.

Actualidad Colombiana habló con diferentes líderes indígenas, senadores y gremios sobre dos temas puntuales: el balance de la participación de los indígenas en el Congreso de la República y la situación de los pueblos indígenas colombianos.

Las conclusiones saltan a la vista, el número de representantes indígenas en la Cámara y en el Senado resulta insuficiente para sacar adelante iniciativas que redunden en beneficio de los indígenas colombianos. A esto se le deben sumar la discriminación e indiferencia del estado para con estos temas y la falta de voluntad política de los demás congresistas, aunque también es necesario resaltar que en varios casos no ha existido sinergia entre los congresistas indígenas, las comunidades y las organizaciones.

Francisco Rojas Birry lleva dos periodos consecutivos en el Senado elegido por votación popular. Sobre la situación en el Congreso, él señala:

“Yo he sido muy crítico en lo referente a la participación política de los indígenas en el Congreso, la gestión no ha sido exitosa y hasta el momento ha sido imposible sacar adelante leyes que beneficien a las comunidades indígenas. Tenemos limitaciones, por ejemplo en la Cámara de Representantes de 161 miembros solo tenemos un Representante indígena. En el Senado de 102 parlamentarios hemos llegado a tener un máximo de cuatro indígenas. Hemos participado en la redacción y presentación de varios proyectos de ley como el que pretendía reglamentar las entidades territoriales indígenas en el marco de la ley orgánica de ordenamiento territorial después de 14 años de su formulación en la constituyente. Esta iniciativa se hundió por décima tercera vez en el Congreso por falta de voluntad política, recientemente este proyecto se hundió en la Cámara en último debate.”

Rojas Birry señala, “Sin embargo, resaltamos tres elementos de la participación de nuestras comunidades en el Congreso: en primer lugar la defensa permanente y prioritaria de los derechos humanos por parte de la bancada indígena. En segundo la defensa diaria de los derechos adquiridos en la constitución de 1991, es nuestra tarea no permitir que deroguen, tumben o excluyan normatividades que están en la carta y favorecen a los indígenas, como los derechos humanos, ambientales, sociales, individuales y colectivos. Finalmente hemos presentado varios proyectos de acuerdo que desafortunadamente se hundieron (Vea en nuestra sección de noticias y documentos la información acerca de la gestión de los congresistas indígenas en esta legislatura).

José Domingo Caldono, miembro del Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, manifiesta que si bien la participación de los indígenas en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 fue muy importante, pues se abrieron espacios y se categorizaron derechos de los indígenas, desde 1.992 en adelante se presenta un adormecimiento en la participación indígena.

“Pensamos que el pacto político que se había dado en el 91 garantizaría el reconocimiento de nuestros derechos. Del 92 en adelante encontramos un apaciguamiento, si bien en la Constituyente la participación fue muy buena de ahí en adelante no lo fue tanto, no tanto porque los congresistas indígenas no lo quisieran sino porque las circunstancias al interior del Congreso no son favorables” dice Caldono.

De la misma manera, el dirigente del Cric reconoce que se presentaron falencias en los manejos de liderazgos de los representantes indígenas: “Sabemos que no existían ni las condiciones ni los mecanismos de control y conciencia política de los líderes indígenas escogidos para representar a los pueblos indígenas, esto permitió que algunos líderes fueran por su propio camino sin ningún control. De ahí que lo que debió ser una lucha por principio a favor de las comunidades indígenas se convirtió en una lucha netamente partidista” agrega Caldono.

El director de la Organización indígena Colombiana, Onic, José Évelis Andrade Casama dice que los resultados de las gestiones indígenas en el Congreso han dependido de la dirigencia del momento y cuestiona la carencia de escenarios permanentes de discusión entre las comunidades organizaciones y líderes indígenas.

“En términos generales podemos decir que los congresistas han tratado de recoger las inquietudes de los indios en los diferentes proyectos de ley que han presentado. Si bien en los últimos años no se cuenta con un espacio formal de discusión y de generación de propuestas se tiene un mayor acercamiento en temas puntuales como la ley orgánica de ordenamiento territorial y la ley forestal donde a raíz de su discusión algunos oyeron parte del pensamiento indígena”, afirma Andrade Casama.

“El escenario del Congreso es muy diferente al del interior de las organizaciones indígenas. Lo cierto es que los indígenas en el congreso son una minoría y no se escucha su incidencia, pienso que se debe crear un espacio de mayor articulación para que las propuestas sean mucho más trabajadas por las comunidades y sean más fuertes y con mayor trascendencia”, señala.

Mayor participación… pero la situación no mejora

Las declaraciones sobre la situación de los indígenas indican que las circunstancias, a pesar de tener mayor representación en diferentes escenarios y reconocimiento internacional, no mejoran.

La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas a raíz de la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas señala su preocupación sobre los pueblos indígenas colombianos:

“En cumplimiento de su función de observación sistemática de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario en todo el país, la Oficina ha constatado la injusta situación que afrontan las poblaciones indígenas colombianas por efecto de reiteradas violaciones de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y de inobservancias continuas de las leyes y costumbres de guerra aplicables al conflicto armado interno. Como responsables de tales violaciones e infracciones figuran tanto integrantes de los grupos armados ilegales como servidores del Estado”.

