En realidad, Pora y nosotros no somos distintos, sólo realizamos acciones diferentes. Tenemos el mismo objetivo, el de apoyar y promover la democracia. El Instituto para la Democracia es una organización internacional; simplemente nuestra sede se haya en Kiev.
Normalmente, en los países democráticos, los jóvenes quieren salvar el mundo o cambiarlo. En Alemania por ejemplo, donde todo es bello y donde no hay gran cosa que cambiar, los jóvenes van a África para salvarla. Por supuesto, no estamos en África, pero de todas formas hemos tenido la misma suerte de poder contar con otras organizaciones que han venido aquí. Eso ayuda a construir un mundo mejor. Cuando luchamos por la democracia en Azerbaiyán o en Bielorrusia, entonces también defendemos la democracia en Ucrania. Es un principio importante para los países democráticos el que la gente se movilice también por la democracia de los demás países. Nuestra prioridad son los Estados de la ex Unión Soviética pues tenemos afinidades y la mayoría de las personas allí hablan ruso. Azerbaiyán y Bielorrusia son dos países donde la receta de una revolución no violenta según el modelo de lo que se hizo en Serbia y Ucrania podría funcionar. La gente de esos países tienen ya una experiencia sobre democracia; pronto se celebrarán elecciones y sobre todo –es un punto importante para un movimiento como el nuestro– la mayoría de la población se agrupa en los centros urbanos.
Somos una red informal, es como en Internet, la red no está organizada de manera estructurada. De ahí proviene su fuerza. No es una red que agrupe a miembros con rigidez y reglas precisas. Sencillamente somos una clase política de gente que quiere cambiar el mundo y conducirlo por una vía mejor, es todo. ¿Quién podría hacerlo en nuestro lugar? Sentimos que debemos hacerlo, no es una decisión racional. Cuando salvas a África tampoco es una decisión racional, es tu corazón quien te ordena hacerlo.

Fuente
Deutsche Welle (Alemania)

««Demokratie-Export aus der Ukraine»», por Serguei Taran, Deutsche Welle, 29 de septiembre de 2005. Texto adaptado a partir de una de entrevista.