Vivimos la ocasión de constituirnos en nación, libre y soberana. A cada ocasión, le corresponde un imaginario contenido. El de hoy, contiene lo de antes, recoge siglos.
Cada ocasión en su contexto. Para 2005 el contexto mundial delimita el diseño lo posible (maneras, sentidos, cauces). Con certeza, el capitalismo en su andar perverso, achico el mundo de los pueblos. La multitud, habitantes de los territorios invadidos, son pobladores no-útiles/inútiles para los parámetros contemporáneos de la rentabilidad de los grandes capitales/de las empresas transnacionales. Tan simple, como que económicamente hablando, al capitalista no le es rentable asalariar, educar ni alimentar a pobladores innecesarios, inútiles, no rentables.

En este contexto (de fines del XX e inicios del XXI) delimitado por el dominio perverso del capitalismo, los pueblos rugen, contra el rugido, el imperio militariza el espacio social: prohíbe, reprime, encarcela, suelta a tanatos, empobrece cuerpos y espíritus. Envilece. El terror atómico de Hiroshima y Nagasaki (6 y 9 Agosto 1945) lo inyectan a través del tejido capilar del poder.
Muy a pesar de todo, los pueblos siguen rugiendo. En la Venezuela bolivariana, el rugido mundial/continental de la rebelión de los pueblos, deviene en voluntad/en deseo de hacer posible lo pensadamente imposible.

El contexto que traza el imperio, delimita. Haciendo uso [abuso] del arsenal bélico. El imaginario contenido en esta ocasión (Venezuela 1999 y hasta siempre) brota por los poros de la piel revolucionaria.
Resultan premonitorios dos estudios. Asi dicen:

“…aquello que mas ha movido a las grandes multitudes de nuestros países en los periodos revolucionarios no ha sido la ambición de crear un orden nuevo, sino la de recuperar un orden antiguo… la energía vital de cada revolución provenía del pasado” [1]

“La creación de nuevos espacios de libertad para superar la actual sumisión del individuo soberano a las leyes del mercado o al despotismo del Estado, dependen de la composición material de las subjetividades que el propio proceso social va creando… La comprensión cabal de la plasticidad histórica del sujeto y de los procesos materiales que la determinan, es la única alternativa…”
 [2]

Entre quienes tuvieron como afán de vida, dejar dichos de prueba de los saltos de la humanidad, [3] dichos que condensan el contenido del imaginario colectivo. De entre ellos, convenimos en pensar que todo hecho humano es intencional cual maquinas de deseos. Siendo así, el proceso social prioriza [según los limites de cada ocasión] unos u otros de los contenidos en el imaginario colectivo.

Estando todo allí contenido, los deseos libertarios prohibidos y/o permitidos, formalizan y/o revolucionan las sociedades. De un tiempo para acá, los pueblos nos encontramos sumergidos [ahogados] en/por las normas del capitalismo transnacional, ejerciendo el gobierno mundial del imperio bélico, a través de la globalización, dispositivo que actúa tal cual la cuarta guerra mundial.
Guerra política mimetizada bajo el concepto contemporáneo de gobernabilidad, impulsada con un enfoque de democracia que al priorizar los derechos humanos de las minorías, actúa contra la multitud sin derechos.

Enfoque de gobernabilidad que vienen forzando legitimar, a propósito de la seguridad post-11 de septiembre de 2001. Recién enuncian su certificación en la Asamblea General de la ONU/septiembre 2005, bajo el concepto de “Paz y Seguridad Colectiva”, junto al de “responsabilidad de proteger”. Conceptos que legalizarían el imperialismo desde la ONU.

Un dicho de prueba, [4] hace constar que con el capitalismo, el Estado lo es de gobierno:

“El gobierno… como una manera de definir las cosas para conducirlas no al bien común, como decían los textos de los juristas, sino a un fin conveniente para cada una de las cosas que hay que gobernar… no se trata de imponer a los hombres una ley sino de disponer las cosas, es decir, utilizar bien tácticas que leyes, en ultimo termino utilizar las mismas leyes como tácticas: actuar de tal modo y a través de un cierto numero de medios para que este o aquel fin pueda ser alcanzado… los instrumentos de gobierno en vez de ser leyes serán tácticas multiformes…Este Estado de gobierno que se centra especialmente sobre la población y que se refiere y utiliza como instrumento el saber económico, corresponde a una sociedad controlada por los dispositivos de seguridad”.

Precisiones

La ocasión, la Venezuela bolivariana que despliega un poder constituyente, permitiendo inventar nuevos espacios de libertad que ponen en tensión practicas sociales y a la misma vez recuperar la energía vital de las culturas milenarias.

