Andreas von Bülow, Salim Al Hoss, Thierry Meyssan, John Anthony, Enrique Román Hernández y Subhi Toma
en la inauguración de la reunión de Bruselas que creó el Eje por la Paz.

El coloquio fue convocado por la Red Voltaire, organización periodística de Francia, para coordinar acciones más efectivas por la paz y desmontar los trucos mediáticos imperiales. Los ponentes coincidieron en que el apetito petrolero del imperio amenaza la vida de pueblos indefensos.

Al Qaeda fue descrito como un "enemigo mítico", invisible y a la vez onmipresente, alimentado por la CIA y los servicios de inteligencia británicos para sembrar el miedo en una población manipulada por los medios de comunicación controlados por el poder imperial.

Eje por la Paz llamó a los miembros de buena voluntad del Consejo de Seguridad de la ONU a que "hagan respetar la soberanía de los Estados, base del derecho internacional y condición indispensable para el desarrollo de una auténtica democracia". Asimismo, "deploró que Francia, que se había opuesto a la invasión de Iraq, se una a las amenazas proferidas contra nuevas presas".

La declaración final señaló que "una coalición militar se ha lanzado a una explotación desenfrenada de los recursos energéticos y materias primas que, impulsada por los neoconservadores, ha incrementado sus depredaciones y ha reanudado todas las formas de injerencia, desde el cambio de régimen hasta el expansionismo colonial, burlándose permanentemente de los principios del derecho internacional emanados de las Conferencias de La Haya y enunciados por la Carta de San Francisco".

El encuentro en Bruselas exhortó a la Asamblea General de la ONU a "que apoye los esfuerzos de Rusia en favor del restablecimiento de un diálogo multilateral, la lucha contra el financiamiento del terrorismo, el doble rasero en la política internacional y la injerencia en los asuntos internos de los Estados", comprometiéndose "a movilizar a la opinión pública a partir del ejemplo de lo que ya hacen los latinoamericanos, para hacer fracasar la propaganda y el odio y para rechazar el proyecto global de dominación y explotación".

El nuevo movimiento internacional reúne a periodistas, intelectuales, políticos y diversos movimientos sociales. La reunión 2006 probablemente se efectúe en Caracas.

Thierry Meyssan, presidente de la Red Voltaire (derecha), con Ernesto Carmona, redactor de Punto Final.

Algunos participantes

El anfitrión del Eje por la Paz, el periodista francés Thierry Meyssan, presidente de la Red Voltaire, es autor del libro La gran impostura, que sostiene la tesis de que ningún avión se estrelló contra el Pentágono el 11 de septiembre de 2001, sino que el atentado fue perpetrado con un cohete revestido de uranio empobrecido, probablemente disparado por los propios estadounidenses.

En la reunión se entregaron ediciones en francés de la revista Voltaire, Actualidad Internacional y circuló la versión en español de la biografía no autorizada Bush, Nerón del siglo 21, del periodista estadounidense James Hatfield, quien se "suicidó" en un hotel de Arkansas en julio de 2001.

En la conferencia participaron delegados como el legislador socialdemócrata Andreas von Bülow, miembro del comité parlamentario que controla los servicios secretos de Alemania, quien denunció numerosos asesinatos perpetrados por la CIA durante la guerra fría. Estuvo también John D. Anthony, presidente del Consejo Nacional para las Relaciones Mundo Arabe-Estados Unidos y cercano al financista George Soros.

El periodista polaco y ex diputado Piotr Ikonowicz dijo que el ochenta por ciento de Polonia siente vergüenza porque su gobierno participa en la invasión de Iraq y facilita cárceles clandestinas para torturar prisioneros trasladadas del Oriente Medio. Mateusz Piskorki, otro legislador polaco, dijo que los jóvenes de su país van a la guerra impulsados por el hambre y porque no tienen trabajo.

Entre los 200 participantes estuvieron Helga Zepp-LaRouche, cónyuge del estadounidense Lyndon LaRouche; el general ruso Leonid Ivashov; el periodista californiano Marlin Dick; el general indio Vinod Saighal; el periodista italiano Giulietto Chiesa; el activista argentino Antonio Alberto Vulcano; el ex representante de Pennsylvania, Philip Berg, y numerosos dirigentes, intelectuales, protagonistas políticos y culturales del mundo.

Palestina y el mundo progresista de Israel estuvieron representados por el médico Ahmad Tibi, ex colaborador de Yaser Arafat, que desde 1998 ocupa un escaño en el Parlamento israelí. Dijo que en Israel existe doble estándar: el gobierno apoya dictaduras y administra una "etnocracia", donde no hay igualdad para todas las etnias. Informó que muchos israelíes luchan por un Estado igual para todas las etnias, que ponga fin a la segregación. Denunció que cuando matan a un civil, Israel pone el grito en el cielo, pero cuando los judíos asesinan a un niño dicen que es el precio de la guerra contra el terrorismo. Denunció que en el último año hubo 720 asesinatos de palestinos.

