«El golpe de Sharon parece acelerar el plan de paz», asegura el Miami Herald en la portada de su edición de 22 de noviembre de 2005.

Al perder la mayoría en el seno del partido político que contribuyó a construir, el Likud, el Primer Ministro israelí acaba de convocar a elecciones generales, dimitir de su formación y crear su propio partido. Sharon, ex comandante de un comando de asesinos, responsables de las matanzas de Sabra y Chatila, es partidario de un régimen de apartheid mantenido por la fuerza, y se opone a Netanyahu, partidario del Gran Israel.

Les decisiones del Primer Ministro fueron presentadas por su vocero como un «reto para la paz» y esta interpretación fue la recogida por el diario de La Florida. No obstante, se trata de saber lo que pudiera significar ese enfrentamiento en el seno de la extrema derecha israelí para la igualdad y la justicia, condiciones esenciales para una paz duradera.