Luego que se consumara el remate de ENTEL PERU, por parte del delincuente Kenya Fujimori a favor de la empresa española de capitales públicos, Telefónica, se inició el monopolio anticonstitucional en el terreno de las telecomunicaciones que ha significado hasta el momento para el usuario, tener que pagar las tarifas más altas del mundo en este rubro y peor aún, se practica una exclusión inexplicable e inaceptable en perjuicio de una productora nacional de televisión a través de Cable Mágico.

Nadie está en contra de que en la parrilla de programación nacional de la Empresa de Televisión por Cable, (cuya concesión no estuvo en las condiciones de venta de ENTEL PERU), se emitan las señales de canales de Arabia, Japón o China, a pesar de que las comunidades interesadas en nuestro país sean mínimas, pero, se respeta ese derecho por lo demás universal y reconocido por las leyes y la Declaración de los Derechos del Hombre.

¿Pero, porqué a una productora nacional, con señal internacional vía satélite y que tiene origen de emisión en Arequipa, se le impide salir en la programación de Cable Mágico a nivel nacional?. Telefónica del Perú, está obligada moralmente a ubicar dentro de su parrilla de programación a Perú TV. Habrían aducido con el señor Carlos Valente, Presidente Ejecutivo de TdP, a la cabeza, que no hay espacio y que es potestad de esta empresa dar o no dar acogida a la producción de Perú TV.

Hasta donde conocemos, Perú TV cubre actualmente con dar servicio de información, entretenimiento y difusión de identidad cultural a los departamentos de Puno y Moquegua a los que no llega Cable Mágico porque “no es rentable” según lo dicen y lo repiten los ejecutivos de esta empresa, sin considerar que una política estratégica de comunicaciones es la de integrar al país que los acoge, más aún considerando que Telefónica es mayoritariamente de accionariado estatal español, es decir, es una empresa pública.

¿Qué pasaría, nos preguntamos, si en España, Cable Mágico o su equivalente excluyera o discriminara a la producción de televisión, vasca, andaluza o catalana? ¿podrían decir, como aquí, que no hay espacio y otros pretextos? O ¿es que realmente hay intereses ocultos detrás de la negativa de esta empresa (ENTEL PERU) privatizada y que pertenecía a todos los peruanos?

¿Se puede impedir que una producción que engloba a más de 2 millones de televidentes en el sur del Perú, y que, por ende, tiene un correlato a nivel nacional en el interés que esta comunidad extiende por todo el país a que se conecten a través del servicio de Cable Mágico?

Los ejecutivos de Telefónica del Perú, deben reconsiderar seriamente su posición respecto de lo que estamos comentando porque en el fondo estarían cayendo en el proceso de discriminar sin causa valedera, el legítimo derecho de los peruanos a integrarse culturalmente a través de las redes que el estado peruano concesiona, porque es el verdadero dueño del espectro electromagnético y que incluye en él a la televisión por Cable. Salvo que, los intereses ocultos de grupos de poder vean amenazadas su prebendas y gollerías en el campo de la comunicación masiva, a la que no pueden prestar su complicidad los funcionarios que responden mayoritariamente, también, a la exigencia democrática, amplia y libérrima de los ciudadanos españoles.