Cuando no hace mucho tiempo comencé a pedir documentos para enterarme de los supuestos beneficios que aportaba la Convemar, según sus defensores, recibí uno que con palabras llenas de candor y ternura trataba de llegar al sentimiento de los peruanos con el fin de conducirnos a una trampa mortal. Se apelaba a la sensibilidad diciéndonos que el Perú debería ser solidario y humano con los demás países del mundo y suscribir la Convemar renunciando a su Mar Territorial de 200 millas para recibir a cambio un "mar jurisdiccional" de 12 millas. Había, en ese documento, un lamento porque -según lo refería- a pesar de los "grandes beneficios" de ese acuerdo solamente lo habían suscrito unas 150 naciones y que el Perú "estaba en falta". Por añadidura se refería a Estados Unidos, "el gran alíado", país que no la había firmado habiendo estado presente en todas las negociaciones.

La efectiva participación peruana data de los años 70, unos 20 años depués del comienzo de la Convemar. Desde esos momentos las negociaciones del mar peruano se hicieron en forma reservada y el tema trascendía desde los bastidosres de Naciones Unidas hasta los de la cancillería peruana y hacia los de algunos estamentos del Estado que con el tiempo se convirtieron en los voceros y también defensores de la Convemar. Ha habido una total y cómplice desinformación ocultándole al Perú los acuerdos que se tomaban en su nombre y contra sus intereses. Esta desinformación ha pretendido generar una crisis con una dicotomía que hace resaltar la defensa del mar peruano de 200 millas por un lado y la internacionalización de de nuestro Mar Territorial de 200 millas reduciéndolo a "mar jurisdiccional" de 12 millas por el otro.

Poco o nada le ha importado al gobierno y a los "convemaristas" lo que crea y defienda el pueblo peruano. Han ignorado, por ejemplo, que en el Perú se les enseña a niños y jóvenes que el Territorio Peruano comprende el Territorio Continental y el Mar Territorial y que los peruanos siempre debemos estar prestos a defenderlos por tener un carácter intangible y no negociable ¿Cómo se podría asociar este propósito patriótico con el entreguista y antipatria de la Convemar? Realmente no se les puede asociar puesto que hay una contradicción irreconciliable entre ambos, es decir, son esencialmente contrarios. El Canciller Maúrtua ha sido uno de los peores al tratar de buscar una aprobación de esa convención de la manera subterfugia y sorpresiva que ha caracterizado al gobierno del cual forma parte, ignorando la cimentada creencia de 200 millas que tenemos los peruanos.

¿A quién beneficia Maúrtua? Evidentemente este personaje no busca el beneficio peruano cuando propugna la internacionalización de nuestro mar. De sus pocas declaraciones se puede derivar que el canciller mira a la Convemar como el medio para solucionar el diferendo limítrofe con Chile basado en la creencia de que, contando con 12 millas de mar jurisdiccional, la penetración chilena en el Mar de Grau sería mínima. Esto es muy infantil, miope e inaceptable, particularmente viniendo de un ministro que tiene la obligación de defender los intereses de los peruanos. Estoy seguro que ni se dio cuenta que lo mejor que pudo hacer o decir habría sido referirse al criterio de la equidistancia que está contenido en el Derecho Internacional para rechazar toda pretención chilena sobre nuestros territorios marinos o continentales o callarse la boca completamente.

Ignora Maúrtua, al igual que lo hacen los defensores de la antiperuana Convemar, que de suscribirse ese documento las grandes potencias tomarían posesión del mar a partir de la milla 13 para piratear nuestras riquezas y nuestro futuro. Impotentes miraríamos a los depredadores llevándose nuestro petróleo, nuestro gas, nuestros minerales y las especies vivientes de nuestras aguas sin poderlos detener ni llevarlos ante los jueces porque ya no tendríamos soberanía a partir de ese punto ¿Es que no se da cuenta de ello? El ministro Maúrtua que forma parte de uno de los gobiernos más entreguistas y antiperuanos de nuestra historia, sabe muy bien que el problema de límites en el sur de nuestro mar -generado por los chilenos y por la desidia de los diplomáticos peruanos- se tiene que solucionar antes de abordar el asunto de la fatídica Convemar.

Otro punto discordante es la invocación de los "convemaristas" para que el Perú firme la convención y renuncie a sus 200 millas de Mar Territorial en aras de la solidaridad con la humanidad. En los últimos años hemos sido testigos que para salvar al planeta de la hecatombe los países mostraron preocupación por la salud ecológica del planeta y luego de varios años de conversaciones llegaron a un acuerdo que vino a llamarse el Protocolo de Kyoto por el que las naciones se compromenten a reducir la emanación de gases contaminantes. Había cierta preocupación porque algunas naciones poderosas y envenenadoras del medio ambiente no habían suscrito el Protocolo de Kyoto, encontrándose entre ellas Estados Unidos y Rusia. Recientemente Rusia decidió adherirse al protocolo pero Estados Unidos ha insistido de mantenerse aparte y aprovechar la reducción del ritmo económico de los demás países para tomar ventajas sobre ellos. Todo parece indicar que a los usanos no les interesa proteger al planeta.

Respecto de la actitud usana me escribió un amigo diciéndome "Estados Unidos es el país que nunca va a suscribir la Convemar" y ciertamente no lo hará. Ellos participan como "negociators" en todo evento de envergadura económica con el fin de dejar abierto el acceso para su participación en las ventajas generadas y, así, usufructuar los recursos y aprovechar las ventajas, pero con la condición de no sujetarse a sus reglas. De allí que todo lo que implique una internacionalización territorial o un acuerdo de intereses comunes tiene como principal favorecido a Estados Unidos. Al igual que Kyoto, Estados Unidos permanece al acecho en materia de los nuevos derechos del mar esperando que se complete la lista de suscriptores para posesionarse en la milla 13 y hacer exacción de nuestras riquezas ¿Quién -en la Convemar- tendría la osadía de decirle a Estados Unidos que abandone ese mar que había sido peruano? A Inglaterra, Francia, Rusia, Alemania y Japón, por ejemplo, no les interesaría y ni se inmutarían por ese posible hecho puesto que esa presencia ilegal no ocurriría en sus aguas y además que ellos harían lo mismo que los usanos, en mares africanos o asiáticos. Pero la razón fundamenteal es que la Convemar está diseñada para dar ventajas a esos países bajo la excusa de que ellos "llevarán trabajo" con la condición que sacrifiquen su soberanía y la extensión de su mar territorial. Hoy, además del engaño de internacionalizar el mar, se comienza a intentar -también- la internacionalización de la Amazonía y los desiertos de Túnez en el norte de África muy ricos en petróleo.

Este es el espejo de la Convemar. Las potencias del mundo están al acecho y listas para tomar posesión de los recursos de otros países. Las descripciones y definiciones hechas quedarán en los papeles como letras muertas tras el nuevo órden pues Estados Unidos continuará diciendo «¡YO NO FIRMO LA CONVEMAR!»