Martes pasado, el presidente ruso Vladimir Putin ha concedido una entrevista televisada en directo, en la cual intentó abarcar los más distintos temas vinculados al desarrollo del país. Atención especial dedicó al crecimiento económico en Rusia.

Según estimaciones preliminares, el crecimiento económico en Rusia alcanzará el año en curso un 5,9%, mientras que el año pasado ese indicador había registrado un 7,1%, dijo Putin. «Los índices que alcanzaremos en 2005 superarán bastante los de muchos países industrializados y países con economías de transición», afirmó. «En 2004, el crecimiento de los ingresos reales de la población había sido del 5,5% -continuó-, y este año esperamos que se sitúe entre un 8,5 y 10 por ciento».

El dirigente ruso observó que todavía demora el crecimiento de los ingresos reales de los jubilados: «el año pasado ese indicador había registrado un 5,5%, y el presente año será algo más del 7,9%».

«En cambio, en 2005 tendremos un superávit doble: en el comercio exterior y en el presupuesto federal», manifestó.
«Además, siguen creciendo las reservas del Banco Central de Rusia, que para la fecha totalizan 155 mil millones de dólares -precisó-. Cabe recordar que en 2000 empezábamos con 12 mil millones».

«Asimismo vamos cancelando la deuda externa, que para hoy constituye el 16% del Producto Interno Bruto, uno de los mejores índices en Europa», subrayó.

Putin se refirió al Fondo de Estabilización y explicó que no ha sido creado para resolver los problemas del sector social, sino para retener los indicadores macroeconómicos.
«El Fondo de Estabilización es un tema aparte, pero en todo caso, no se piensa aprovecharlo para solucionar problemas sociales», advirtió.

A juicio del presidente, ese fondo está destinado a mantener los indicadores macroeconómicos y evitar que se destruya la economía del país. «El Fondo de Estabilización ayudará a prevenir que suban los precios, aumente la inflación y se multipliquen los problemas sociales», expresó.

Hablando de la economía, Putin mencionó la llegada al mercado ruso de los consorcios automovilísticos más importantes del mundo y declaró que ese hecho coadyuvará al desarrollo de la industria automotriz nacional.

«Muchas empresas extranjeras como la ’BMW’ y compañías de los países asiáticos ya se han establecido en el mercado ruso y pronto también lo harán ’Volkswagen’ y ’Mercedes’», informó.

Pero para que lo hagan cuanto antes, deben existir determinadas condiciones, agregó.

«El Gobierno ha adoptado últimamente varios decretos que tuvieron una acogida dispar en la sociedad -comunicó-, y todos han tenido que ver con la creación de condiciones para producir automóviles en territorio ruso».
En primavera de 2005, el Ejecutivo había promulgado el decreto sobre el ensamblaje industrial en Rusia de coches de marcas extranjeras. Seguidamente fueron reducidas las tarifas para importar piezas y componentes utilizados en el ensamblaje de vehículos extranjeros.

Otro tema importante enfocado por el Jefe del Estado ruso fue el de los recursos energéticos. En opinión de Putin, los expertos han subestimado las reservas del petróleo y gas con las que cuenta Rusia.

«Esas reservas son mucho mayores y alcanzarán a las generaciones futuras -aseguró-. Desde luego, debemos aprovecharlas eficazmente y, al mismo tiempo, ir cambiando el balance energético en el país».

Refiriéndose a los problemas de carácter internacional, Putin abordó las relaciones con Japón y señaló que si existe buena voluntad, los dos países siempre sabrán resolver las cuestiones litigiosas, incluido el problema territorial.

«Este último problema es bastante sensible tanto para Rusia como para Japón, pero estoy seguro que si hay buena voluntad siempre encontraremos una solución recíprocamente aceptable», recalcó.

El presidente hizo recordar que las islas Kuriles se encuentran bajo la soberanía de Rusia y ese hecho está refrendado en los respectivos acuerdos internacionales. «Son resultados de la Segunda Guerra Mundial y no pensamos discutirlo», apuntó.

No obstante, afirmó que Rusia aspira a solucionar todos los litigios, incluidos los que existen con Japón.

«Sea como fuere, tanto Rusia como Japón están interesadas en seguir colaborando en los sectores económico y cultural», concluyó el mandatario ruso.

