El pasado 6 de Agosto 2005 se recordó 60 años del acto terrorista mas grande de la historia, con la muerte de aproximadamente 300 mil personas, que eran madres, hermanos, abuelos, niños, discapasitadas, mujeres, la destrucción de la naturaleza, animales y desaparición literal de Hiroshima y Nagasaki.

Todo un verdarero infierno de dolores, gritos, fuegos, cenizas y muerte que cayó desde el cielo japonés desde dos aviones estadounidenses en 1945.

Todavía hoy hay niños que nacen con deformaciones físicas y mentales debido a que sus madres sobrevivientes se expusieron a las radiaciones y la onda de expansión en forma de fuego. Fue como si la tierra en unos minutos en Hiroshima, a las 8:15 de la mañana, se hubiese convertido en un infierno y 3 días despues en Nagasaki.

Los exhorto a reflexionar y preguntarnos: ¿Qué si esos que murieron quemados en Japón huibiesen sido mis hijos, madre, padre, hermano o abuelo? ¿Caerá en el futuro otra bomba atómica en algun otro lugar del mundo o aquí mismo en Estados Unidos?.

Si fuera en otro lugar ¿Vale la vida de los otros menos que la mía? ¿Es justo que los humanos nos destruyamos unos a otros? ¿Somos los dueños absolutos de nuestras vidas? ¿Somos los dueños absolutos del mundo? ¿Basta rezar para lograr la paz? sobre esta última pregunta recordemos que habían pilotos en Vietnam
que rezaban antes de tirar bombas que mataban niños y ancianos.

¿Quién nos otorgó el derecho de destruir la Creación de Dios? ¿De qué sirven los tratados internacionales de prohición de armas nucleares si Estados Unidos, China, Francia, Israel, Pakistán, Corea del Norte y otros gobiernos no se comprometen? Tal vez la pregunta mas importante sea, ¿Qué puedo hacer para yo para ser agente de paz y oponerme a las guerras?

Muchas son las actividades que se pueden realizar para educarnos para la paz y cada cual puede comprometerse. Esta es la palabra clave: COMPROMETERSE. Comprometerse antes que sea tarde y nos hagamos cómplices de las millones de muertes que pueden ocurrir actualmente debido a la capacidad tecnológica enorme hoy de las armas nucleares y militares.

Un compromiso unidos, porque solos es muy poco lo que podemos hacer. Esto es si queremos verdaderamente un mundo de paz para nuestros hijos o nietos y no un infierno en la tierra como pasó en Hiroshima y Nagasaki.