El pensamiento político progresista lleva años de mero análisis y diagnóstico de las maldades del “neo liberalismo”, sin levantar todavía –con cierta coherencia– una alternativa válida para el sur del planeta. Muchos reclaman un mundo mejor, pero pocos aventuran cómo será o debiera ser ese mundo ese mundo.

Los efectos catastróficos que trae consigo la mundialización imperial para toda la sociedad son comprendidos cada vez mejor por la gente común y corriente, al calor del sufrimiento. Y parece más que legítimo oponer un “neo socialismo” al avance arrollador del “neo liberalismo”, es decir, a la “globalización” puesta en práctica por las mega corporaciones, los estados de los países desarrollados y todo el aparataje militar del complejo imperial-industrial-energético.

Sobre estos temas reflexionará el seminario “Socialismo del Siglo XXI”, convocado para el viernes 30 de septiembre por la Revista Punto Final en el edificio que sirvió de sede al Congreso Nacional hasta el advenimiento de la dictadura militar que puso en marcha el modelo “neo liberal” en la sociedad chilena a partir de 1973. Punto Final se propuso abrir seriamente un espacio de reflexión y debate sobre el futuro del pensamiento político, a casi dos décadas de la extinción del “socialismo realmente existente” que impero más de 70 años.

Los encargados de iniciar esta reflexión sobre las transformaciones del pensamiento socialista serán Nicolás Maduro, presidente de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela; Tubal Páez, diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular y presidente de la Unión de Periodistas de Cuba; Plinio de Arruda Sampaio, dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) y asesor del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil; y el teólogo chileno Alvaro Ramis, ex presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, por la corriente cristiana.

“Contaremos con expositores que representan distintas visiones y experiencias de la lucha por una sociedad más justa e igualitaria, incluyendo la importante corriente cristiana”, señaló la convocatoria del evento, enmarcado en el 40º aniversario de la revista. “El objetivo del seminario es dar a conocer algunos de esos procesos en Chile, que permanece muy ajeno al acontecer social y político de nuestro continente”, dijo Francisca Cabieses, coordinadora del encuentro. El
seminario comenzará a las 3 de la tarde, y puede asistir quien lo desee, en Catedral 1158.

Ni “capitalismo humanizado”, ni “socialismo de Estado”

En rigor, el puntapie inicial en esta contienda del pensamiento latinoamericano lo dio el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cuando formuló la tesis del “Socialismo del Siglo 21” –¡”el único camino para salir de la pobreza es el socialismo”!– en el último Foro Social Mundial de Porto Alegre, en enero de este año. “En una época llegué a pensar en la tercera vía; andaba en problemas para interpretar el mundo; estaba confundido, hacía lecturas equivocadas, tenía unos asesores que me confundían todavía más”, le respondió Chávez a Manuel Cabieses, director de Punto Final, en una reciente entrevista reproducida como folleto por la Embajada de Venezuela en Chile.

“Llegué a proponer un foro en Venezuela sobre la tercera vía de Tony Blair”, admitió el líder venezolano. “Hablé y escribí mucho sobre un “capitalismo humano”, concedió el jefe de la Revolución Bolivariana, pero hoy, simplemente, “estoy convencido que es imposible”, sentenció. “Pero esto ha sido producto de seis años de dura brega y de aprender de mucha gente”, añadió. “Me convencí de que el socialismo es el camino y así lo dije en Porto Alegre y después aquí, ante la Asamblea Nacional; he invitado al país a un debate”.

Para Chávez se trata de algo más que del embrión de una idea. “Creo que debe ser un socialismo nuevo, con planteamientos frescos, acoplado con una nueva era que apenas está comenzando; por eso me atreví a llamarlo “socialismo del siglo XXI”, como proyecto”, dijo el carismático venezolano, en esta entrevista que trató de responder a la interrogación del título “¿Hacia donde va Chávez?”

