Es fácil escribir y comentar o criticar después de los hechos; pero más fácil es hacerlo cuando antes de los hechos se prevía lo que iba a pasar; y más fácil aún cuando una de las actrices defensora del estropicio que se pretendía hacer –y aún se persiste en llevar adelante- declare lo que ha declarado la inefable jefe del gabinete de asesores del Primer Ministro -el también inefable PPK- Cecilia Blume en el Diario Gestión 25-11: comentó que existe la posibilidad de que Perú pueda cerrar primero las negociaciones para la firma de un TLC con EEUU, pero eso no implicará que el Congreso norteamericano lo vaya a aprobar primero.

"No podemos decir que de nada nos sirve firmar primero el TLC, nos sirve porque nos da la posibilidad de tener un plazo de revisión legal más amplio, nos permite estar seguros de que contamos con toda la legislación que necesitamos y que nuestro tratado esté perfecto. Entonces cuanto antes hagamos esto tendremos más plazo", dijo.

Señaló Blume que es necesario revisar el tratado frente a todo el marco legal del país, porque como no sabemos en qué hemos quedado porque aún no se termina de negociar, existen varios puntos abiertos.

Precisó que, por ejemplo, en el tema de la agricultura un producto se divide en varios subproductos y categorías, entonces hay un montón de trabajo legal por hacer que va a demorar varios meses. "En este tiempo nosotros vamos a poder efectuar una mayor reflexión y poder contar con tranquilidad para hacer estas verificaciones"

Esta barbaridad –endilgada sin vergüenza alguna- equivale más o menos a decir que primero nos pongan la inyección sin importar la dosis del medicamento y que después se haga el examen médico para ver si el medicamento que ya nos aplicaron, es el que necesitamos. Si no fuera el medicamento requerido, no tiene importancia; o si somos alérgicos o resulta en una sobredosis, tampoco importa pues el medicamento ya se pagó o lo quieren hacer pasar por la “sopa de Herodes: o la tomas o te ...” (¿es eso lo que pretenden?). ¡Ah! pero además, esto lo hacen sin que el médico lo vea y apruebe primero; y por supuesto, sin importar el paciente (este, es el que menos importa).

La declaración de esta dama –reitero Jefa del Gabinete de Asesores del Primer Ministro- es inaudita. Pero si pudiésemos cambiar su afán, y decimos: después de hacer la "revisión legal" ... de hacer el "montón de trabajo legal" que está por hacerse y de "efectuar una mayor reflexión" y hacer las "verificaciones con tranquilidad", entonces firmamos el TLC, ya tendría lógica que se aplique la inyección con el medicamento correcto en la dosis correcta.

Pero no, estos nos quieren inyectar la medicina, pase lo que pase ... y no les importa; total, ellos ya se van ... y no van a experimentar ni ver el resultado de su decisión; tienen que aprovechar ahora que tienen al paciente adormecido y la jeringa en la mano.

Dios mío, ¿en manos de quienes estamos los peruanos ... o es que somos idiotas o tarados? para que se tenga tal cinismo y nadie haga nada.

Si somos idiotas o tarados, entonces que viva el Congreso y los congresistas; que viva Toledo y su gabinete ... y los peruanos: no importa si sobrevivimos o morimos; nosotros los elegimos.

Con el “TLC sí o sí”, el nivel de vergüenza es cero; es decir, sinvergüenza.