Ramón José Medina Simancas

Hoy, jueves 22, inaugura el evento el abogado Miguel Alex Schweitzer Walters, decano de la Facultad de Derecho de esa casa de estudios, ex embajador en el Reino Unido (1974) y también ex ministro de Relaciones Exteriores (1983) del dictador Augusto Pinochet Ugarte, a quien defendió ante los tribunales de la capital británica cuando permaneció dos años preso tras el sorpresivo arresto de Scotland Yard en el establecimiento médico londinense The Clinic (1998-2000).

En la primera jornada, Medina expondrá el arbitrario subtema “Mediatización de la política como acción estatal”, encajado casi a la fuerza dentro del gran tema de la mesa 3, “Televisión Pública y su relación con la política”. Además, el viernes 23 será uno de los comentaristas de una jornada de análisis de la TV estatal y privada en Colombia, México y Uruguay, día en que también otro venezolano, Alejandro Fuenmayor, expondrá sobre “Los órganos directivos de la televisión pública”.

Quizás lo único interesante de este seminario será la exposición del sábado 24 de la chilena Patricia Politzer, presidenta del Consejo Nacional de Televisión (CNTV), quien dará a conocer “El Barómetro de la calidad para Televisión pública y privada”, una iniciativa que aspira a mejorar la calidad de los noticiarios, y de la TV en general, duramente resistida por las empresas del sector, embarcadas de lleno en la “televisión basura”. Obviamente, se espera que el “especialista” Medina despotrique contra la televisión pública venezolana y Telesur.

¿Qué es la Fundación Adenauer?

La Fundación Konrad Adenauer fue creada por el partido Cristiano Demócrata alemán en 1964, para promover su ideología a través del planeta. Inició sus actividades precisamente el año en que ganó las elecciones presidenciales en Chile el partido hermano local, PDC, con el triunfo electoral de Eduardo Frei Montalva. Hoy la Fundación compite amistosamente con la National Endowment for Democracy (NED), de Estados Unidos, para promover la democracia en todo el mundo, contribuyendo al financiamiento abierto de organizaciones políticas afines, como Súmate y el Movimiento Primero Justicia, entre otros del país petrolero. El gobierno de Estados Unidos “descertificó” en estos días a Venezuela, pero no perfeccionó las sanciones económicas que le impedirían remesar “legalmente” fondos a las organizaciones de extrema derecha de ese país, aunque la legalidad no suele ser un obstáculo importante para Washington.

La alianza en Alemania del Partido Demócrata Cristiano (CDU) y su hermana, la Unión Social Cristiana (CSU) de Baviera, salió fortalecida en las elecciones empatadas del último domingo, comicios que pusieron en el primer plano de la escena política a la ultra derechista Angela Merkel pero a la vez tienen en jaque al sistema político germano por la imposibilidad de formar un gobierno estable, mientras la bolsa de valores comienza a resentirse. Curiosamente, la prensa internacional se refiere a esta alianza apenas citando las siglas CDU/CSU y, a veces, indicando que es conservadora, pero no especifica que también es demócrata cristiana/social cristiana.

¿Qué es la Finis Terrae?

La universidad privada Finis Terrae está abocada desde 1988 a preparar cuadros en 17 carreras para llevar adelante el modelo neoliberal de sociedad de mercado que impera en Chile. Impulsada inicialmente por el mecenazgo del grupo Matte, hoy tiene a su lado también al grupo Luksic, dos de los tres más poderosos del país, y desde 1999 la casa de estudios mantiene un convenio de asociación con la secta Congregación de los Legionarios de Cristo, “que ha permitido importantes avances en infraestructura, desarrollo institucional y extensión, así como la apertura de nuevas carreras”, según indica su página web institucional (www.finisterrae.cl/universidad/resena.php).

En su consejo superior participan varios distinguidos ex ministros y colaboradores de la dictadura de Pinochet, entre otros Pablo Baraona Urzúa –su presidente–, Alvaro Bardón Muñoz, Sergio de Castro Spíkula y Bruno Philippi Irarrázabal. Pero esta presencia hoy no obstaculiza que la casa de estudios levante banderas de tolerancia para atraer clientela y proclamar que “las ideas, por diversas que sean, las respetamos profundamente y nos esforzamos por entenderlas, sin por ello dejar de tener una posición propia”. Además, postula un acceso policlasista a sus aulas, al declarar que “incentivamos la diversidad social en nuestra comunidad universitaria así como el desarrollo del pensamiento individual”.

¿Quién es Medina Simancas?

La contribución académica que el señor Medina Simancas trajo a Chile no le permitirá cumplir esta semana con la Asamblea Legislativa de Caracas, pero éste sería un problema menor porque su asistencia más bien ha sido precaria y hasta ahora no ha trabajado en ninguna ley, según la página web de ese poder legislativo. Abogado egresado de la Universidad Católica Andrés Bello (1975), especializado en derecho mercantil, sus vínculos con la televisión rebalsan el reducido perfil del usuario clásico de la clase política que se desvive por aparecer en la pantalla chica, sea pública o privada. Y no sólo porque en la sociedad venezolana de hoy los medios de comunicación desempeñan el rol que antes tuvieron los partidos políticos.

Amigo de EEUU, Medina Simancas también ha sido un distinguido político de las comunicaciones. Además de haber participado en la fundación de la Cámara Venezolana de la Industria de la Radiodifusión, que agrupa al empresariado del sector y donde ha sido presidente y consejero, ejerció cargos ejecutivos en ADB, CA Ultravisión y Turismo Stéreo 97,5 FM de Mérida. También ha sido asesor jurídic de 1BC, propietaria de Radio Caracas Televisión, y de Empresas Radio y TV por Cable.

Sin embargo, en la Asamblea prefirió incorporarse a comisiones relacionadas con el petróleo y la energía, desde que llegó a ocupar un sillón por el partido Copey, en 1988. Hoy es miembro de las comisiones de Finanzas, Política Exterior y Economía. Alejandro Fuenmayor también fue presidente de la Cámara de Radiodifusion y, además, ejerce la docencia.

EEUU desea convertir a Chile en un escenario importante para la política... venezolana, desde que Alejandro Plaz, el jefe de Súmate, fue recibido el 8 de agosto por una candidata presidencial. Las visitas de “líderes” empresariales-políticos del país de Hugo Chávez son coherentes con esta estrategia, aunque pasen medio desapercibidas.

Al fin de cuentas, los peregrinajes también obedecen a que Chile se ha convertido en “la Meca del neoliberalismo”, un modelo de sociedad puesto en la vitrina para imitarlo, por lo menos a nivel sudamericano, más allá de las alarmantes cifras sobre desigualdad proclamadas por el último informe del PNUD y denunciadas hasta por el Cardenal Francisco Errázuriz en la misa-tedeum del domingo 18 de septiembre, el día nacional