El proceso al reconocer la plasticidad historia del sujeto no deja nada ni a nadie fuera. Las fuerzas libertarias prohibidas y latentes en el imaginario colectivo insurgen preñando de sentido todo acontecimiento.

Podemos decir, que hasta 1999 el gobierno mundial canalizo la política de hechos cumplidos [de tácticas por ley] a través de las negociaciones multilaterales y bilaterales.
Aprendimos en el camino que algunos de los nudos del amarre se desanudan, y que es posible todo a una misma vez. Que no hay que esperar que el capitalismo sucumba para empezar a sembrar la cosecha. Que a la misma vez que el imperio ofende, podemos liberar terreno [humano y material] desde donde contagiar el cultivo de la insurgencia, de lo inédito, de la novedad: de inventar vivir libre en multitud.

El ALBA, como alternativa bolivariana y/o como amanecer es cauce de esa ocasión. Es un plan de siembra propuesto para cosechar/ocupar territorio [humano y geográfico], expulsando y/o impidiendo la invasión de la inversión del capitalista, quien como todo humano actúa con su intención.
ALBA & ALCA, filosofías contrarias en esencia, se baten en lucha por un mismo territorio, con intensiones opuestas y a un mismo tiempo. La lucha por territorio deriva entre victoria o derrota. Necesario es vencer.

El ALBA tuvo un punto de partida, en el deseo manifiesto del Comandante Hugo Chavez, en diciembre 2001 cuando expuso la magia de la integración entre los pueblos, oponiéndose al ALCA en tanto mandato del Imperio. Sin embargo, el ALBA echa a andar cuando en el imaginario colectivo los pueblos van reconociendo y hacen suya la intención expresada en el deseo enunciado.

En el contexto de situaciones entre abril y diciembre 2002, el ALBA amanece socialmente. Los pueblos asumen hacer posible los proyectos de vida inconclusos, abortados, reprimidos. La energía vital del pasado se hizo presente en las calles.

El proceso bolivariano lo aprueba y comprueba. Podríamos enumerar los artículos de la Constitución/99 que enuncian la posibilidad de ALBAs. Avanzado el proceso es necesario reconocerlo en la Constitución, mas no es suficiente. Lo enunciado, aprobado y refrendado vino sucediendo como intención manifiesta y protagónica. Entre abril y diciembre 2002, derrotando el golpe de estado de abril y el sabotaje petrolero de diciembre los pueblos en las calles reconocieron sus carencias y sintieron su fuerza y la urgencia. Sin disolver el Estado, la sociedad asumió misiones de gobierno. Un colectivo en tensión, reconociendo la Constitución refrendada el 15 de diciembre de 1999, sabiendo de las Leyes Habilitantes del 13 de noviembre de 2001, asalto la posibilidad de convertir planes de gobierno en tareas de pueblo protagónico. La reconquista del terreno político [con el contra-golpe del 13 de abril 2002] de PDVSA y del ingreso petrolero [en marzo de 2003] dieron condiciones e hicieron realidad la voluntad política presidencial de “darle poder a los pobres”, al asumir compromisos con las misiones. El ALBA es hacia adentro de lo humano y de la geografía, celebrando un proceso social en el que lo pobladores laboran su propio destino soberano, ocupando territorios. Digo los pueblos: indígenas, campesinos, citadinos. Todos, los más diversos sujetos planteando lo suyo, sin sujetar a los otros. Con la intención manifiesta de cerrarle el paso, a las tácticas emanadas del Estado de gobierno mundial, que instrumentaliza la anexión de territorios mutilando a sus pueblos pobladores. Con el ALBA, nos proponemos integrar las capacidades humanas junto a las riquezas territoriales, para satisfacer necedades y necesidades culturales. Necedades y necesidades de alimento del cuerpo y del espíritu, de abrigo, de ocio, de los deseos por-venir. El ALBA respeta el hecho cierto de que la felicidad es una construcción cultural. Todos en el ALBA, cada cultura con su perfil. Los pueblos citadinos tienen costumbres de la ciudad, pero según su  región originaria y/o su raza, son citadinos culturalmente diversos. Los pueblos indígenas según su geografía, su cosmovisión, labores, ritos y mitos. Así como los campesinos, indígenas o afrodescendientes, andinos o isleños. Cultivadores de la tierra y/o del mar o del rió. Cada cual tiene lo suyo no transferible. Los ritmos de vida están impregnados de cultura, de condiciones del saber. Hay un ritmo del analfabeta, quien al aprender a leer incorpora su experiencia a la lectura. El ALBA reconoce los ritmos y los respeta en desacuerdo práctico con los criterios de la competencia que deshecha multitudes. El ALBA  se funda en el respeto de los ritmos de otros. Cada quien a su paso pero todos a una misma vez, defendiendo la soberanía de los territorios preñados de culturas. Hasta aquí el renacer de las culturas milenarias contenidas en el imaginario colectivo. Imaginario depositario de otras visiones, construidas en los cruces mestizos de los haceres mercantiles. Por ello es que en el ALBAs también se incluyen políticas publicas comerciales, que pretenden cambios significativos en las maneras de producir bienes y servicios, concertadas entre privados y entre empresas publicas intergubernamentales.

