¿No son derechos humanos (a vivir sin contaminación, sin envenenamiento de ríos y campos) Defensora del Pueblo, Beatriz Merino, los violados por TGP (Transportadora del Gas Peruano) y PlusPetrol, con la cuarta falla del gasoducto de Camisea en Cusco? Esta pregunta, enderezada a la novísima funcionaria de la DP, fue emitida, por quien esto escribe, al aire en el programa Civilización de Radio San Borja y bajo la conducción de Alexandro Saco, esta mañana.

En efecto, a finales de noviembre del 2005, hecho que sólo se conoció en diciembre, se dio cuenta en los medios que habíase producido en el gasoducto que viene desde Cusco a Lima, la cuarta falla en menos de doce meses de funcionamiento. Esto llamó la atención porque el lapso de tiempo era demasiado corto y sumamente peligroso.

Ni los partidos políticos, ni las ONGs dedicadas a los derechos humanos, ni las instituciones, ni alguna fiscalía o comisaría y ni siquiera la Defensoría del Pueblo, de oficio o por motivación expresa, han dicho o pronunciado nada sobre este gravísimo atentado contra el medio ambiente debido al escape de gas en el ducto. Sostuve también en el programa que era el momento de emplazar a los candidatos políticos a opinar frente a un hecho que reviste una gravedad pronunciada contra el medio ambiente.

El contador público, de nacionalidad argentina, Norberto Benito, gerente general de PlusPetrol afirmó que la zona era sísmica y que en eso estribaba, probablemente, la causa de la cuarta falla del gasoducto. Obviamente esta pseudo-explicación más bien parece una burla en la que nadie ha reparado. ¿Satisface a la DP Beatriz Merino esta fanfarronada de un individuo que evidentemente no puede explicar cómo es que en tan mínimo tiempo se han producido escapes?

¿Qué dicen los medios? Aparte de dar cuenta del cuarto incidente, básicamente nada más. ¿Por causa de qué la DP Merino no ha dispuesto que de oficio o por constitución en el mismo sitio de los acontecimientos, su despacho no tome cartas enérgicas en el asunto? Hasta donde sé la opinión pública no tiene idea sobre qué ha hecho la DP sobre este tema.

Señalé en voz alta que en el discurso de asunción de su cargo, la DP Merino subrayó muy mucho algunas gestiones que ella habría hecho para obtener fondos para la problemática del agua. Pero no dijo gran cosa. Y ha callado sobre los detalles de un asunto muy sensible. ¿Está alentando privatizaciones o concesiones? ¿Están éstas relacionadas con su ex oficina, el Banco Mundial, o el Banco Interamericano de Desarrollo? ¿Por causa de qué este silencio? ¿Y porqué, también mudez en torno a la notoria trasgresión reiterada por cuarta vez en que incurren las empresas responsables del gasoducto como TGP y PlusPetrol? ¡Estas interrogantes las afirmé como ciudadano, periodista y contribuyente!

Apuntó Alexandro Saco, con acierto indudable, que el pagano casi siempre es el pueblo que tiene que asumir reparaciones de cosas mal hechas y sobre las que no hay información porque hasta se sospecha que el gasoducto fue construido con materiales deficientes y peligrosos. Sin embargo, las firmas, nunca asumen nada y por toda explicación dicen que es “zona sísmica”.

La DP Merino, ante la mediocridad imbatible que muestran los partidos políticos, más propiamente clubes electorales o logias para ocupar puestos del Estado, debería informar al pueblo, al cual ineluctablemente se debe, ¡qué está haciendo sobre este mayúsculo crimen contra el medio ambiente! Los derechos humanos son también parte de su trabajo. A menos que, como la semana pasada dijera, ella concede que las ONGs continúen con un monopolio de muy dudosa legitimidad en cuanto a derechos humanos. ¿Quiere o no quiere hacer de la DP una genuina herramienta a favor del pueblo? ¿O estamos en el pórtico de un continuismo de muy bajo perfil, siniestros planes y horizontes chatos y pusilánimes? ¡Si así fuera, qué tal equivocación la cometida, otra vez, por el fragilísimo Congreso moribundo!

Finalicé la entrevista preguntando: Defensora Merino: ¿y Camisea?

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!