Ricardo Lagos

Lagos y Bruno Phillipi, presidente de los empresarios industriales afiliados a la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), se felicitaron mutuamente por la situación del país, en ocasión de la cena anual de la organización empresarial, pero curiosamente uno de los candidatos de la derecha retrucó los dichos del capitán de industrias con un sarcasmo demoledor: “Lo que pasa es que él vive en un país bonito y están [los empresarios] ganando mucha plata”.

Hernán Somerville, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), saltó también a la palestra para defender algunos dichos suyos anteriores de que “los empresarios aman al Presidente Lagos”. “Yo lo único que le dije [al presidente] es que parece que tendrá una agenda muy recargada el próximo año [cuando quede desempleado como jefe de Estado] porque mis empresarios todos lo aman, tanto en Apec [el Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico] como acá”, afirmó Somerville. Ante algunas críticas de uno que otro empresario de que se le pasó la mano al halagar tanto al presidente, respondió con un “no tengo por qué hacer un mea culpa; de ninguna clase”.

“Todos le están buscando pega [empleo] en distintas cosas en el mundo, porque realmente le tienen una tremenda admiración por su nivel intelectual superior y porque, además, se ve ampliamente favorecido por un país al que todo el mundo percibe como modelo; me llega a dar hasta vergüenza [por] todos los piropos que uno recibe”, agregó Somerville.

Si a Lagos no le inquieta su próximo empleo, no ocurre lo mismo con el común de los mortales: perder un familiar y no tener trabajo figuran como las principales preocupaciones de los chilenos, reveló una sondeo de la encuestadora Adimark, en tanto los sueldos constituyen la mayor inquietud del 35,6%, que dice estar “muy insatisfecho”.

Una consulta de La Tercera sobre qué nota le pondrían a Lagos en la escala de 1 a 7 los empresarios que asistieron a la cena de la Sofofa dio un promedio ponderado de 5,8, “por sus condiciones de estadista, por los éxitos macroeconómicos e internacionales de su conducción, mas no por los aspectos microeconómicos, dimensión que, sin excepciones, es mencionada como un déficit que dejarán sus seis años al mando del país, además del alto desempleo y la rigidez de la legislación laboral”.

Todo esto ocurre en un país donde surgen cada vez más voces pidiendo una revisión del implacable modelo económico neoliberal que provoca tantos elogios al jefe del Estado. Algunas críticas significativas provienen del propio sector empresarial, como las formuladas por Felipe Lamarca, quien fuera el conductor de todas las empresas del grupo de Anacleto Angelini, el segundo dueño de Chile.

La verdad duele

Según Lamarca, “la elite económica le rinde pleitesía a la elite
política y, por su parte, los políticos dicen: “¡Qué buena es nuestra elite económica!”, porque el país surge y estamos súper bien en la escala mundial”. El ex jefe de Copec-Celco usó una expresión mucho más gráfica: “Chile no va a cambiar mientras las elites no suelten la teta”

Phillipi llamó a que “cuidemos el capital de Chile acumulado con el esfuerzo de todos”, refiriéndose a un capital que sólo es de sus
dueños, no de todos los chilenos. Alabó la gestión económica del gobierno y los avances del país en los últimos seis años de Ricardo Lagos afirmando que el próximo gobierno “en marzo próximo recibirá un país de pie, sano y trabajando”, un país que supuestamente seguirá administrando la Concertación de Partidos por la Democracia con Michelle Bachelet.

Lagos agradeció en la cena de la Sofofa el homenaje de los empresarios. “Solamente quiero darle las gracias por el apoyo que he sentido de muchos de ustedes; por la forma en que sus instituciones han funcionado y decirles que creo que me voy teniendo más amigos que los que tenía cuando llegue hace seis años”, dijo.

Phillippi, que preside la filial chilena de la hispana Telefónica, le tiró algunas patadas a los críticos del modelo, en particular a quienes aspiran a suceder a Lagos. Desechó las propuestas de Lamarca de una mayor regulación del estado para proteger al consumidor, incluido el de telefonía, señalando que “últimamente se ha puesto de moda culpar de todos los problemas existentes a supuestas fallas en el funcionamiento de la economía de mercado. Se habla incluso de “corregir el modelo”, ¿qué modelo?”," dijo.

El jefe telefónico defendió los “principios” neoliberales. “Concentración [de la propiedad] en la economía no es sinónimo de extorsión a los consumidores; por el contrario, es una señal de que avanzamos”, aseguró el líder empresarial. Lamarca propuso “tenemos que tener un zar de la libre competencia, una defensa potente del consumidor”, pero Philippi retrucó “Chile no requiere de zares ni de más burocracia para resolver los abusos que puedan darse; el sistema actual tiene los mecanismos necesarios para hacerlo”, probablemente en alusión a “la mano invisible del mercado”.

“Pese al buen pie en que se encuentra el país, los candidatos han sido generosos en lanzar críticas de toda índole a la marcha de la economía, de sus instituciones y de las políticas sociales”, se quejó el dirigente. Se pronunció contra lo que llamó “argumentos que exceden con creces la dimensión propiamente ambiental” de los defensores de la naturaleza ante la destrucción que efectúan las corporaciones, como por ejemplo la exterminación de los cisnes de cuello negro por los residuos de una planta de celulosa construida por Angelini en Valdivia.

