Emma Vargas ha asumido el titularato de la Comisión de Etica en reemplazo de Fabiola Morales. No sólo se trata de quien toma la posta sino también de los yerros y aparentes inmoralidades que se heredan de un régimen a otro. Semanas atrás informé sobre las inconductas que se venían cometiendo en un pre-informe que “desestimaba” mi denuncia contra un legislador. Nada ha cambiado y se insiste en la desdorosa práctica de cohonestar actos reñidos con la ética. Veamos.

El 8 de marzo presenté una denuncia contra Alcides Glorioso Chamorro Balvín ante la Comisión de Etica que presidía Fabiola Morales, por mantener en su despacho a un empleado fantasma. Anteriormente, el 18 de noviembre del 2004 había enviado al entonces titular del Congreso, Antero Flores Aráoz, documentos en forma de carta, sustentatorios de lo que Radio Programas del Perú había hallado en las inconductas de Chamorro al contratar con dinero del Estado a un ánima. Flores Aráoz remitió con fecha 24-11-2004 a Fabiola Morales, mi comunicación y acompañó un vídeo que puse a su disposición como prueba de las marrullerías del legiferante mencionado.

Pero, se da el caso escandaloso, que a pesar de la solicitud de presentarme ante la Comisión de Etica, no se me responde y por el contrario, la secretaría técnica de ese grupo de trabajo, con un afán torvo y confusionista, “desestima” con un pre-informe la denuncia declarándola “infundada”.

Presenté una receta médica expedida el lunes 8-11-2004 que prueba que el quiropráctico y empleado fantasma de la oficina de Alcides Glorioso Chamorro Balvín, Gary Garibaldi, trabajaba en otro lado en el horario de labores en el Congreso. Asimismo el vídeo en el consultorio particular del galeno también en coincidente horario de trabajo.

En la Comisión de Etica no se ha citado al denunciante, el suscrito, para afirmar el tema, a pesar de carta reiterativa de fecha 6-6-2005. No se ha solicitado a la dirección de Recursos Humanos del Congreso, informe pormenorizado para conocer la fecha de ingreso y cese del “trabajador” fantasma Gary Garibaldi. Y, ¡por cierto!, mucho menos, se ha inquirido a éste por su declaración para esclarecer los urticantes y puntuales cuestionamientos de que es acusado Alcides Glorioso Chamorro Balvín.

El pre-informe, elaboración maniquea y absurda de una patota de débiles mentales que Fabiola Morales debió expulsar de inmediato, pretende “demostrar” que la fecha del vídeo es 11-12-2004 (porque así se denota en inglés en formato VHS lo que es 12-11-2004) y porque además, el propio Antero Flores Aráoz comunicaba sobre mi denuncia a Fabiola Morales el 18 de ese mes de noviembre. ¿Para eso pagan a burócratas miopes e inmorales en una Comisión de Etica?

Además, la fecha que se consigna en la receta expedida por el empleado fantasma Gary Garibaldi es lunes 8-11-2004, y también se pretende echar por tierra este argumento poderoso bajo pretextos deleznables propios de bandas o pandillas que NO deberían estar, bajo ningún punto de vista, sorprendiendo la buena fe de la congresista Fabiola Morales. Y ahora de la parlamentaria Emma Vargas.

Hay que deducir que malos elementos han hecho patinar a la Comisión de Etica de Fabiola Morales. Pero hay que preguntarse en voz alta también: ¿está dispuesta la legiferante a actuar de modo radical y acabar con los protectores de Alcides Glorioso Chamorro Balvín? ¿O está ella, y eso sería muy grave para su prestigio y futuro o pasado político, coludida en un plan de salvataje del referido legislador? Las mismas urticantes preguntas van dirigidas a Emma Vargas.

El 24 de mayo Chamorro me insultó a través de un medio de comunicación. Nunca he tenido la desafortunada suerte de conocerle de modo personal. Sí le veo en los medios porque es pato de toda boda. Opina hasta de la vida sexual de los marcianos en clandestinidad y es un especialista en la inmortalidad del mosquito y es uno de esos que en las redacciones son llamados OPCC (opinantes para cualquier cosa), en buen romance, un hablantín de mohínes reiterativos, cabellera acicalada, pero fautor de toneladas de naderías de estilo abogadil y convincentemente mentiroso. ¡A tal señor, tal deshonor! Es nada más que parte de un establishment profundamente envilecido. Y podrido.

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!