Braulio Álvarez

La aseveración corresponde al dirigente agrario y miembro del Frente Campesino Ezequiel Zamora, Braulio Álvarez, quien señaló que el resultado de esta acción es un récord en la producción de rubros importantes como maíz, arroz y sorgo, lo que se complementa con un plan de recuperación de la pequeña y mediana ganadería, además de la cría de cerdos y aves, entre otros.

Dijo que todo esto forma parte de la visión estratégica del Gobierno Nacional, el cual ha entregado casi 900 mil millones de bolívares para la producción agrícola y pecuaria, aunque en esta cifra no se incluyen los recursos destinados al Plan de Siembra 2005.

Adelantó Álvarez que el objetivo del Ejecutivo es incorporar al trabajo productivo a unas 350 mil familias campesinas, las cuales podrán desarrollar 5 millones de hectáreas, actualmente en vías de recuperación.

El dirigente campesino afirmó que estas acciones evidencian un claro avance hacia la soberanía y seguridad alimentaria del país.

Reveló que en su región natal, el estado Yaracuy, hay 60 fundos que fueron declarados latifundios de los cuales 20 pasaron a manos de los campesinos organizados en cooperativas. Estas unidades asociativas producirán en unas 20 mil hectáreas de esta región.

Manifestó que, hasta ahora, sólo 5% de los presuntos propietarios de los latifundios a escala nacional han presentado documentos fiables, lo cual consideró una maniobra, una forma de generar incertidumbre, de crear inestabilidad y de atrasar el plan social del Gobierno Nacional.

Nativo del Municipio Urachiche, este luchador del campo ve con buenos ojos que los campesinos se organicen para la producción de abono orgánico y el uso de semillas autóctonas, con el objeto de combatir la utilización de los agrotóxicos y transgénicos que envenenan a la agricultura sustentable del país.

Aunque en su región natal existe una gran productora de ganado y de naranjas, aseveró que no cuentan con un matadero industrial ni con una planta para procesar los cítricos.

Sin embargo, cree que todo esto se puede lograr, debido a la excelente relación entre los pequeños y medianos productores que laboran en el campo.

Le parece importante que se defina mejor el concepto de latifundio, porque al campesino lo tratan como si fuera un animal cuando se refiere a grandes extensiones de tierra.

A manera de ejemplo, mencionó que en varios hatos de los estados Apure y Barinas no cancelan el salario mínimo sino que existen bodegas tradicionales, las cuales son utilizadas para la explotación de los trabajadores del campo.

Añadió que el trabajador recibe una ficha de su patrón en compensación a su esfuerzo, la cual usa para canjear por alimentos.

También cuestionó las barracas en las que viven los hombres y mujeres del campo por carecer de los servicios públicos necesarios.

"Lo más cruel es que los hijos de estos obreros no tienen la posibilidad de acudir a la escuela y esto ocasiona una debacle en la familia", añadió.

Álvarez consideró prioritario incorporarlos a las distintas misiones sociales y educativas adelantadas por el Ejecutivo Nacional.

Al dirigente agrario le parece vital definir, dentro del concepto de latifundio, la calidad de la tierra, a fin de garantizar su protección y la producción de comida barata y en abundancia para la sociedad en general.

También se mostró partidario de crear una ley de la reforma agraria para garantizar la seguridad alimentaria y favorecer la autodeterminación de los pueblos.

"Estamos en tránsito hacia la profundización definitiva del desarrollo económico, lo que implica un nuevo socialismo. Para eso es necesario contar con una mayoría calificada en el Parlamento Nacional" , dijo.

Del mismo modo, cree conveniente buscar acuerdos entre los gobernadores, alcaldes, parlamentarios nacionales y el Gobierno para ejecutar proyectos que permitan una capacidad generadora de empleo productivo como elemento nuevo de organización.

El dirigente campesino tiene planteado otro reto, es decir la recuperación de los yacimientos acuíferos.

Al respecto, explicó que hace unos cien años el río Yaracuy era navegable desde el caserío El Diamante hasta Puerto Cabello y hoy día su cauce ha disminuido considerablemente.

En esta ocasión, también rechazó el sicariato del cual ha sido víctima, por considerar que es un método para callar las luchas de las masas campesinas, no obstante se mostró a favor de contar con jueces especiales para combatir este flagelo y de las acciones emprendidas para acabar con la impunidad reinante en esta zona venezolana.