Mientras Alberto Fujimori,
y tres personas más viajaban en un avión privado de Tokio a
Santiago el sábado 5 de noviembre del 2005, en el New York
Times
salía publicado un artículo de James Brooke titulado «Líder
desacreditado y exiliado espera volver a dirigir el Perú» en la
sección The Week in Review, página 2. Dice Brooke, lo único que
se levanta entre Alberto Fujimori y una verdadera campaña para
ocupar la presidencia del Perú son unos 16,000 kilómetros del
Océano Pacífico - y una orden de arresto de la INTERPOL-. Lo
primero lo compró, lo segundo lo ignoró utilizando su pasaporte
japonés
y un avión privado.

Al emitir el cheque por 350,000 dólares a la empresa que le alquiló
el avión en el viaje sin retorno, Fujimori estaba calculando que la
INTERPOL no se interpondría. Por las dudas no tomó un avión
comercial en primera clase, que le hubiera ahorrado 340,000USD.
No se iba a exponer a un trasbordo. Dice Brooke, el sábado 5 de
noviembre, "Fujimori promete volver en seis meses". Regresó
antes. El 24 de octubre envió a Lima a Luis Delgado Aparicio,
secretario general del partido de Fujimori, Si Cumple, para que
preparara su regreso. Ahora es asunto de esperar cuándo y cómo
llega a Lima.

La esperanza de los abogados peruanos de la cancillería era que
apenas pusiera un pie fuera de Japón, "lo recibirá un juez en el
aeropuerto", dijo Javier Ciurlizza al New York Times. Al revés fue
bienvenido por el gobierno de Chile en su calidad de ex presidente
del Perú, creándose un punto más de conflicto entre los países
vecinos.

La historia reciente

Cuando hace ocho semanas, el ex presidente prófugo de la ley
entró al consulado peruano para sacar un pasaporte nuevo, el plan
de regreso al Perú se había iniciado. La visita a Tokio en agosto
del 2005 de César Nagasaki, su abogado peruano acompañado del
equipo legal desde Lima, anunciaba la intención final del retorno.
Se interponía en este regreso la suma de 21 procedimientos
legales, tres de los cuales estaban por sentenciarse en la Corte
Suprema en octubre y estaban relacionados a la asociación ilícita
para delinquir a través de la firma de 1,800 millones de dólares
para la compra de armas a la mafia de Montesinos. Dijo Fujimori
en agosto a la prensa a través de su página web que regresaría al
Perú para presentarse a las elecciones del 2006.

El 18 de septiembre del 2005 el consulado peruano en Tokio le
emitió un pasaporte argumentando que fue "de acuerdo a la
Constitución y al reglamento consular vigente". Según El País de
Madrid del 19 de septiembre del 2005, el ministerio peruano de
Relaciones Exteriores había dejado claro que el hecho de haber
entregado el pasaporte al ex presidente no significaba que el
Ministerio fuera a paralizar el proceso de solicitud de extradición a
las autoridades japonesas.

Evidentemente entrar en territorio peruano en el exterior no fue
causa para detener a este prófugo de la ley, que abandonó el
cargo de presidente de la república y que está acusado en 18
casos de corrupción y en varios casos de crímenes de lesa
humanidad. Esa fue la primera prueba de fuego y la pasó
limpiamente. ¿Dónde estaba la policía peruana? ¿No había un
agregado policial para detenerlo? ¿un juez? ¿nadie en la embajada
pensó que iría al consulado peruano a recoger el pasaporte
solicitado? Alguien no estaba pensando correctamente. Es un
delincuente al que hay que prever como tal.

Las inocencias sentenciadas y las previstas

Un mes mas tarde de obtenido el pasaporte, el 19 de octubre del
2005, hace menos de tres semanas, el abogado peruano de
Fujimori, Nagasaki logró que la Corte Suprema sentenciara que no
hubo asociación ilícita parea delinquir entre Fujimori, el ministro de
economía Camet y Vladimiro Montesinos para hacer estas
compras, sentencia que se hizo pública de inmediato. Con esto
las acusaciones de corrupción han comenzado a desmoronarse.
Desbaratada la asociación ilícita en estos primeros tres casos
mayores, los demás caerán pos su peso.

Según el medio limeño de información jurídica Justicia Viva del 3
de noviembre del 2005, dos días antes de tomar el avión privado a
Santiago, "el abogado Nakasaki exige -nada menos- que la
declaración de nulidad de cuatro procesos penales seguidos en
contra de su patrocinado: los casos de violaciones a los derechos
humanos (Barrios Altos y La Cantuta), el caso de la entrega de
dinero a Héctor Faisal, el caso del "chuponeo" telefónico y el de la
compra de maquinaria china.