En la segunda mitad del siglo XX, la naturaleza artificial creada en torno a la tecnología capitalista, subsumió costumbres y tradiciones. Formuló maneras de producir y patrones de consumo. El citadino, el profesional libre, las pautas del comercio interinstitucional e internacional estarán presentes en muchos años por-venir.

Esta verdad tiene sitio en el ALBAs por ello, inscribimos en la filosofía del ALBAs, los Convenios Comerciales Compensados y las Alianzas Estratégicas circunstanciales. Como variantes en el combate de restarle apoyo real personal/político, a la ofensiva contrarrevolucionaria con intención hemisférica envolvente y expansiva del inversionista imperial.

Los Convenios guiados por el sentido del ALBAs, entienden que en el comercio no esta el problema, admiten la posibilidad de practicar el comercio compensado, en la medida que este resulte mutuamente conveniente, para ampliar y profundizar el intercambio comercial. Es así como surgen convenios comerciales compensados. Las Alianzas Estratégicas circunstanciales tienen al petróleo como centro. El gobierno bolivariano utiliza su recurso abundante escaso en territorios  de pueblos hermanos, negociando intercambios complementarios, sin exigir compensaciones que vulneren la soberanía  y dando condiciones de comercialización solidarias, sustituyendo las exigencias de las transnacionales privadas. Estas alianzas estratégicas que tienen como centro el petróleo y el gas son políticas comerciales fundadas en la conservación de los recursos naturales no renovables, la solidaridad compartida y la corresponsabilidad social entre pueblos. Asegurando el acceso democrático a la energía a precio razonable. Se concibe como un acuerdo entre gobiernos, concreta esfuerzos en la complementariedad de las capacidades de nuestras empresas estatales de energía. De lo dicho podemos derivar que el ALBAs tiene un amplio trecho por andar. Lento pero sin pausa. Y en su andar, abarcando la lucha, por no dejar que la Comunidad Suramericana de Naciones por-venir, quede atrapada en la intención imperial, que proyecta surcar los territorios con ductos para succionar los recursos energéticos, biodiversos y de agua [5]. Debemos estar alertas porque todos los cargos de mando en los organismos de integración regionales están en manos de quienes fueron funcionarios en gestiones anteriores de gobiernos. No pienso en coincidencias. Pero si, en que han conjugado intenciones. Nuevas tareas para el ALBA`s y con ellas responsabilidades de los pueblos comprometidos y protagónicos.
Para concluir le doy la palabra a un campesino andaluz propagando semillas de ALBA. [6]

Todos eran agitadores
De tal suerte, el incendio
Se propagó rápidamente
Por los pueblos combustibles
Nadie Formulaba peticiones
Ni exigencias, nadie intentaba
negociar (... ) El pueblo quería
cosas más trascendentales
que los meros aumentos salariales
Pero, ¿ cómo vendría el gran cambio ¿ Nadie
lo sabía. En el fondo,
los campesinos pensaban
que tenían que llegar
de alguna forma sí
todos los hombres se
declaraban por él al
mismo tiempo.

Juan Díaz del Morral

Ponencia presentada en el I Encuentro por la Consolidación de un Nuevo Estado de Derecho y de Justicia Social en el marco de la Alternativa Bolivariana para la América. (ALBA). Barquisimeto, septiembre 2005.

[1Fernando Mires. “ La Rebelión Permanente” Siglo XXI 1988/p448

[2Enzo Del Bufalo. “La genealogía de la Subjetividad” Monte Ávila Editores 1991/p169

[3Entre muchos otros no menos valiosos: Marx/1844, Nietzshe/1890, Freud/1905. Einstein/1920, Picasso/1930, Faucault/1975. Vive en el imaginario colectivo en poetas y cantautores

[4Michel Foucault. “La Gubernamentabilidad” Colección: Genealogía del Poder. Espacios del Poder. La Piqueta. 1981 (Exposición enero 1978)

[5La Biodiversidad tiene como base fundamental el reconocimiento de la diversidad humana… la biodiversidad no es solo flora y fauna, suelo, agua y ecosistemas, es también culturas, sistemas productivos, relaciones humanas y económicas, formas de gobierno, es en esencia libertad. El imperio tiene la intención de hacer suya la biodiversidad: Territorio y vida nuestra

[6Juan Diaz del Moral es citado por Eric J. Hobsbawn en “Rebeldes Primitivos” Ariel. 1983/p 117.