Iraq estuvo representado, entre otros, por Subhi Toma, sociólogo, ex prisionero en su propio país de Saddam Hussein, fundador y dirigente del Congreso Nacional Arabe. Denunció que la guerra en Iraq está "privatizada" por la participación de unos 50 mil mercenarios y las fuerzas organizadas por ex generales convertidos en "señores de la guerra", que forman parte de una tropa de ocupación de 200 mil hombres. Afirmó que la propaganda de Estados Unidos reduce al diez por ciento sus bajas y que la resistencia al invasor es un derecho reconocido por la ONU.

El delegado Subhi Toma desmintió la existencia de Abou Moussab al-Zarkaoui, al que presentan como enemigo y brazo derecho de Osama Bin Laden y presunto cabecilla de lo que CNN llama "la insurgencia iraquí". Se trata de un invento de la propaganda de guerra para personificar al enemigo y hacerlo perceptible para la mentalidad del ciudadano medio estadounidense, y mantener vivo el miedo al terrorismo.

Presencia de America Latina

América Latina tuvo una nutrida representación. Enrique Román Hernández, vicepresidente del Instituto de Amistad con los Pueblos de Cuba, explicó cómo la isla padece el terrorismo estadounidense por casi medio siglo, mientras en Guantánamo se tortura a musulmanes acusados de terrorismo.

La venezolana Jeannette Madriz, vicepresidenta del Parlamento Andino, denunció la amenaza estadounidense sobre su país, en tanto el general René Vargas Pazzos, ex comandante en jefe del ejército de Ecuador, abogó por una gran nación sudamericana. Denunció que su país paga a las transnacionales por petróleo refinado que importa, casi el mismo valor de los 500 mil barriles de crudo que exporta cada día.

Al regreso a su país recibieron amenazas de muerte los participantes ecuatorianos en la reunión de Bruselas: Alexis Ponce, el general Vargas Pazzos, Juan Mariguet, Marcelo Larrea, y la venezolana Jeannet Madriz. La Legión Blanca, una organización fascista, envió amenazas por correo electrónico. Ese grupo clandestino mantiene una campaña de intimidación contra defensores de los derechos humanos, periodistas y políticos ecuatorianos.

El uruguayo-venezolano Aram Aharonian, director general de TeleSur, participó en los debates que fueron cubiertos por la señal latinomericana de noticias. Asistieron delegados de Colombia y México, pero a los invitados de Perú y Bolivia les negaron visas para llegar a Bruselas. El gobierno del Líbano por su parte no permitió viajar a su ministro de Información, Ghazi Aridi. De Chile participaron la subdirectora de Punto Final, Francisca Cabieses, y el periodista Ernesto Carmona. También estuvo James Petras, quien disertó en una plenaria presidida por el príncipe saudí Issa El Ayoubi. Petras señaló que si Estados Unidos está en declinación significa que habrá más guerras, que igual conducirán a ese país al fracaso pero con terribles sufrimientos para la humanidad. Apuntó que una contradicción del actual mundo unipolar es que la paz esté "garantizada" por un país -Estados Unidos- que prefiere la guerra perpetua

Revelaciones de un ex espía

"Abandoné los servicios secretos británicos cuando supe que el MI6 decidió financiar a los socios de Osama Bin Laden", dijo el ex agente secreto británico David Shayler, en una de las intervenciones más llamativas del coloquio del Eje por la Paz, en Bruselas.

El ex agente, de 39 años, perteneció a la Sección 5 de la Military Intelligence (MI5) hasta enterarse que el MI6 realizaba operaciones secretas de asesinato junto con gente de Bin Laden, quien en ese tiempo trabajaba abiertamente con la CIA. "Quise dar una voz de alarma, pero fue a mí a quien pusieron en prisión", relató. "La democracia británica no es más que un mito", agregó.

El ex agente dijo haber alertado en 1994 que el MI6 financiaba una célula terrorista que planeaba asesinar al jefe de Estado de Libia, Mouamar Khadafi. La acción se realizó en marzo de 1996, pero falló porque la bomba explotó en otro automóvil, calcinando a sus ocupantes y matando a transeúntes.

El MI6 tiene licencia para matar en sus tareas de espionaje, mientras el MI5 "trabaja" la seguridad doméstica del Reino Unido.

Shayler dijo que el fallecido ex ministro de Relaciones Exteriores, Robin Cook, negó el atentado en Libia, que quedó en la impunidad, al igual que otros asesinatos del MI6 en El Líbano e Irán. Añadió que existen documentos sobre la "asociación" del MI6 con terroristas eslavos.

El ex agente relató que el MI6 puso bombas en la embajada de EE.UU. en Londres, atribuidas después al "terrorismo islámico de la red Al Qaeda". Aseguró que los servicios secretos británicos y estadounidenses organizan casi todos los atentados atribuidos al "terrorismo islámico" y que infiltraron a los grupúsculos fundamentalistas musulmanes que pululan en el Reino Unido.

Shayler, quien trabajó en los servicios británicos entre 1991 y 1996, sentenció que en realidad "el terrorismo está coordinado por el MI6 y la CIA" y que la entusiasta "lucha contra el mal" verdaderamente causa "mucho mal"