En el diagnóstico realizado por esta entidad sobre las comunidades indígenas el informe de las Naciones Unidas escrito por la doctora Luise Arbour y facilitado por la oficina de comunicaciones de la Onic se reseñan los siguientes aspectos:

Que el conflicto armado interno continúa amenazando la diversidad étnica y cultural del país preocupando el número de asesinatos cometidos por guerrilleros y paramilitares en contra de la población indígena y agregando las detenciones ilegales o arbitrarias cometidas por miembros de la fuerza pública y sus nexos con los paramilitares. Que las fumigaciones indiscriminadas afectan a pobladores de la Sierra Nevada de Santa Marta, Norte de Santander, Guaviare y Caquetá. Finalmente anota Arbour que los indígenas siguen siendo objeto de abuso sexual por parte de los armados y preocupa a la Oficina la persistencia de acciones y omisiones con las cuales se desconocen a esas comunidades sus derechos en materia de autonomía y territorialidad, dice Naciones Unidas.

El año 2.005 no presenta un mejor panorama para las comunidades indígenas según el informe presentado por el presidente de la Onic en el acto de celebración del Día Mundial de las Comunidades Indígenas:

“En solo lo que va corrido del 2005, 9.250 compañeros han sido amenazados; 16 desaparecidos; 124 detenidos arbitrariamente; 111 heridos; 66 asesinados; 14 secuestrados; 18.602 miembros de nuestras comunidades (Nasa, Inga, Awa, Embera, Katio, Chami, Eperara Siapidara, Pasto, Betoye, Cofan) se han visto obligados a desplazarse y hemos sido señalados 10.025 veces. Los cultivos para la alimentación de por lo menos 10 pueblos han sido fumigados con glifosato, causando la muerte de dos niños Eperara Siapidara.

Hemos sido víctimas de todos los actores del conflicto: en primer lugar los paramilitares (37.9%), la Fuerza Pública (24.0%) y la guerrilla (15.2%) Otros grupos criminales sin identificar acumulan el 22.7% de las violaciones”.

Dicho documento fue respaldado con imágenes de cómo han afectado y afectan las fumigaciones a los territorios indígenas, la resistencia del pueblo Nasa y lo arrasador que ha sido el Megaproyecto Urrá I para los Emberas.

En este gobierno se incrementan las violaciones

El representante del Cric, José domingo Caldono, dijo que el gobierno de Álvaro Uribe Vélez se han incrementado algunos de los problemas: “primero se presenta un retroceso en la aplicación de los derechos humanos, sociales y políticos de los pueblos indígenas, segundo se nota un incremento de políticas y presiones para vincular a los pueblos indígenas al conflicto armado y finalmente se denotan tendencias y planes para desarticular las organización social de los indígenas”.

El senador Rojas Birry afirma que el estado sostiene una política de exclusión y no permite el desarrollo de las normas de la constitución del 91 que favorecen a los pueblos indígenas, y agrega:

“Nos están llevando al llamado Estado Comunitario que es totalmente contrario a la estructura, organización e idiosincrasia de nuestros pueblos, como lo es la política de Seguridad Democrática. Quieren convertir a los indígenas en sapos, a que sean parte de las redes de informantes. Pretenden hacer de los indígenas soldados campesinos, convertir a la Guardia Civil Indígena en fuerza pública dotándolos de radios y dotaciones.”

La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas hace un exhortación al gobierno colombiano para que implemente las recomendaciones en materia de derechos humanos recomendadas por la institución:

“Se observan insuficiencias en el diseño, el contenido y la implementación de políticas públicas que incluyan y protejan debidamente a estas poblaciones vulnerables. La Oficina recuerda el derecho de los pueblos indígenas a ser consultados sobre la ejecución de políticas y proyectos que tengan efectos sobre sus territorios, su cultura o su cosmovisión. Frente a esta realidad, la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos exhorta al Estado colombiano a implementar las recomendaciones formuladas por los órganos y mecanismos internacionales de derechos humanos en materia de derechos de los pueblos indígenas, entre ellas las provenientes del Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas”.

Al presidente de la Onic afirmó que se presenta un etnocidio gota a gota contra los pueblos indígenas de Colombia, “Son muchos los pueblos indígenas desparecidos y diezmados en el último siglo, eso implica que hay un problema por omisión y acción del estado constituyendo para nosotros un etnocidio a cuenta gotas. No solamente por los asesinatos y desplazamientos sino porque también estamos desapareciendo culturalmente. Sin poder afirmar que esto se haga concientemente, entendemos que las acciones tienden a la desaparición de los indios. Tanto desde el estado como de los grupos armados”, puntualizó Andrade Casama.

Seguimos en resistencia

Sobre el significado del día Internacional de los Pueblos indígenas, José Évelis Andrade Casama, dijo que se trata de decirle al país que los pueblos indígenas siguen en resistencia y construyendo propuestas de paz y convivencia al interior de las comunidades indígenas como un aporte para la paz y la democracia en Colombia.

“Significa recordar la historia con el fin de hacer memoria y llamar la atención para no repetir las acciones en contra de los pueblos indígenas, pero también de generar propuestas que lleven a un mejoramiento en las relaciones del estado y la sociedad civil con nuestras comunidades para hacer efectivo esto de la interculturalidad y la diversidad”, finalizó el dirigente de la Onic.

El Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, dijo en comunicado abierto que recuerda los tremendos problemas a las que tantas poblaciones indígenas hacen frente, desde los inaceptables niveles de pobreza y enfermedad hasta el desposeimiento, la discriminación y la negación de los derechos humanos básicos.