Un denominado experto declaró recientemente a la BBC que Hamas tendría que cambiar ahora que llegó al poder ya que los palestinos querían un gobierno que reconociera a Israel, reiniciara las negociaciones y fuera aceptable para Estados Unidos. Si este fuera el caso, los palestinos habrían votado por Al Fatah. Si lo hicieron por Hamas es precisamente por motivos opuestos a los enunciados por dicho experto: Hamas no reconoce a Israel, no quiere continuar un proceso de paz humillante y prefiere ser aceptado por los palestinos antes que por Estados Unidos.
Sin embargo, el hecho de que Hamas no reconozca a Israel no quiere decir que no sea capaz de negociar. Hamas puede negociar sobre la base del concepto de hudnah (tregua). Para Hamas, los palestinos son los chivos expiatorios del holocausto en Europa. Pero Israel es una realidad con la que es preciso negociar. El proceso de Oslo y su continuación parten del principio de que Israel es la víctima y que la clave de la paz se encuentra en el fin del terrorismo. El nuevo proceso de paz que desean Hamas y los palestinos debe tener como base el hecho de que los palestinos son víctimas de la ocupación y de que el problema no es el terrorismo sino la agresión israelí.
Antes de ser asesinado a golpe de misiles, el jeque Yasín había admitido que en caso de que se volviera a las fronteras de 1967 se podría pensar en un cese al fuego durante más de una generación. Hoy, el IRA sueña con una Irlanda reunificada pero no deja de negociar con el gobierno británico. Dejemos que los partidarios del Gran Israel sueñen con un Eretz Israel que se extienda del Nilo al Eufrates pero no dejemos de negociar.

Fuente
The Guardian (Reino Unido)

«Hamas will make a deal», por Azzam Tamimi, The Guardian, 30 de enero de 2006.