Estamos cerrando el año con esta tercera publicación del Observatorio de Medios, Político, Social y Cultural de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires.

Como siempre, por fuera de los calendarios convencionales, seguimos aportando visiones críticas, análisis, investigaciones y opiniones que dan cuenta de las distintas situaciones de dominación y resistencia que se juegan en el campo del periodismo, la comunicación y la cultura.

Ha sido un año complejo. La democracia parece estar fuertemente acosada por el poder real. El contexto histórico en el que se da el triunfo de George W. Bush en los EE.UU. principal motor del genocidio mundial, se analiza en este número, con fina agudeza. La estrategia continental que la gran potencia le tiene reservada a Latinoamérica -en este caso con políticas de seguridad- pone al descubierto las nuevas trampas del poder, en las que, una vez más, los medios cumplen un rol fundamental. Inevitable volver sobre el caso Venezuela. En otra dimensión, la credibilidad de los periodistas en Argentina parece estar en un punto de inflexión. Los recientes casos de censura y autocensura de los profesionales de prensa; los intereses en pugna en torno a la discusión sobre la Ley de Acceso a la Información Pública; la celeridad con que las discusiones sobre comunicación, ética y periodismo se han ido degradando por ausencia de teoría y de nuevos paradigmas; la presencia del arte, como construcción de una subjetividad comprometida; la Memoria, no apenas como mirada melancólica del pasado, y nuestra agenda de actividades, que recrea puentes solidarios en el campo de las ideas, son apenas algunos de los temas que aportamos para la reflexión.

La discusión no está cerrada, aunque el año concluya. Por eso incluimos, no casualmente, la vieja y actual discusión en torno al Nuevo Orden Internacional de la Información y la Comunicación (NOIIC). A casi 25 años del denominado Informe McBride, vale este homenaje y la reapertura de un debate que hoy se pretende dirimir por fuera de su trascendencia social y humana, encapsulándolo en lo que hoy algunos sectores del poder mundial denominan Sociedad de la Información.

A todos nuestros lectores, salud.