¿Qué es Telesur?

Es una televisión que viene para entrar en esta lucha necesaria contra una hegemonía comunicativa del imperialismo. El propósito es ofrecer un discurso distinto. Somos una televisión satelital de carácter latinoamericano hasta el momento, pero queremos llegar a los pueblos de sur. También a los pueblos del norte pero que son del sur, como nuestros hermanos latinoamericanos que viven en EE UU en la pobreza.

¿Cómo y cuándo surge la idea?

Esta idea no es nueva, es del movimiento de los No Alineados, de los ‘70. Desde entonces se viene discutiendo una televisión y una universidad del sur. Lo planteaba Julius Nyerere, ex presidente de Tanzania, un hombre muy progresista. El presidente Chávez desde hace cinco años capturó la idea y ha recibido muchas propuestas de periodistas y pensadores latinoamericanos para formar esa televisión. Viendo esas sugerencias, plantea el proyecto y busca el apoyo de otros países, hasta llegar a los cuatros socios actuales. Chávez cree que contra Venezuela hay un cerco informativo, y después del golpe de 2002 ve la necesidad de dotarse de una voz propia.

Las televisiones jugaron un importante papel en el golpe militar de abril de 2002 en Venezuela. ¿Intentan ser ustedes un arma que contrarreste esta tendencia mediática pro-estadounidense?

Inevitablemente tenemos que serlo, porque las televisiones controladas por el gran capital mundial son un arma contra los pueblos que quieren hacer una política autónoma, soberana y democrática. Ellos son los que nos atacan unilateralmente. Antes de que naciéramos ya nos estaban criticando las grandes corporaciones y los EE UU, cosa que nos sirvió de publicidad gratuita (risas). A raíz de esto la gente se empezó a interesar por nosotros. EE UU no acepta una televisión que piense de manera diferente. La televisión es un arma de destrucción masiva de la verdad. Por ejemplo, en el caso de Irak. Estos pueblos tienen que tener la posibilidad de defenderse con la verdad, con un periodismo crítico.

¿En qué estado se encuentra Telesur en cuanto a contenidos, difusión, medios técnicos y recursos humanos?

Hay cerca de 120 personas trabajando, más las cuatro personas por cada corresponsalía. Alrededor de 150 personas en total. Pero hacen falta más productores, traductores, tanto simultáneos como de subtítulos… Tenemos la sede en Caracas, con ocho corresponsalías: Brasilia, Montevideo, Buenos Aires, La Habana, México, La Paz, Washington y Bogotá. Pretendemos llegar al máximo número de gente. Hay noticieros tres veces al día, pero con avances entre horas, entrevistas, películas, documentales, musicales…

Ha hablado de tender los brazos a todo el ‘sur social’. ¿Cómo se pretenden superar las barreras lingüísticas que pueden suponer Asia o África?

Hay mecanismos de traducción simultánea: la tecnología lo facilitará mucho. Queremos crear una producción audiovisual que reconozca la diversidad, que divulgue los puntos de vista de la inmensa mayoría de la sociedad, que no tienen opinión divulgada porque no tienen medios para ello. Telesur es ya casi bilingüe (español y portugués) y el siguiente paso es traducirla también al inglés.

¿Cómo se financia un proyecto de estas dimensiones?

Con el presupuesto público de los Estados socios. No aceptamos publicidad comercial. Lo máximo que admitimos es publicidad de universidades o institucional.

Las subvenciones que reciben, ¿no influyen de ninguna manera en los contenidos que se retransmiten?

Esa es una cuestión mal planteada. Se dice que no somos independientes porque estamos financiados por el Estado. Será que aquellos que están financiados por anunciantes son independientes. Nosotros no lo creemos. No somos independientes de los pueblos que luchan, por ejemplo, contra el ALCA. Nos enorgullecemos de recibir apoyo de países que tienen proyectos de integración soberanos y no dependientes del imperialismo. No hay censuras ni presión.

Aparte de una televisión del sur, ¿está en mente la creación de una radio o un periódico del sur?

Hay una propuesta de una radio, que fue presentada formalmente por Tabaré y Hugo Chávez en la última reunión de la Comunidad Sudamericana de las Naciones. Se formó un grupo de trabajo para presentar un proyecto. Acerca de un periódico no he escuchado nada.