Puede llamar la atención el título de este artículo, pero que Rafael Belaunde haya renunciado adelantando incluso la noticia a los medios antes del anuncio oficial de Perú Posible, el aún partido de gobierno -hoy en extinción- no significa que no lo hayan desaforado.

Y ¿por qué? La razón es muy simple, cuestión de prioridades. ¿Qué es prioritario para PP, el competir por la presidencia en las elecciones, sabiendo que no ganarán a pesar de los méritos que se le pueda asignar al candidato, o contar con el mayor número de votos en el Congreso para pasar el TLC?.

La respuesta es simple, requieren de esos tres votos que le significan esos tres mediocres –para abajo- congresistas de PP que son la Sánchez, la Chuquival y el “por Dios y por la plata”. Las exigencias de Belaunde en el contexto electoral, los dejaba afuera de la ilusión absurda de la reelección; ahora esos votos a favor del TLC, están sujetos a que los tres entren en la lista de candidatos al Congreso y/o al Parlamento Andino por PP, lo que sin duda les será concedido.

Por azar: ¿se puede pensar que el TLC sería confirmado por un Congreso que tuviera tan sólo una calificación de “regular”?; sin duda no pasaría, ese TLC sólo puede pasar en un Congreso devaluado y sin identidad como el actual.

Es obvio que se engañó a la población en el momento que se afirmó que las negociaciones del TLC habían concluido cuando lo anunciaron y se sacaron la fotografía en palacio de la mano del “gran patrón” de sucesivos gobiernos –Dionisio Romero-, que con su avaladora presencia dijo a todos: “aquí estoy y aquí se hace lo que yo digo ...”. Lo cierto es que la negociación se concluyó –si se puede decir que finalmente ha concluido- en el proceso de traducción, especialmente del capítulo agrario, como bien lo ha señalado CONVEAGRO, en los últimos días.

Ahora ya cuentan con tres votos seguros más para intentar con el apoyo de los congresistas de UN, cuya candidata hoy favorita para ganar las elecciones, quiere esto aprobado para no tener que cargar con el bulto si llega al gobierno, ahora con el patrocinio evidente del “patrón”, que ha decidido finalmente –por lo menos en esta alternativa- no ocultar su poder bajo las sombras.

¿Qué va a hacer el APRA?. Depende de cuan penetrada esté por el “patrón”, que sin duda tiene buenas “conexiones” con esta alternativa electoral que, en el peor de los casos, siempre tiene una representación parlamentaria significativa y sin duda podrá seguir manejando la Comisión de Pro-inversión.

Los demás votos se negocian, excepto –por lo menos así parece- los de algunos pocos parlamentarios decentes y más comprometidos con los objetivos nacionales.

Para terminar con este tema, deseo reiterar que el no desarrollar las extensiones posibles de desarrollarse competitivamente en el Perú de los llamados productos sensibles: maíz amarillo duro, trigo y algodón (todos productos que importa y comercializa el grupo Romero), significa sacrificar un potencial anual de 84 millones de jornales en el corto plazo, que no se iguala siquiera a la ocupación potencial si triplicamos –en un escenario esperado- las extensiones de los productos exportables estrellas del TLC, excepto el etanol, cuyo impacto recién se verá de manera significativa, después del 2010. Las anunciadas compensaciones –estúpida y mentirosa salida populista que no es concurrente con la enarbolada tesis de “libre mercado”- ya sabemos y lo estamos viendo, no se cumplirán, por lo que hablar de ello, resulta superfluo.

Hay otros expertos que han expuesto con claridad lo relativo a las medicinas, la propiedad intelectual y la biodiversidad, que dificulto entiendan más de 10 congresistas. Estos son temas que –en conjunto con los productos sensibles del agro- deberían ser claves para un serio escrutinio, pero la palabra “seriedad”, está borrada del vocabulario congresal actual y reemplazada por alguna palabra más rentable en el vocabulario del presente gobierno.