«Las técnicas de desestabilización empleadas por Estados Unidos para derrocar gobiernos democráticos son similares en todos los países», explicó la diputada venezolana Jhannett Madriz en el coloquio Axis for Peace.
En Venezuela, el gobierno estadounidense participó en el golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez. Pero sin llegar a los extremos de la violencia visible, este gobierno también financia en gran medida a grupos de opositores y a grandes medios de comunicación.» La vicepresidenta del Parlamento Andino ofreció soluciones para neutralizar estas técnicas de injerencia. Estados Unidos interviene en el momento de las elecciones para derrocar gobiernos democráticos: por una parte, organizaciones estadounidenses que participan como observadoras durante las elecciones declaran que ha habido fraude y, por la otra, grupos de la sociedad civil financiados por Washington se lanzan a las calles y reclaman el poder para su candidato. «En 2004, durante el referéndum revocatorio del presidente Chávez, organicé la visita de algunos observadores internacionales independientes para verificar y certificar el desarrollo adecuado del proceso electoral. Gracias a ello, el Centro Carter y la Organización de los Estados Americanos no pudieron declarar que había habido fraude. Pudimos de esta forma neutralizar el ataque que Estados Unidos había previsto contra nuestro gobierno.»