Al continuar respondiendo a las preguntas relacionadas con problemas internacionales, Putin se disculpó por los casos de agresión contra los estudiantes extranjeros en Rusia.
«No sé cómo comentar tales casos, pero quiero presentar mis disculpas», expresó.

A su juicio, son manifestaciones características de otros países también.«Es una enfermedad común y conseguiremos curarla únicamente si la sociedad rechaza esos fenómenos», apuntó.

«Haremos lo posible para que ’cabezas rapadas’ y los elementos nazi-fascistas desaparezcan por siempre del mapa político del país», aseguró.

El Jefe del Estado también enfocó el desarrollo de las Fuerzas Armadas de Rusia y anunció que su Fuerza Aérea pronto adoptará sistemas de misiles hipersónicos prácticamente invulnerables ante el enemigo.

«Dotaremos nuestras Fuerzas Armadas con nuevos misiles estratégicos de alta precisión que no tienen parangón en el mundo -afirmó-. Son misiles que se desplazan a velocidad hipersónica pudiendo cambiar la dirección y la altitud de vuelo, y son prácticamente invulnerables ante los medios del enemigo, incluidos los sistemas de defensa antiaérea».

Seguidamente Putin habló de la situación en Chechenia y se pronunció por una mayor participación de la población chechena en la vida política de esa república caucasiana.
«La solución del problema checheno radica en una mayor participación de la población en el arreglo político», afirmó.
Hizo recordar que los órganos de fuerza pública en Chechenia están integrados por los habitantes del lugar, o sea, por los propios chechenos, y también mencionó las elecciones al Parlamento republicano convocadas para noviembre próximo.

El presidente indicó que en el Parlamento checheno deberán trabajar personas de diversas convicciones políticas y entonces sería posible resolver todos los problemas «de forma abierta y civilizada, y no mediante la fuerza».
En cuanto a los casos de secuestros en Chechenia, comentó que no siempre es posible determinar quién y con qué propósito los organiza.

«Es un problema complicado porque a menudo es imposible determinar quién han sido los secuestradores: bandidos disfrazados o integrantes de cuerpos armados que cometen abusos de poder», declaró.
Con respecto a las modificaciones a la legislación, el líder ruso se mostró contrario a la prórroga del mandato presidencial.

Refiriéndose a un tercer mandato suyo como presidente, Putin expresó: «Mi tarea es crear condiciones adecuadas para que el país pueda desarrollarse durante una larga perspectiva, y por ello es indeseable introducir modificaciones bruscas en la legislación vigente, y sobre todo en la Constitución de Rusia».
Afirmó que no se propone «permanecer por siempre en el Kremlin ni desea que todo el tiempo muestren su rostro por la televisión».

El presidente aseguró que ya encontrará a qué dedicarse cuando expire su segundo y último mandato en 2008.
«Como suelen decir los militares: ’Ya sabré encontrar mi lugar en las filas’», sentenció Vladimir Putin.
Rusia no lleva el propósito de meter cizaña en la sociedad letona o entre las repúblicas bálticas, pero sí que se ocuparía de prestar apoyo a sus compatriotas residentes en estos países, declaró Vladimir Putin en una entrevista televisada transmitida en directo por la televisión nacional.
«Queremos que sea una sociedad monolítica en la que el hombre sea cual fuere su origen étnico o preferencias idiomáticas podría sentirse como ciudadano de pleno derecho del país en que reside», indicó Putin, preguntado desde Riga.

«Creo que no vale la pena demonizar a los dirigentes letones», destacó Putin y agregó que hace poco sostuvo en Nueva York una «plática muy buena» con la presidenta de Letonia, Vaira Vike-Freiberga.
«Ella está al tanto de muchos problemas, incluidos los que encaran los sectores rusohablantes. Espero que las autoridades letonas tanto federales como regionales adopten las medidas pertinentes para crear las condiciones normales que faciliten el desenvolvimiento libre de todo hombre, sea cual fuere su origen étnico. Me refiero a los que ven en Letonia su Patria», dijo el presidente ruso.
Al propio tiempo Putin planteó el objetivo de dar solución al problema de los «no ciudadanos» en las repúblicas bálticas, también por vía del diálogo con la UE.
Todo observador, analista y político imparcial, también en Letonia, cualquiera persona comprometida en el respeto de los derechos humanos deber reconocer que existe el problema de los «no ciudadanos», dijo el líder ruso.
Hizo recordar que el mundo ha introducido un sistema de conceptos jurídicos que describen la relación del hombre con el Estado en el que reside.

