El abismo existente entre los Estados Unidos y la Unión Europea es perjudicial para ambos lados del Atlántico. Nos sentimos decepcionados por la negativa iraní a la propuesta de acuerdo de Francia, Gran Bretaña y Alemania, con el apoyo de los Estados Unidos. Teherán prefirió rechazar esta mano tendida y reactivar el programa de enriquecimiento de uranio. Pensamos que un Irán que disponga de la capacidad de producir armas nucleares es desestabilizador para toda la región. Los Estados Unidos e Irán tienen un interés común en que Teherán regrese a la mesa de negociaciones. Para ello, hay que convencer a Irán de que tiene todo para ganar y, a tal fin, los Estados Unidos deben permanecer unidos.
Es necesario que los estadounidenses y los europeos hagan una declaración común sobre los puntos siguientes:
 Los Estados Unidos y la Unión Europea deben exigir el fin del enriquecimiento del uranio por parte de Irán y el envío fuera del país de todo el material producido en Isfahan desde la reapertura de ese centro.
 Los Estados Unidos deben apoyar las negociaciones entre Irán y Europa y aceptar que Irán pueda disponer de un programa nuclear civil.
 Los Estados Unidos deben declararse dispuestos a iniciar discusiones bilaterales con Irán sobre las sanciones económicas contra Irán, el apoyo de Teherán a los grupos terroristas internacionales, la oposición de Irán al proceso de paz israelí-palestino y sobre la entrada de Irán a la OMC. La Unión Europea y los Estados Unidos deben sostener los esfuerzos del pueblo iraní por los Derechos Humanos.
 La Unión Europea debe renovar su apoyo al programa nuclear civil iraní, pero debe asociarse a las amenazas de sanciones en caso de negativa de Teherán de detener su programa de enriquecimiento de uranio.
Será necesario tratar de encontrar una solución de consenso en el Consejo de Seguridad de la ONU, sin embargo las probables oposiciones rusa y china deben llevar a la Unión Europea a reflexionar sobre un sistema de sanciones transatlánticas con Japón.

Fuente
International Herald Tribune (Francia)
El International Herald Tribune es una versión del New York Times adaptada para el público europeo. Trabaja directamente en asociación con Haaretz (Israel), Kathimerini (Grecia), Frankfurter Allgemeine Zeitung (Alemania), JoongAng Daily (Corea del Sur), Asahi Shimbun (Japón), The Daily Star (Líbano) y El País (España). Además, a través de su casa matriz, lo hace de manera indirecta con Le Monde (Francia).

«United against Iranian nukes», por Philip H. Gordon y Charles Grant, International Herald Tribune, 15 de septiembre de 2005. Este texto también fue firmado por Urban Ahlin, Giuliano Amato, Gerassimos Arsenis, Samuel R. Berger, Richard Burt, Jean-Claude Casanova, Ivo H. Daalder, Marta Dassu, Thérèse Delpech, Lawrence Freedman, Francis Fukuyama, Leslie Gelb, Robert Gelbard, John Gibson, Nicole Gnesotto, Ulrike Guérot, David Hannay, Douglas Hurd, Robert Hutchings, G. John Ikenberry, Josef Janning, Géza Jeszensky, Robert Kagan, Daniel Keohane, Ivan Krastev, Mart Laar, Anthony Lake, Mark Leonard, Andrew Moravcsik, Kalypso Nicolaidis, Joseph S. Nye, Jr., Michael O’Hanlon, Soli Özel, Ana Palacio, William J. Perry, Thomas Pickering, Susan Rice, George Robertson, Gary Samore, David Sandalow, Simon Serfaty, Narcís Serra, Jeremy Shapiro, Stefano Silvestri, Anne-Marie Slaughter, James B. Steinberg, Strobe Talbott, Antonio Vitorino y Joris Vos.