En su declaración final, el Comité Ejecutivo de la Federación Latinoamericana de Periodistas
(FELAP) -reunido en la ciudad de Morón, Buenos Aires,
los días 26, 27 y 28 de julio de 2005-, destacó, entre otras, consideraciones, que “La plena vigencia
de políticas que refuerzan la concentración de la riqueza
entre empresas transnacionales -incluidos los grandes
conglomerados de la información y la comunicación- agravan,
todavía más, la vida de las capas medias, bajas y miserabilizadas de la sociedad”.
Y denunció que la profesión periodística se ejerce en un contexto “donde la impunidad se suma, en términos corrosivos -junto a las dictaduras económicas, financieras e informáticas-, a un mayor debilitamiento de las llamadas -por el neoliberalismo- democracias representativas. Hoy extremadamente debilitadas y, en muchos casos, inexistentes”.

El documento final sostiene que “los abusos y atropellos de
parte de distintos factores de poder mafiatizados” encuentran siempre campo propicio, dada la “metódica y sistemática aplicacion de la impunidad”.
Al subrayar la existencia de un “entramado capitalista mafioso que predomina en las sociedades modernas, el documento insiste acerca de que la profesión ‘mercantilizada’ ha
sido ganada por el repudiable
‘periodismo amarillo’ y la,
también repudiable, ‘nota roja’,
piezas de un mismo modelo
que viola los derechos
sociales, degrada la vida y
criminaliza la pobreza”.

“El cuadro económico-social
impuesto -dice la declaración-
arroja, además, alarmantes
referencias acerca de los
problemas que viven los periodistas
ante el cierre de medios,
con sus consecuentes despidos
masivos; con un porcentaje del
treinta por ciento de desocupados
y otro treinta por ciento de
subocupados -a mano de obra
degradada y esporádica-, y una
media salarial que no cubre la
mitad de una canasta básica. A
ello debe agregarse el incremento
de la tasa de mortandad
de periodistas -a raíz de
nuevas enfermedades profesionales-,
derivada de las abusivas
exigencias laborales. Todo,
resultado de la feroz competencia
que, en el campo de la
información-comunicación, libran
los popes del mercado en
la disputa por la propiedad de la
riqueza global, los recursos más
elementales del planeta y las
mentes de miles de millones de
seres humanos”.

Y acerca de “La Sociedad
de la Información”, la declaración
advierte que “no tendrá
origen en las maniobras de las
transnacionales, sino en la integración
de los países latinoamericanos
y en la función periodística
veraz de los profesionales
dignos y éticos”.
“En esa perspectiva saludamos
la construcción y puesta
en el aire de Telesur, en lo
que constituye un paso de gigante
contra la hegemonía comunicacional
del imperialismo:
el que en boca de su principal
motor -EE.UU.-, ha lanzado
amenazas para impedir,
una vez más, la expresión de
las mayorías sociales del continente.
De la misma manera
que continúa acechando con
concretar el Acuerdo de Libre
Comercio para las Américas -ALCA-; hoy paralizado por la
resistencia de diferentes sectores
sociales, en un contexto regional
en el cual aparece la Alternativa
Bolivariana para las Américas -ALBA-”.

Convencidos que nuestra
tarea profesional va ligada a
nuestras responsabilidades políticas
y sociales en defensa de
la humanidad, convocamos a
participar de todas las manifestaciones
que se opongan a la
continuidad de los planes y políticas
con que el imperialismo
amenaza de muerte -y mata- a
miles de millones de seres humanos.

• Por la soberanía, la independencia
y la autodeterminación
de los pueblos.

• Por un periodismo cuya
ética sea consecuencia de una
profesión al servicio de los
humillados y discriminados
económica, social, política y
culturalmente.

• Por el fin de la impunidad.
¡Viva la FELAP!