Jorge Valero

En entrevista exclusiva en Buenos Aires, Valero aplaudió el lema elegido por el país anfitrión de la cita hemisférica de noviembre venidero: crear trabajo para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática.

El representante de la República Bolivariana ante la OEA asistió en Buenos Aires a una reunión del Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres (GRIC), que sesionó durante tres días (hasta el viernes pasado) en la sede de la Cancillería argentina.

Además de embajador en el citado foro regional, Valero es el coordinador nacional de su país en el GRIC.

Esa instancia de negociación es la encargada de elaborar la Declaración y el Plan de Acción que aprobarán los presidentes de 34 países durante la IV Cumbre hemisférica, fijada para el 4 y 5 de noviembre en la ciudad de Mar del Plata.

"Generar empleo para combatir la pobreza se inscribe en una perspectiva, según la cual es necesario construir democracias con justicia social en el continente," subrayó el diplomático.

“Nosotros consideramos que un eje articulador para una política generadora de trabajo son las pequeñas y medianas empresas y las diferentes formas de organización económico productivas de carácter solidario”, opinó.

A juicio de Valero, estas formas forjarían una economía más humana e inclusiva y, al mismo tiempo, contribuirían a construir sociedades fundadas en la equidad y la inserción social.

Interrogado respecto al encuentro del GRIC celebrado en Buenos Aires, uno de los últimos previo a la magna cita de mandatarios, el coordinador venezolano exteriorizó que estuvo marcado por las concepciones sobre la democracia que se debaten en el continente.

Sostuvo que dentro de ese ámbito, el gobierno encabezado por el presidente Hugo Chávez propugna una visión humanística del progreso y cuestiona el enfoque neoliberal que se pretende dar tanto al desarrollo como a la democracia.

Apuntó que con el respaldo de las naciones miembros de la OEA, Caracas plantea avanzar en la elaboración de la Carta Social de las Américas, un instrumento -dijo- que reivindicaría los derechos económicos, sociales y culturales.

De acuerdo con el embajador bolivariano, esas prerrogativas son las más subestimadas en el marco de un sistema político predominante, regido por las reglas del mercado e inspirado en el llamado Consenso de Washington.

De la vereda de enfrente, Estados Unidos hizo circular en Buenos Aires una serie de iniciativas dirigidas a establecer un proyecto de desarrollo basado en los principios y parámetros del neoliberalismo, reveló.

Para Valero, los modelos sustentados en economías de mercado privilegian a las grandes corporaciones internacionales y a sus aliados nacionales, y en Latinoamérica sólo contribuyeron a profundizar la brecha entre ricos y pobres.

Tras abogar por la construcción de un esquema incluyente, con la justicia social como rasgo distintivo, citó un estudio realizado por Naciones Unidas, según el cual las democracias en el continente son electorales, es decir, sin la participación del pueblo.

“Las democracias en nuestra región son de elites y sin justicia social, por lo que son fuertemente cuestionadas por los pueblos”, significó.

Como ejemplo de ese fenómeno mencionó que en los últimos 10 años, unos 15 jefes de Estado electos mediante el voto tuvieron que abandonar el poder ante el rechazo de la población.

“La gobernabilidad estará siempre erosionada por la existencia de un perverso circuito caracterizado por la desigualdad y la exclusión, y eso es lo que está provocando la emergencia de los pueblos que reclaman sistemas políticos con equidad”, concluyó.

PL