Le Figaro, diario de referencia de la derecha francesa, caracteriza la reanudación del programa nuclear civil de Irán como un punto de «no retorno». Al interpretar las declaraciones del director del OIEA, el Premio Nobel Mohamed El Baradei, el diario afirma que dicha organización de la ONU estaría dispuesta, con razón, a sancionar a Irán.

En un artículo titulado «Nucléaire: nouvelle provocation de Téhéran», el cotidiano, propiedad del fabricante de aviones Dassault, explica que la República Islámica de Irán ha «dado un paso decisivo en el conflicto que la opone a Occidente», al decidir ignorar las advertencias internacionales. Una vez más, la vía diplomática estaría comprometida por las decisiones unilaterales iraníes.

Por otra parte, el artículo se ocupa de recordar que el OIEA y la troika europea han tenido suficiente paciencia y que la reanudación de «la conversión de uranio en la planta de Ispahan» en agosto de 2005 no había implicado ninguna sanción: así, «la cólera» de los «occidentales» y del OIEA estaría totalmente justificada.

Al igual que la mayoría de sus colegas atlantistas, el periódico omite mencionar que la continuación del programa nuclear iraní es un derecho, garantizado por el Tratado de No Proliferación (TNP).

Le Figaro se basa en una breve cita de Mohamed El Baradei quien estigmatizaría a Irán:
«Mi paciencia tiene un límite, la de la comunidad internacional también, la credibilidad del proceso de verificación está en juego». Al hacerlo, el periódico se confunde, olvidando que el propio El Baradei declaraba este verano que las «demandas estadounidense-europeas iban más allá del Tratado de No Proliferación».

Y el cotidiano continuó con su impulso inicial: «Si Irán no da marcha atrás, la etapa siguiente apenas deja lugar a dudas: la Junta de Gobernadores, el órgano ejecutivo del OIEA, sería convocado a una sesión extraordinaria para dirigir un ultimátum a Irán: el cese inmediato de sus actividades nucleares, o el traslado del asunto a Nueva York».