Un SISTEMA, es el conjunto de actores y factores (pueblos, sociedades, territorios, recursos naturales, naciones, estados, gobiernos y gobernantes, leyes y normas, etc.), que se interrelacionan dentro de un circuito de sinergias que concurren para el logro de fines comunes. Si el SISTEMA tiene VALORES (incluidos los valores culturales y el respeto por ellos) y tiene como fin común el bienestar extendido para todos con oportunidades para todos, es un SISTEMA VIRTUOSO; si no los tiene terminará siendo un sistema perverso y corrupto.

Por otro lado, examinemos dos conceptos básicos: “Ecología y Economía; son una contradicción?; Veamos: Oikos en griego antiguo significa casa. En este término se unen los conceptos de economía y ecología. Inicialmente la palabra economía describe las regulaciones y las leyes financieras de la casa. Bajo ecología se entiende la relación entre las personas de la casa y su medio ambiente. Ambos conceptos son pues indesligables uno del otro; no se puede concebir el manejo económico de la casa, sin tener en cuenta a las personas que en ella habitan y el ambiente que hace posible sus vidas. Una economía que no toma en cuenta la ecología, no es duradera: no es sustentable. Debemos conservar la casa -la Tierra- para todas las generaciones. Ello es una responsabilidad que debemos compartir.” (del Brochure Eco-visión de KATE Alemania)

En una Nación, un SISTEMA no tendrá sentido, si no integra el desarrollo económico, con el desarrollo social y humano, la participación y la conservación del medio ambiente con capitalización de los recursos naturales; es decir, se hace un SISTEMA SUSTENTABLE.

Tampoco tendrá sentido un SISTEMA y terminará corrompiéndose, si considera al factor “dinero” como un “fin” y no como debe ser, un “medio” que permita hacer que los activos o patrimonios productivos, generen producción de manera competitiva y consecuentemente generen BIENESTAR extendido en función de los factores de la producción; tampoco tendrá sentido si pretende basarse en la “igualdad” (que debe tenderse a aplicar sólo en el acceso a las oportunidades) y no en el “equilibrio” relativo entre los actores y factores intervinientes.

Ello no quiere decir que un SISTEMA SUSTENTABLE sea la “panacea”: no!!!; en todo “sistema” los actores se inter-relacionan a través de los “factores” y en esa inter-relación (en los procesos y las normas), están los riesgos. El ÉXITO del SISTEMA, es directamente proporcional, al buen manejo de los “riesgos” que le son inmanentes y a los riesgos externos. Es allí donde la capacidad y habilidad para gobernar un distrito, una región, un país; o para gerenciar una institución, una corporación, una empresa o una unidad productiva, además de la técnica y la tecnología; resultan ser gravitantes en el resultado del SISTEMA.

Ahora bien: ¿dónde estamos y qué queremos?. Ya sabemos que vivimos en un “sistema perverso”, donde los que más tienen (una diminuta minoría de la sociedad que domina el “sistema” para sí) quiere cada vez más; y en el que la inmensa mayoría tiene cada vez menos; un nivel de pobreza de más del 50% de peruanos excluidos del mercado; es decir, del bienestar.

Si conceptuamos a “la libertad como el acceso al bienestar”, más del 50% de los peruanos no es libre; ¿es ese el resultado del “sistema de libre mercado” que se ha venido aplicando?. ¿Puede llamarse al TLC –gestado por quienes y para quienes dominan el “sistema”- un tratado de “libre” comercio, cuando es totalmente desequilibrado y más que producto de una negociación, es producto de una decisión política de adhesión, que solamente tiene algo de sentido futuro, por haberse incluido al filo de la hora el “etanol”?. ¿Es “libre” cuando se abren nuestros mercados a productos que vienen subsidiados como el maíz amarillo duro, el trigo y el algodón, que de producirse competitivamente en el Perú generarían más de 80 millones de jornales al año, (sin contar los lácteos y el arroz en zona de selva) versus los mismos 80 millones de jornales por los productos estrellas de la agro-exportación del TLC, si multiplicamos –dando por descontado el éxito- por 5 el actual hectareaje de esos productos (excluida la caña de azúcar para “etanol” producto que no estaba contemplado y se incluyó a última hora)?; ¿es libre cuando se privilegia el interés económico por sobre la salud del pueblo?; ¿es libre cuando no se informa o lo que es peor se maneja y retacea la información o se mal informa?; en fin, ¿es ese el concepto de “libertad” que se aplica al actual “libre mercado”?

