Eva Golinger

Durante un foro realizado en la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN), la también escritora del libro titulado El Código Chávez aseguró que Jim Treadwell, oficial encargado de la operación, comentó a la revista Time el 13 de junio de este año que los militares realizan campañas que promueven los intereses de Washington en América Latina, en el Oriente Medio y en otros lugares estratégicos.

Dijo que la apreciación del militar también fue mencionada en el diario La Nación Exterior el 19 del mismo mes.

Comentó que específicamente en el caso venezolano parte del trabajo es generar matrices de opinión favorable a la oposición y en contra del desempeño del gobierno del presidente de la República, Hugo Chávez Frías. “Son especialistas en la llamada propaganda negra”, afirmó.

La unidad, denominada Elemento de Apoyo a Operaciones Sicológicas Conjuntas (JPSE, por sus siglas en inglés), es apodada “Gipsy”, y su centro de mando radica en el cuartel del Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos, situado en Tampa, Florida.

“Estos guerreros sicológicos del Pentágono recibieron un presupuesto de 77 mil 500 millones de dólares, más de 166 billones de bolívares, para los próximos siete años”, aseveró la escritora.

Treadwell, quien encabezó el Cuarto Grupo de Operaciones Sicológicas durante la invasión a Irak, confirmó que el uso de propaganda negra, información originada por el enemigo para confundir y desacreditar a la sociedad, generalmente no es utilizada, aunque refirió que si la usan no pueden decirlo.

Al respecto, Golinger aseguró que al observar los medios de comunicación privados en Venezuela ya se ve el fruto del trabajo realizado por este comando estadounidense, “sobre todo con el manejo del tema de las expropiaciones”.

Resaltó que este grupo puede estar encubierto como trabajadores de algún medio, como publicistas o como cualquier otro trabajo que no despierte sospechas.

Refirió que además de las formaciones de opinión, podrían estar trabajando directamente para recomendar algunas acciones puntuales contra líderes de la oposición venezolana.

Anteriormente, el Gobierno estadounidense ha realizado este tipo de acciones en contra de países que no se alinean a sus designios.

El ex secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Otto Reich, encabezó una oficina similar en Nicaragua. Del año 1983 a 1986 fue escogido para dirigir el famoso Office of Public Diplomacy (OPD), “una unidad secreta de guerra sicológica y de intoxicación mediática”.

En aquel entonces, Estados Unidos estaba implicado en el apoyo a las guerrillas de extrema derecha de los contras, que se oponían a la Nicaragua de los sandinistas.

El papel de dicha unidad en este asunto consistió en proveer información falsa a la prensa estadounidense e internacional para influenciar en la opinión pública a favor de los contras.

“Su trabajo violaba las propias leyes estadounidenses y cuando el Congreso actuó para que se clausurara su misión el Gobierno lo premió entregándole la embajada en Venezuela en 1986”, recordó Golinger.

“Actualmente, Reich forma parte de los consultores privados del Gobierno de Estados Unidos. Ahora, desgraciadamente, es más eficiente, pues no tiene la obligación de reportar sus acciones ni cumplir la ley de ese país sobre libertad de información”, aseguró.