«Puede gozar de condición de ciudadano, de extranjero, de apátrida o tener ciudadanía doble. Pero el término ’no ciudadano’ o la palabra ignominiosa ’forastero’ es un invento de algunos de nuestros colegas de las repúblicas bálticas», destacó el presidente ruso. Dijo que tales prácticas contradicen el sistema jurídico mundial, incluidas las normas legales que rigen en el espacio de la Unión Europea.

«Esperamos que las personas sensatas en los países bálticos lleguen a comprenderlo y se vuelquen para remediar la situación, al asumir a nivel de conciencia lo defectuoso que es tal sistema jurídico», dijo Putin. «Trataremos de dar solución a este asunto por vía diplomática, mediante contactos interestatales directos y a través del diálogo con la Unión Europeo. Hay que conseguir que los que toman decisiones de alcance nacional lleguen a comprender la trascendental importancia del problema mencionado y adopten medidas con miras a darle solución que beneficie a los países que gobiernan», concluyó el presidente de Rusia.

Comentando el régimen preferencial de naturalización en Rusia del que gozan los ciudadanos de la CEI, Vladimir Putin prometió mantenerlo vigente después de 2006.
«El régimen preferencial de naturalización en Rusia no perdería su vigor a partir del año que viene. El Gobierno y la Administración presidencial han recibido las indicaciones correspondientes», manifestó Putin. Además, está previsto simplificar el procedimiento de adjudicación de permiso de trabajo y autorizar la estancia prolongada en territorio ruso sin necesidad de obtener ciudadanía.
«A mi juicio, hay que hacer algo más. Por eso pienso encomendar al Gobierno confeccionar un programa especial de repatriación de nuestros compatriotas», dijo Putin.
El presidente anunció que en el país ningún partido puede monopolizar el poder. Preguntado sobre si ha monopolizado el poder «Rusia Unida» y sobre la ausencia en el país de una oposición fuerte, el líder ruso hizo recordar que en su tiempo el PCUS se proclamó fuerza rectora de la sociedad, refrendándolo en la Constitución.

«La única fuerza opositora legal que existía en la Unión Soviética era la Iglesia Ortodoxa Rusa», comentó Putin. Al propio tiempo reconoció que «Rusia Unida» se desvela como fuerza dominante en el país y en la Duma de Estado. «Es normal cuando al ganar elecciones, un partido llega al poder», indicó. Entre las fuerzas de oposición mencionó el Partido Democrático Liberal liderado por Zhirinovski, el Partido «Patria», pese a la escisión sufrida, y el Partido Comunista que venía ejerciendo esta función a lo largo de los últimos años.

En 2006 Rusia destinará tres mil millones de rublos a la lucha contra el SIDA, prometió Vladimir Putin.
«Este año la campaña estuvo dotada de 130 millones de rublos, una cifra ínfima. El año que viene planeamos multiplicar por 20 ó 30 la financiación, situándola en 3 mil millones de rublos, así como proporcionar gratis medicinas caras a cuantos las necesiten», indicó el presidente. Al propio tiempo dijo que en Rusia el problema de SIDA, si bien se revela con gravedad, no ha adquirido el carácter de epidemia, lo que confirman los últimos estudios realizados y los datos estadísticos.
En 2 horas y 50 minutos que duró la entrevista trasmitida en directo Vladimir Putin respondió a 60 preguntas de las que 54 concernían a la vida interna y 6, a la política exterior.

Los autores de 35 preguntas eran hombres, las mujeres hicieron 21 preguntas al presidente. El propio presidente seleccionó 18 preguntas a las que respondió.
En el espacio televisivo en directo participaron nueve ciudades y un poblado rural. Sus habitantes hicieron 26 preguntas al jefe de Estado.
Además, preguntas procedían desde Letonia, Kazajstán y Suecia.

Durante el encuentro en directo celebrado el 18 de diciembre de 2003 el líder ruso respondió a 69 preguntas en 2 horas y 49 minutos.
En 2002 la rueda de prensa se extendió 2 horas y 38 minutos y el presidente de Rusia dio respuestas a un total de 51 preguntas.

Fuente
RIA Novosti (Rusia)