¿Es “libre mercado” cuando el TLC forma parte del engranaje de la OMC, del FMI y del Banco Mundial, entidades fuertemente influenciadas por el “poder de las corporaciones”, dentro de un “sistema hecho por las corporaciones, para las corporaciones”?.

Nadie puede negar que la “libertad” es un valor indispensable y fundamental en un SISTEMA SUSTENTABLE, pero “una libertad que no devenga en libertinaje”, como es lo que vemos hoy todos los días, pues es el libertinaje -que equivale a la “ley de la selva” (el que puede, puede y el que no ...)- donde el dinero es un fin y no un medio, es lo que ha hecho que el actual sistema de libre mercado, se corrompa y devenga en perverso.

Que debemos preservar la “libertad”?: eso nadie lo puede discutir; que debemos evitar el “mercado”?: eso no tiene sentido. Por tanto debemos rescatar el “libre mercado”, pero no el libre mercado de la competencia salvaje y desaprensiva; sino más bien un “libre mercado” insertado en un SISTEMA SUSTENTABLE, donde se administren de manera óptima los “riesgos” y se remunere ese buen manejo; un libre mercado en el que a través de la participación, se dé la cooperación para que el SISTEMA sea competitivo y dé como resultado un BIENESTAR extendido, donde el (*) límite superior no permita que se pase a un “sistema ecológicamente insustentable” por el excesivo afán de consumo sin respeto por el medio ambiente que hace posible la vida; y el límite inferior, sea un nivel de vida digno, debajo del cual el “sistema es socialmente insustentable”. *(Espacio Medio ambiental de Joachim H. el Spangenberg -Wuppertal Institute)

Este será un SISTEMA en el que conceptos como izquierdas, derechas y centros, ya no tendrán más sentido porque paradigmáticamente quedarán atrás en la historia; este será un SISTEMA en el que se será más o menos competitivo, más o menos eficiente; y ello dependerá de la alimentación (léase nutrición), la educación, la salud (indesligable del deporte), la cultura, de la organización y del “liderazgo del propio destino” en cada individuo que sabrá que el liderazgo grupal es integrado y compartido; y que naturalmente se decanta a los verdaderos líderes trascendentes, que son los que dirigirán y gobernarán. Ese es el VERDADERO SISTEMA SUSTENTABLE, donde existe la competencia y la competitividad; coexistiendo con la “cooperación” como medio para que ya la “solidaridad” sea una excepción y no la regla; en un concepto lo que podemos denominar como: EL LIBRE MERCADO DE LA COOPERACIÓN o la COOPERACIÓN COMPETITIVA; donde el SISTEMA es competitivo, porque todos sus actores son competitivos y cooperan mutuamente sin dejar de competir.

Con un SISTEMA SUSTENTABLE, no habrá igualitarismos, habrá un “equilibrio virtuoso”, no un “equilibrio perverso”; habrá aspiración proactiva, no esperanza pasiva; habrá atención y cuidado, no desaprensión; habrá individualismo responsable, no el individualismo egoísta extremo; habrá bienestar con equilibrio, no consumismo desenfrenado; habrá interés y participación, no indolencia ni indiferencia; habrá acción creativa y constructiva, no inacción ni destrucción; habrá uso conciente y reposición de los recursos naturales con prevalencia de la energía renovable, no depredación ni agotamiento; habrá apoyo y enseñanza, no señalamiento y culpabilidad; habrá rectificación positiva y no ocultamiento de los errores; habrá integración con identificación, no discriminación ni marginación; habrá amor y aprecio, no desamor ni odio; habrá más ética y menos egoísmo; habrá justicia para combatir el vandalismo, la delincuencia y la corrupción; habrá identidad nacional, no irreverencia por nuestro pasado; abandonaremos la tristeza y falta de identidad, por el orgullo de ser peruanos.

Países con SISTEMA SUSTENTABLES, integrados en un “comercio competitivo, justo y equilibrado”, conformarán la GLOBALIZACIÓN SUSTENTABLE, corrigiendo la Globalización Económica distorsionada que el actual liberalismo propugna.

Si esto es el hoy llamado “antisistema”, pues bienvenido; si no, hay que crear el nuevo SISTEMA.

¿Sueño?; hagámoslo realidad; ¿idealismo?; comencemos por hacerlo aterrizar.

“El Perú es rico; los peruanos no podemos ser pobres. Ello depende de nosotros. Hemos nacido peruanos, debemos morir peruanos; caraj... : ¿Dónde está el orgullo de ser peruanos?”