Después de que el Paquete Marco de julio [1] fue aprobado a la fuerza en el Consejo General en julio de 2004, reinaba un ánimo triunfante entre las grandes potencias comerciales y el secretariado de la Organización Mundial del Comercio. Esto era lo que necesitaban para poder avanzar en las conversaciones luego del descarrilamiento de la 5ª reunión Ministerial de la OMC, celebrada en Cancún, México, en 2003. Como lo han señalado muchos analistas, la OMC alcanzó su principal propósito de salvar la Ronda de Doha del Desarrollo y el sistema multilateral de comercio.

Este ánimo prosiguió hasta septiembre de este año, cuando el recientemente designado Director de la OMC, Pascal Lamy, anunció confiadamente que dos tercios de la Ronda deberían completarse en Hong Kong. En el lenguaje de las negociaciones, esto significa que las modalidades completas para las áreas principales de la agricultura y del acceso al mercado de productos no agrícolas (NAMA, por sus siglas en inglés) quedarían establecidas y otras áreas de negociaciones estarían en marcha.

Luego del reciente Consejo General de la OMC, que concluyó en octubre, y de la serie de reuniones de la Sala Verde [2] y reuniones informales que siguieron, el estado de ánimo ahora ha cambiado de confiado a vacilante.

Avanzando a plena velocidad

En los dos últimos meses, los miembros y el secretariado de la OMC han estado muy atareados. El mes de octubre fue testigo del Consejo General de la OMC en Ginebra, de una serie de reuniones informales, incluyendo la de las Cinco Partes Interesadas (FIPS, por sus siglas en inglés) [3] sobre agricultura, y más recientemente, de las reuniones del nuevo Quad más uno [4] y de la Super Sala Verde [5], en Londres y Ginebra, respectivamente.

La sesión del Consejo General de octubre comenzó bien para las grandes potencias comerciales, dando la sensación que las negociaciones estaban avanzando. Éste era el mensaje común que emitían los presidentes de los comités de negociación de agricultura, NAMA y servicios.

En agricultura especialmente, el presidente confiaba que las cosas avanzaban bien, luego de la muy publicitada oferta de EE.UU. de recortar sus subsidios. Y puesto que la agricultura ha sido siempre el punto de quiebre de esta ronda, esto significaba que las negociaciones progresarían en otras áreas. Como lo señaló el presidente de la mesa, Crawford Falconer, las ofertas más importantes ya estaban en la mesa, reflejando un cierto grado de progreso [6].

Incluso Brasil, el líder del G20, que se opuso a cualquier avance en las negociaciones sobre agricultura durante la 5ta reunión ministerial en Cancún, ahora era un firme partidario de continuar adelante. El embajador brasileño Clodoaldo Hugueney aplaudió la propuesta de EE.UU., considerada como el factor que desbloqueó el progreso, afirmando que “no era suficiente, mas constituía un paso adelante" [7].

Hubo también un desbloqueo en la otra área principal de negociaciones: el NAMA. El presidente de las negociaciones NAMA, Stefan Johanneson, se reconocía "optimista porque comenzaba a darse una convergencia alrededor de la formula suiza [8] o de tipo suizo" [9]. Aunque esta postura no reflejaba los sentimientos de otros países en desarrollo, fue anunciado como un avance.

Incluso el presidente de las negociaciones sobre servicios, el embajador Mateo de México, se mostró confiado que al moverse las cosas en agricultura y NAMA, también avanzarían las negociaciones en servicios.

Y puesto que el camino hacia delante parecía libre de rompe velocidades, el secretariado de la OMC confiaba que un borrador del texto ministerial estaría listo antes del 15 de noviembre.

Cambio de marchas

Pocos días antes de la fecha final muy esperada del 15 de noviembre, el camino ya no parecía tan despejado.

Si bien hubo muchos esfuerzos, como aquellos del presidente de la mesa de servicios, para producir varios borradores de los textos Ministeriales sobre servicios, ello no significó progreso alguno en las negociaciones. Al contrario, puesto que los borradores de los textos contenían muchos elementos muy controvertidos, que no habían logrado consenso entre la mayoría de los miembros, causó divisiones más profundas y endureció la oposición.