Gobierno para ricos

Según el economista disidente Marcel Claud, “el modelo de
crecimiento económico impuesto por la Concertación permite que cualquier forma de vida sea convertida en capital financiero. Así, Celulosa Arauco (Celco) puede seguir contaminando las aguas del río Cruces con total tranquilidad, pues el propio Presidente ha respaldado el funcionamiento de la planta”. Añadió que “de hecho Lagos se reunió con Angelini para solicitarle su comprensión ante las molestias ocasionadas por la presión de la ciudadanía cuando estalló el caso”.

Para Claud, “es la muestra de la perversa complicidad entre la coalición de gobierno y los grupos económicos, que nunca en la historia de Chile habían obtenido tan grandes utilidades como en los últimos cinco años. Para ratificar este espurio vínculo, Celco nombró presidente del directorio a Alberto Etchegaray, ex ministro de Aylwin y un hombre influyente en la Concertación. En la democracia de Lagos, priman los intereses privados por sobre el interés público. Y Michelle Bachelet, para no quedar fuera de este turbio esquema, incorporó a su comando al hijo de Etchegaray. O sea, Angelini ya compró su impunidad durante el próximo gobierno."

Claud se quejó porque “durante un año la muerte de los cisnes de cuello negro en el río Cruces de Valdivia ocupó la agenda mediática y medioambiental en Chile, pero pareciera que el foco se ha desviado y que la gran reacción de la ciudadanía frente a este desastre ecológico quedó en el pasado”. Añadió que “no se debe olvidar que desde que entró en operación su planta en San José de la Mariquina [Valdivia], la presencia de los cisnes en el Santuario de la Naturaleza Carlos Andwanter ha disminuido ostensiblemente. Antes de celulosa Arauco, en ese humedal existían más 5 mil de estas aves, hoy no superan las 400”. Según Claud, “el poder avasallador de Celulosa Arauco, que vulneró todos los estándares y normas medioambientales, no será el mismo después del caso Celco”.

“País bonito”, pero de fantasía

Curiosamente, la respuesta más contundente que recibió Phillipi no vino de la izquierda, ni de la candidatura de Michele Bachelet, heredera de “los éxitos” de Lagos, sino del candidato pinochetista por excelencia, el ex alcalde Joaquín Lavín, quien preguntó “¿Qué quiere el presidente de los empresarios que digamos?”

“¿Quiere que digamos que no hay delincuencia? Pero, sí hay delincuencia, el doble”, se preguntó y respondió a sí mismo. “¿Quiere que digamos que no hay cesantía? Sí hay cesantía, la misma cesantía”, añadió. “Lo que pasa es que él vive en un país bonito y están [los empresarios] ganando mucha plata, pero ésa no es la realidad de la clase media y de los sectores populares”, fustigó.

El candidato de derecha utilizó demagógicamente un sentimiento de rechazo popular cada vez más extendido. Sin que existan medios de comunicación donde se puedan debatir los grandes problemas nacionales y sin que la gente haya estudiado economía, ni haya recibido un adoctrinamiento especial, hoy cualquier ciudadano tiene cada vez más claro que el modelo de crecimiento neoliberal chileno trajo consigo mayor pobreza a las grandes mayorías.

El robo de las pensiones

La economía crece, pero con pobreza y desempleo. Hoy existe una clara percepción de que el crecimiento sólo aumenta las ganancias de los grandes grupos económicos dueños del país, mientras el empleo, en el mejor de los casos, se mantiene estancado tal como estaba hace seis años, cuando Lagos prometió acabar con la cesantía, que más bien crece. En Chile no se cumple el dogma académico de que por cada 3% de crecimiento de la economía el empleo aumenta en 1%.

Sin haber asistido a seminarios ni recibido conocimientos especiales, por fin hoy cualquier persona entiende en Chile que la privatización de los fondos de pensiones de los trabajadores sólo ha ocasionado grandes ganancias a quienes administran los 70 mil millones de dólares del sistema, pero no mejora las prestaciones sociales de los ahorrantes. No están alegres los supuestos “beneficiados” por un leonino sistema de pensiones llamado hasta “milagroso” por la propaganda mediática, inventado por José Piñera, hermano de otro candidato presidencial, el archimillonario Sebastián Piñera, el quinto dueño de Chile.

La causa de tanto descontento y la percepción de lo que parece una monumental estafa se debe a que ya están comenzando a pagarse las primeras jubilaciones del sistema privado implantado por la dictadura en 1981. Las pensiones son francamente miserables, en tanto el hambre parece agudizar el conocimiento de las propias víctimas.

El sistema privado obligatorio de pensiones se reprodujo en muchos otros países de América Latina, como Perú en 1992, Argentina y Colombia en 1993; México y Uruguay en 1995; Bolivia y El Salvador en 1996, Costa Rica y Nicaragua en 2000 y Ecuador y República Dominicana en 2001.

Pero también el sistema fue llevado a otras latitudes, como Suiza en 1985, Australia en 1992, Hungría y Kazajstán en 1997, Polonia y Hong Kong en 1998, Bulgaria en 1999, Suecia en 2000 y Croacia más Latvia en 2001.

También se reprodujo sin carácter obligatorio, como sistema privado de capitalización individual voluntario, en Brasil y Guatemala en 1997, España en 1987, República Checa en 1994, Federación Rusa en 1998 y Alemania en 2001. Al mismo tiempo, se intentó implantarlo, o se realizan esfuerzos para imponerlo, en Eslovaquia, Grecia, Guatemala, Honduras, Lituania, Macedonia, Panamá, Paraguay, Rumania, Ucrania y Venezuela.