Pareciera que el “Socialismo del Siglo 21” todavía necesita empollarse, germinar, fecundarse, madurar... Sin embargo, la propaganda mediática y académica neoliberal transformó el término “socialismo” en una palabra “desprestigiada”, “pasada de moda” o por lo menos controvertida. Y para decirlo con suavidad, quizás por eso mismo, muchos partidos políticos y personas naturales “socialistas” abandonaron su ropaje ideológico en el desván, en un proceso de “renovación” de la imagen otorgada por un sustantivo que desagrada profundamente a los propietarios del poder. El ideario socialista, con o sin apellidos, fue proscrito por sus propios cultores, por lo menos en Chile. Y la pregunta que le hizo Cabieses a Chávez fue directa al hueso:

– Hay cosas del viejo socialismo, Presidente, que fracasaron. Por ejemplo, la concepción de partido, la ausencia de participación real del pueblo en las decisiones, la falta de pluralismo, el estatismo absoluto de la economía, el bajo perfil de los derechos humanos, de las libertades públicas y de la libertad de expresión, etc. ¿Qué diferenciaría al socialismo del siglo XXI de aquel socialismo que se derrumbó?

– Tienes razón. Alguien dijo que en realidad nunca hubo socialismo... Circulaba un chiste sobre Breznev u otro líder soviético que confidenciaba a un amigo: ojalá que aquí no llegue nunca el socialismo.

Ahora bien, entre los elementos que pudieran definir el socialismo del siglo XXI yo diría que el primer rasgo es el moral. Hay que comenzar por ahí, por la conciencia, por la ética. El Che escribió mucho de la moral socialista. Desde la visión del mundo que cada cual tenga, debemos recuperar el sentido ético de la vida. Sin duda lo que digo tiene mucho de cristianismo: “Amaos los unos a los otros” o “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. En realidad se trata de eso: de la solidaridad con el hermano. Luchar contra los demonios que sembró el capitalismo: individualismo, egoísmo, odio, privilegios. Creo que por ahí habría que comenzar.

Es un trabajo de todos los días, una tarea cultural y educativa de largo aliento. En Venezuela hemos comenzado a debatir ese aspecto y es muy positivo. Es un arma en la lucha contra la corrupción, un mal que es propio del capitalismo. Empresas y empresarios corrompidos, negocios oscuros, funcionarios corruptos, movidos sólo por la ambición. Aunque también la corrupción se ha dado en el socialismo ese fenómeno tiene una raíz capitalista, es la ambición de riqueza.

“El socialismo debe defender la ética, la generosidad. Bolívar fue un ejemplo: abandonó todo por ser útil a su país. Hay que recordar también a Cristo y lo que dijo al hombre rico que quería ir al cielo: vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres. El hombre se puso a llorar porque no era capaz de hacer eso. Fue entonces cuando Cristo lanzó aquella frase “será más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos”.

“En la línea política uno de los factores determinantes del socialismo del siglo XXI debe ser la democracia participativa y protagónica. El poder popular. Esto es un elemento político definitorio que contrasta con aquello del partido único o centrar todas las decisiones en el partido. Hay que centrar todo en el pueblo, el partido debe estar subordinado al pueblo. No al revés”.

El “Socialismo del Siglo 21” es una invitación al debate y a la reflexión. El seminario será una suerte de ejercicio de “pensar en voz alta” para comenzar a llenar el vacío que dejó la desaparición del llamado “socialismo real”, o ese “capitalismo de estado” que quizás tampoco fue lo que Carlos Marx habría soñado.

Y al fin de cuentas, Chávez es el principal ideólogo del “Socialismo del Siglo 21”. El líder venezolano desarrolló su pensamiento político y de paso reveló –también en voz alta, en la entrevista de Cabieses–, algunos entretelones poco conocidos de su propio entorno en las primeras etapas de estos últimos siete años de Revolución Bolivariana.