El viernes por la tarde, en medio de un total hermetismo, aterrizó en el aeropuerto “Brigadier de la Colina” de Mar del Plata un C-17 Globemaster, y entre el sábado y este lunes lo hicieron otros dos aviones del tipo C-140 perteneciente al Ejército norteamericano.

En las bodegas de los aparatos también había dos helicópteros de última generación, alimentos, además de los pertrechos y armas para los más de 2000 funcionarios, entre asesores y personal de seguridad de los Estados Unidos que acompañarán a Bush, estos aviones habrían realizado un vuelo directo desde Washington hacia Mar del Plata.

Todo lo que se transportó, incluso personal militar, fue trasladado al Sheraton Hotel, lugar donde estará centrado el equipo de logística estadounidense, lugar de alojamiento de Bush quién llegará el día 3 de noviembre a las 20 horas.

La presencia de George W. Bush generó el despliegue de un operativo de seguridad que involucrará a unos 7.000 agentes que estarán destinados a mantener el orden no sólo en la cumbre oficial sino en la III Cumbre de los Pueblos de América, así como en los actos de repudio a la llegada de ese mandatario, a esta cifra habrá que agregarle la delegación que acompaña al presidente norteamericano, cercana a unas dos mil personas.

Por otro lado, ya está arribando a Mar del Plata parte del personal de seguridad del Comando Unificado de seguridad para la Cumbre que estará integrado por 5500 efectivos, pertenecientes a la Policía Federal Argentina, el Estado Mayor Conjunto, la Prefectura Naval Argentina, la Gendarmería Nacional, la Policía de la Provincia de Buenos Aires, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la Secretaría de Inteligencia y la Municipalidad de la ciudad de Mar del Plata.

El personal de custodia de los presidentes no estará uniformado y fuentes de la Cancillería indicaron que tendrán que registrarse, así también el armamento, e incluso se estaban delineando algunas restricciones sobre la cantidad de armas que traerán, aseguró el coordinador del Comando Unificado.