El principal sustento de la petición es que Fujimori no ha tenido
defensa técnica, es decir, no ha contado con abogado defensor
desde el inicio de los procesos y que los abogados de oficio
designados por el Poder Judicial para que lo defiendan no han
realizado una labor eficaz." Es decir los casos de lesa humanidad
serían descontados si Nagasaki tiene éxito. Mientras tanto
Fujimori espera como ciudadano japonés sentado en una
detención oficiosa en Santiago.- Así llegará más rápido a Lima,
cuando le declaren los casos nulos, o cómo Schutz, a su país de
pasaporte. Esa es la espera de Fujimori.

Mientras tanto el antecedente es que el gobierno chileno en estos
cinco años pasados no ha extraditado a ningún acusado de la
justicia peruana. En el cálculo del abogado de Fujimori y del
propio AFF, el gobierno Chileno no lo va a extraditar antes de que
se declaren nulos los casos. Para el gobierno chileno, lo cómodo
sería regresarlo a su país de origen: Japón.

La estrategia seguida desde el inicio según la revista electrónica
Justicia Viva de Lima, es "que Fujimori definió que no sólo se
mantendría en condición de prófugo de la justicia, sino que
además no presentaría abogado para ejercer su defensa, para
después denunciar que nadie lo ha defendido y sustentar que, por
lo tanto, los procesos que se le sigue son nulos."

La búsqueda del argumento de persecución política fue deshecha
por el abogado defensor Nagasaki ante la Sala Penal Especial de
la Corte Suprema de Justicia peruana en setiembre del 2005,
cuando refirió que siempre "me he cuidado en decir que no hay
persecución política; incluso me han reñido algunos compañeros
de Si Cumple (partido de Fujimori que reclamó hasta entonces la
persecución política), por no señalar eso". A renglón seguido,
manifestó "que no puede señalar eso (decir que hay persecución
política) en donde se ha absuelto a (la congresista fujimorista)
Martha Chávez, donde se ha respetado la libertad de Carlos
Boloña (ex ministro de Economía del anterior régimen)", según
informa la dirección de imagen institucional y prensa del poder
judicial en Lima. El camino es que los casos son nulos

Mientras tanto el Grupo Colina está en la espera de sentencia en
diciembre de este año, mientras ha estado amenazando a los
testigos, inclusive a algunos miembros que decidieron ponerse a
derecho y confesar los delitos cometidos, según el Diario la
República de Lima del 12 de octubre del 2005. Sobre esto dijo
Rolando Ames, ex senador y es miembro de la Comisión de la
Verdad: "La amenaza a testigos de hechos violentos,
desapariciones y crímenes durante las décadas de guerra interna
expresa la dificultad de corregir conductas, personales y
colectivas, cuando la irracionalidad de la agresión de Sendero
Luminoso al país brinda la opción, que parece fácil, de justificarlo
todo."

Se recuerda que entre las acusaciones al grupo Colina y a Alberto
Fujimori como responsable directo está el haber entrado en una
fiesta en el centro de Lima y asesinado a todos los participantes,
incluyendo niños y animales; secuestrado, asesinado,
descuartizado e incinerado a nueve alumnos de la Universidad la
Cantuta entre otros.

¿Qué le pasó a la INTERPOL?

El vocal instructor peruano José Luis Lecaros anunció el 24 de
enero del 2002, que había dictado una tercera orden de captura
internacional a la Interpol contra el ex presidente Alberto Fujimori
por el delito de peculado, por haber dispuesto el pago de 15
millones de dólares a su ex asesor, Vladimiro Montesinos, como
indemnización por tiempo de servicios, según AgenciaPerú.Com.
Las primera dos órdenes de "ubicación" del ex mandatario fueron
por los delitos de lesa humanidad, en el caso de la matanza de 25
civiles, durante los años 1991 y 1992 y por abandono del cargo e
incumplimiento de deber.

En el más reciente pedido de captura se han presentado diferentes
supuestos y pruebas distintas, de modo que se esperaba que la
Interpol hiciera caso al requerimiento y ubicara y capturara a
Fujimori, quien se refugió en ese país en diciembre del 2000,
amparándose en una nacionalidad japonesa, dijo Agencia
Perú.Com en enero del 2002. Ni siquiera la ubicaron (¡!) cuando
entró al consulado peruano a recoger su pasaporte.

