No basta, para alguna prensa internacional y cierta prensa nacional convenientemente de parte, que el nipón y delincuente Fujimori se largara del país, con bultos innumerables y dejara a una de sus crías en Palacio, sino que hay que preguntarle por su versión de los hechos. No ha sido suficiente, que el pueblo lo echara a escupitajos y con el asco
que generan las ratas y debido a ello tomó el avión y ¡sanseacabó! El pusilánime de marras está "revelando sus verdades" desde su natal Japón y ¡vaya Dios a saber si fuera del Perú se cree que somos endiablamente estúpidos! ¡Y para colmo algunos congresistas, tarados per se, ya se afilan los dientes para conocer el país del sol naciente en un envidiable viaje de turismo y si hay chance para "interrogar" al ilegítimo y proditor Fujimori.

Resulta que ahora un delincuente le echa la culpa al otro de todo y cuanto ocurrió sólo puede ser responsabilidad ajena y no de él. La sartén Fujimori le dice a la olla Montesinos: ¡no me tiznes! La señorita Keiko Sofía, que estudió arte dramático (es una excelente actriz) en los Estados Unidos -con el dinero de los peruanos- alega que su padre no sabía nada y que fue una inocente paloma, pero no puede explicar la huida vergonzosa, como lo son todos los escapes de las ratas humanas y ha dicho que el diabólico Montesinos le ha amenazado de muerte. ¿Puede ser digna de crédito y respeto una persona que gozó, se refociló y mal usó el dinero público? Rumores la sindican vinculada al accionariado de una mina y a una cadena de hoteles del interior del país.

La historia enseña que pueblo que no corrige sus yerros, termina repitiéndolos con secuelas mucho más dañinas que las originales. Y hay personajes públicos que andan diciendo que no habrá caza de brujas. Estoy de acuerdo: ¡lo que tiene que haber es una cacería de ratas! ¡Y a los cacos, hay que decirles ladrones! ¡Y a los sinverguenzas, caraduras! ¿Qué esperan los miles de fujimoristas enquistados en los ministerios,
en las dependencias públicas, en las prefecturas, para renunciar por las buenas? El espectáculo que dieran las señoras parlamentarias de la ex-mesa directiva no tiene comparación en el Olimpo de la sinverguencería: la sutil retrasada mental Luz Salgado afirmó no haber renunciado antes porque "tenía un compromiso con varias iniciativas y
para evitar un vacío de poder". ¿El país no puede funcionar sin esta pobre diabla? ¿Un vacío de poder? ¡Si es su cerebro el que está huérfano de cualquier inteligente decencia! Tengo por cierto que el Perú no sólo camina sin la Salgado sino que tiene que expectorarla de la cosa pública. Su trayectoria es la de una oportunista a quien la casualidad y ruina moral de una dictadura colocó en puestos de alta importancia que
perdieron su encanto apenas ella se apoltronó en los mismos.

La revolución moral que el Perú demanda y exige es una urgente y fundamental. Cuando el pueblo se lanzó a las calles y a las plazas a combatir a la dictadura de Fujimori, terminó echándola, pero en sus símbolos fundamentales. Falta ahora que se remueva a todos los colaboracionistas y sinverguenzas que pueblan la administración civil y militar. ¿Qué espera el gobierno transitorio de Paniagua para aplicar la mano dura? ¿Hay temblores o vacilaciones? ¡Para eso no los necesitamos! ¡El pueblo peruano demanda soluciones contundentes y patrióticas! ¡No afeites cosméticos! ¿Cuándo barren por dentro la Cancillería? Siguen llegando los documentos y copias que prueban la comisión de múltiples delitos a cargo de diplomáticos de la mafia fujimorista que lidera
Alfonso Rivero, embajador del Perú en Estados Unidos. ¿Qué corona tiene éste y su taifa para persistir en puestos de privilegio?

Se quiere desviar la atención pública orientándola a una discusión inane sobre el vídeo que muestra a los traviesos hijos de Fujimori y hasta la integérrima ministra Villarán hace largos comentarios sobre algo que la verdad no merece sino una sonrisa y hasta un mohín de conmiseración. Mientras que millones de niños no poseen ni las mínimas condiciones de vivienda o educación, un idiota departe cariños y mimos con un perro y
juega a militar. En fin, esas cuitas no tienen porqué interferir en el debate político que tiene que juzgar y condenar al delincuente Fujimori. ¡Miseria humana!

¡Hay que romper el pacto infame de hablar a media voz! Y creo que sería muy interesante proponer a los congresistas que si persisten en el distrito único como forma de elección para abril del 2001, entonces que demuestren su civismo, declinando, TODOS, su postulación. Es decir, alejándose del Congreso, olvidando sus jugosos sueldos, y dando la oportunidad a otros, de repente con cerebro, para que hagan algo por el país y que asuman su representación sobre la base del voto soberano y no como el fraude del 9 de abril que dio nacimiento a uno de los parlamentos más estúpidamente mediocres de que se tenga memoria. ¿Aceptarán la moción de cólera del día? ¿Será que el amor no es al chancho, sino a los chicharrones?

Parece que no sólo el japonés es un cínico consumado y triste en su soledad enloquecida. Hay otros 118 que también serán juzgados por el veredicto del pueblo. ¡No a la impunidad, castigo y cacería para las ratas!

*Liberación, 9-12-2000