Lo que ahora se dice es que el texto estará listo cerca de la fecha del Consejo General de la OMC, del 2 y 3 de diciembre. Eso podría también dar ventaja a las grandes potencias comerciales, puesto que los países en desarrollo, cuyos equipos técnicos en Ginebra son menos numerosos, no podrán reaccionar ni señalar su oposición a este borrador, si sale apenas 24 horas antes de su consideración en el Consejo.

La razón principal para el cambio fue la falta de avances en las conversaciones sostenidas en Londres y Ginebra hacia inicios de noviembre. Los informes de prensa al respecto dan cuenta de los resultados: “El miércoles 9 de noviembre, varios países clave de la Organización Mundial del Comercio (OMC) dijeron que han llegado a un impasse y están con el tiempo apretado para alcanzar acuerdos sobre el borrador del tratado comercial que supuestamente debe finalizarse en la conferencia de la OMC en Hong Kong, del 13 al 18 de diciembre”. [10]

Luego de anunciar en octubre que “las negociaciones están en marcha”, los miembros de la OMC están ahora recalibrando sus expectativas para la ministerial de Hong Kong. Ellos señalan que las expectativas para Hong Kong tendrán que reducirse.

El impasse es el resultado de la intransigencia de Estados Unidos y la Unión Europea y las demandas extremas que plantean a los países en desarrollo. Mientras los Estados Unidos han hecho la oferta en agricultura, que todavía no es suficiente pero sin embargo ha sido bien acogida, la Unión Europea ha dicho sin rodeos que los países en desarrollo no pueden aspirar a nada más, a menos que ellos den más en el NAMA y servicios.

Estados Unidos y la Unión Europea tenían la expectativa de que sus ofertas de recortes superficiales de subsidios requerían compromisos de los países en desarrollo de recortar radicalmente las tarifas industriales, bajo NAMA, y de ofrecer más en los servicios. Los países en desarrollo sin embargo, mantienen una postura firme, al menos por el momento, y exigen que primero se hagan recortes reales de los subsidios, antes de considerar los recortes de las tarifas industriales. “Claramente, hay una brecha entre quienes tienen altas ambiciones en el NAMA y en los servicios, como EE.UU. y la UE, y aquellos países, principalmente en desarrollo, que buscan una agenda “equilibrada”, transversal a todos los temas”. [11]

Esta clara falta de consenso trae malos recuerdos de los días anteriores a la Ministerial de Cancún; entonces, en un gesto preventivo, la OMC ha cambiado de táctica, señalando que Hong Kong podría ser apenas una parada en los pits de la carretera. De esta manera, aún si no se registra progreso ni decisión en la Ministerial de Hong Kong, no será vista como un fracaso de la OMC. Ésta no puede permitirse otro Seattle o Cancún, puesto que un tercer colapso significaría una aguda crisis en la institución.

La versión que circula en el entorno de la OMC es que dos ministeriales más serán realizados en el 2006, una para aprobar las modalidades [12] y otra para concluir la Ronda de Doha. La primera podría convocarse tan pronto como marzo del 2006. Ello demuestra que, a pesar de que las señales son contrarias, la OMC sigue convencida de que puede concluir la ronda en el 2006.

Haciendo las reglas sobre la marcha

La OMC bien puede confiar en concluir las rondas para el 2006, siendo que ha ido cambiando las reglas del juego conforme a su plan. Desde que Pascal Lamy, ex representante de comercio de la Unión Europea, tomó las riendas de la OMC, las cosas comenzaron a cambiar sustancialmente.

La primera indicación de ello vino de informes procedentes de Ginebra, de que el Director General de la OMC elaboraría él mismo el borrador del texto, que llevaría a Hong Kong "bajo su propia responsabilidad". Tradicionalmente, ha sido el Presidente del Consejo General quien, junto con los presidentes de mesas sectoriales, producía los borradores de textos para la Ministerial.

