Gerhard Schröder ganó las anteriores elecciones basando su campaña en la política internacional. Se presentó como el canciller de la paz, desafiando a los Estados Unidos, lo que le dio el porcentaje que le faltaba para triunfar en la elecciones. Esta vez va a reutilizar ese método pero ahora no es necesario que funcione su retórica antinorteamericana.
Hay un gran paralelismo entre el caso iraquí y la crisis iraní y Schröder podría utilizarlo. La administración Bush afirmó que las armas nucleares iraníes podrían entregarse a grupos terroristas; Washington basa sus afirmaciones en los informes de los servicios de inteligencia y la Casa Blanca no excluye un ataque militar contra Irán. Pero, no existen otras similitudes. El programa nuclear iraní es un hecho establecido, no una simple afirmación de los servicios de inteligencia: las mentiras de Irán al Organismo Internacional de la Energía Atómica->http://www.iaea.or.at/] (OIEA) son un hecho y Alemania, conjuntamente con Francia y el Reino Unido, han tomado partido al lado de los Estados Unidos para impedir que Irán desarrolle sus ambiciones nucleares. El fracaso de las negociaciones es también el de Alemania y, por consiguiente, Berlín no puede dejar que Washington solucione solo el problema. Preconizar la paz ante Corea del Norte no sería tampoco una buena estrategia. Sin embargo, esos asuntos se abordarán después de las elecciones.
Existe un riesgo importante de atentado en Alemania justo antes de las elecciones, lo que podría influirlas. Ello haría que los alemanes se unieran en torno al poder, pero es más probable que, para los alemanes, ello echara por tierra las afirmaciones de Schröder sobre la seguridad que él hubiera dado a Alemania. Estaría fuera de lugar que Schröder utilizara el asunto de la política exterior ya que su balance en esa esfera no es bueno. Manejó mal la solicitud de un escaño permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, las iniciativas alemanas por la paz en el Medio Oriente son insignificantes y el eje «Alemania-Francia-Rusia» no ha hecho sino volver tirantes nuestras frágiles relaciones con los países de Europa Oriental. Además, la suspensión del embargo sobre las ventas de armas a China echó leña al fuego en las relaciones trasatlánticas y el debate sobre la adhesión turca es la debacle en Europa.
Esta vez la palabra «paz» no salvará a Schröder.

Fuente
Washington Times (Estados Unidos)
Propiedad del reverendo Sun Myung Moon (Iglesia de la Unificación).

«The ’peace chancellor’», por Andreas Jacobs y Karl-Heinz Kamp, Washington Times, 29 de agosto de 2005.