"La orden ya ha sido enviada a la sede de la Interpol en Perú para
que ésta, a su vez, lo remita a la oficina principal, en Francia, y
sea distribuida a todas sus dependencias en el mundo -pese a
saberse con exactitud la ubicación del prófugo- de modo que será
la oficina de Tokio la que finalmente ubique y capture al señor
Fujimori", señaló el vocal encargado de los procesos contra el ex
mandatario en el 2003. No fue en Tokio, de dónde el ciudadano
japonés Kenya Fuijimori pudo despegar en su costosa ruta privada,
ni tampoco ubicado y detenido en Tijuana, México o en el
aeropuerto de Santiago, donde le extendieron una visa de 90 días
en su mismo pasaporte japonés. Vale la pena el detalle de la
publicidad de la empresa Aerocardal de Santiago, que con su
terminal de vuelos privados asegura que "los procesos de
migración y aduana resultan breves y funcionales en un terminal
privado: no más de diez minutos para un total de cinco a ocho
pasajeros."

El secretario de Gobernación de México Carlos Abascal dijo al
diario Reforma, el 8 de noviembre del 2005, que México no tenía
solicitud de extradición y que por eso no lo detuvo, confundiendo
los tiempos de ubicación, detención y extradición que son
claramente diferenciados. Dijo Abascal en una nota de prensa que
"la autoridad mexicana no tenía las facultades para detener al
pasajero en escala técnica por carecer de la correspondiente orden
de detención con fines de extradición". El gobierno peruano aún
no le pide explicaciones al gobierno mexicano una semana
después de los hechos. Quien ha pedido explicaciones es el PRD
en el senado mexicano. ¿No tenía México acaso una orden de
detención de la INTERPOL? O lo tenían y lo ignoraron. ¿O el
pasajero de apellido japonés con pasaporte de ese país pasó
desapercibido?

Las noticias del vuelo

A Santiago llegaron cuatro personas, y Luis Silva Santisteban. Sin
embargo según informaciones de la Fuerza Aérea del Perú, en
Tijuana había tres personas abordo. El administrador del
aeropuerto de Tijuana, Enrique Valle Álvarez, informó hoy 9 de
noviembre que el nombre de Alberto Fujimori no figuraba en los
documentos del plan de vuelo a México del avión que traían al ex
presidente peruano desde Tokio: el ciudadano peruano Jorge Béjar,
Arturo Makino amigo personal del prófugo que se encargó de la
administración de las donaciones japonesas captadas por las
ONG de la familia Fujimori, Apenkai y Aken, por donde se filtraron
millones de dólares a la familia y Nagato Katsukata, periodista de
la televisión nipona. No están ni Silva Santisteban, hombre de
inteligencia que fuera embajador en Bonn desde 1992 hasta 2000 y
portavoz desde el hotel Marrito en Santiago, ni Alberto Fujimori.
Cabe recordar que Acapulco fue la última escala de Fujimori
cuando dejó el Perú en noviembre del 2000 en el avión
presidencial, antes de enrumbarse a Las Filipinas.

Mientras tanto, portavoces de la Fuerza Aérea de Perú informaron
a EFE que el vuelo de la empresa aérea chilena Aerocardal se
realizó en un avión BD-700-1 A10, llamado Global Express,
fabricado por la empresa Bombardier que cubrió la ruta Tokio-
Tijuana-Santiago y que cuenta con una autonomía de 11.000
kilómetros de vuelo. A un precio de 10,000 USD hora de vuelo, es
un equipo costoso. Los propietarios de Aerocardal, son
empresarios chilenos.

Según el Instituto de Comunicaciones Globales de Japón, la
tercera orden de arresto global de la INTERPOL emitido el 9 de
marzo del 2003 está vigente y algunos países habían declarado la
intención de arrestarlo apenas estuviera a la vista. Estos países
no incluyen a México, Estados Unidos o Chile.

Ir a Chile en un momento de tensión sobre los límites marítimos
muestra de parte de Fujimori no solo su sagacidad sino su
persistencia. INTERPOL y los mecanismos de extradición
internacionalmente reconocidos han quedado expuestos como
inoperantes, y la relación de Fujimori con la prensa internacional,
como de primer nivel. La única razón para una extradición que la
justicia chilena atenderá serán los crímenes de Lesa Humanidad si
hay las presiones internacionales adecuadas. De otro modo AFF
será una carta más de la política exterior del país del Sur.

ALAI-AMLATINA 09/11/2005