Siguiendo este precedente, el presidente de servicios produjo varios textos Ministeriales sin un consenso o acuerdo mayoritario de los miembros. Hay preocupación de que otros presidentes seguirán el ejemplo y llevarán los textos a Hong Kong "bajo su propia responsabilidad", desconociendo por completo el proceso de construcción de consensos para la elaboración de los textos borradores.

Las cosas han cambiado tanto, en efecto, que incluso este proceso de consenso ha sido redefinido bajo la supervisión de Lamy. Ya no se necesita el consenso para incluir elementos en los textos, pero sí se lo necesita para quitar algo del texto. Hecho que ha causado furia entre los delegados de países en desarrollo y la sociedad civil.

Pascal Lamy también ha redefinido su rol como Director General, asumiendo tareas de la presidencia del Consejo General. La Super reunión de la Sala Verde o "mini-ministerial", que ocurrió en Ginebra el 8-9 de noviembre, no solo fue presidida por Lamy, sino que tuvo lugar en las propias instalaciones de la OMC. Previamente, las mini-ministeriales, siendo informales, exclusivas y sin que formen parte de los procedimientos oficiales de toma de decisión de la OMC, se habían organizado por iniciativa e invitación de miembros de la OMC. Esta vez, el Director General ha asumido un rol proactivo y lo ha hecho parte, de facto, del proceso oficial de toma de decisiones de la OMC.

La secretaría, que supuestamente es la facilitadora imparcial de las negociaciones entre miembros de la OMC, ahora se ha tomado el asiento del conductor. Y parece ahora que Lamy está decidido a concluir la Ronda, realizando tantas mini-ministeriales como sean necesarias. Cuando se le preguntó al respecto, un funcionario de la OMC dijo que ello no está contra las reglas, y que incluso se podría realizar una por día.

A descarrilar la parada de los "pits"

Mientras que las expectativas para Hong Kong se atemperan, la sociedad civil, los movimientos sociales y los activistas deberían estar avanzando a pleno vapor. Las negociaciones están ahora estancadas, oportunidad para entrar en escena para impedir que se concluya acuerdo alguno en Hong Kong ni en el futuro. Los países en desarrollo están comenzando a posicionarse juntos y a resistir la presión de abrir aún más sus mercados. Es ahora que se debe mantener la presión en las capitales nacionales, y el mensaje de los pueblos de que esta Ronda no tiene nada de desarrollo, debe ser claro y contundente. La sociedad civil y los movimientos sociales deben irrumpir en Hong Kong y en sus capitales durante la 6ta Reunión Ministerial y así asegurar que no se avance hacia la conclusión de la Ronda.

Fuente: Focus: On the road to Hong Kong, Number 1, November 2005

[1El Paquete Marco de Julio es un acuerdo de principio, referido principalmente a la agricultura, alcanzado en el Consejo General del 31 de julio de 2004 en Ginebra, Suiza. Proporciona el marco operativo para futuras negociaciones sobre agricultura, el acceso al mercado de productos no agrícolas y otros temas.

[2La Sala Verde se refiere a las reuniones informales y reservadas, realizadas usualmente junto a las reuniones formales de la OMC. Es común durante reuniones ministeriales.

[3Las Cinco Partes Interesadas están conformadas por los E.E.U.U., la Unión Europea, Australia, India y Brasil.

[4El nuevo Quad está compuesto por los E.E.U.U., la Unión Europea, India y Brasil. Japón era huésped especial en la reunión en Londres.

[5La Super Sala Verde se refiere a una versión más grande de las reuniones informales reservadas.

[6Focus on the Global South, Geneva Update No. 2, 18 Octuber 2005.

[7Ibid.

[8Es una fórmula de armonización que utiliza una sola fórmula matemática para producir una gama estrecha de tarifas finales.

[9Focus on the Global South, Geneva Update No. 2, 18 Octuber 2005.

[10Friends of the Earth International Press Release 11 November 2005.

[11Washington Trade Daily, A Less Ambitious Hong Kong Conference, 9 November 2005.

[12Modalidades: Metodología a seguir durante las negociaciones.