Mientras los medios de comunicación destacan aspectos anecdóticos y la guerra sucia en la campaña electoral, hay otra campaña en la economía que se está impulsando a marchas forzadas por los poderes fácticos beneficiarios del fujimorismo económico, liderados políticamente por PPK, nuestro Premier extranjero. La mayoría de candidatos o mira para el costado, o no se percata de las graves consecuencias para el país. La campaña es multidimensional: ideológica, legal, y de fuerza. Veamos algunos componentes.

La campaña se inició con el viaje de PPK a Washington, para dar una “solución política” a los entrampamientos que se habían generado en la negociación del TLC con EEUU. Allí se concedió lo que le pidieron, y completaron su faena con el tema sanitario y fitosanitario hace unos días. Se consumó así la virtual entrega del agro nacional, que inclusive hizo llorar al ministro de Agricultura, según confesó.

Haciendo la finta de haber cerrado el acuerdo con EEUU, se debilitaba la posición negociadora de los otros andinos. Demoraron hasta cuando pudieron la publicación de los textos, y ahora se pretende silenciar el debate hasta después de las elecciones. Además, que lo firme el actual Parlamento, que tiene menor legitimidad que el propio Ejecutivo. Se está transitando así entre la desinformación y el “caballazo”, para perpetuar con el TLC, el modelo en curso.

Ataque especulativo contra la moneda nacional y el BCR. Algunos bancos y AFPs desataron un ataque especulativo, felizmente controlado por el BCR. Se quiso hacer creer que el “mercado” reaccionaba espontáneamente frente a las altas preferencias en la encuestas de un “candidato antisistema”. Cualquier cuestionamiento al modelo neoliberal en curso, que se aparte de los preceptos publicados recientemente por PPK, generarán inestabilidad, fuga de capitales y caos económico. Este es un aviso no sólo para ese candidato, sino para cualquier otro que se atreva a plantear propuestas alternativas.

Se está tratando de concesionar aeropuertos, puertos, agua, tanto como sea posible. Se ha continuado con la campaña de satanización de SEDAPAL, y de lo que queda de las empresas estatales. Se trata de evitar cualquier intervención o regulación estatal, en el nuevo gobierno nacional.

Se busca impedir que la población decida sobre el sistema de afiliación de AFPs, o que se modifique la actual legislación anti-laboral. Han continuado las campañas para sacar recursos de los peruanos al exterior, sin contribuir a la indispensable inversión que aquí se requiere. Gracias al BCR, esto tampoco tuvo éxito hasta el momento.

Se ha modificado el contrato del gas de Camisea. Frente al creciente consenso nacional de usar ese recurso estratégico para abastecer el mercado interno primero, se le ha otorgado a la trasnacional que explota el recurso la posibilidad de exportar, de preferencia a Chile, (inflando para ello las cifras de reservas existentes, como han denunciado algunos expertos).

Se ha continuado con la campaña de liquidación de la línea aérea nacional TANS, y la última decisión del funcionario responsable, fue ampliar las rutas a la empresa chilena LAN.

Se quiere dividir artificialmente el puerto del Callao con triquiñuelas legales, para permitir la participación de capital chileno. Frente al creciente consenso de defender los puertos frente a la competencia chilena entre los candidatos (sea posición real o de campaña), se buscar evitar a toda costa la inversión y presencia efectiva de ENAPU, así como la presencia de operadores mundiales reconocidos.

Se sigue negociando un TLC con Chile de espaldas al país. Acaba de terminar una nueva ronda de negociaciones en Lima sin que ninguna autoridad se digne explicar al país los compromisos y concesiones que se están haciendo, y en qué beneficia ese acuerdo al país, considerando que ya el 85% del comercio está liberalizado.

En su momento advertimos sobre el proyecto que previsiblemente PPK trataría de impulsar (PKK Melodía Conocida, L.R. 23/08/2005). Le ha sido muy difícil implementarlo, por la posición de algunos partidos democráticos, el movimiento social, laboral, regional, y el creciente rechazo a ese tipo de modelo, que ha sido creciente en plazas públicas.

Como se evalúa que en nuevo gobierno o en el Congreso, será casi imposible mantener el status quo, han iniciado una frenética campaña (algunos de cuyos elementos hemos tratado de presentar), para, a partir de una estrategia de “hechos consumados”, cualquier gobierno que plantee alternativas al fujimorismo económico vigente, quede maniatado.

Sería bueno, que los candidatos que buscan o dicen representar al pueblo, eviten que esta campaña económica tenga éxito. Le corresponde a un nuevo gobierno, y a una nueva representación parlamentaria, legitimada por el voto popular, decidir sobre los temas centrales que hoy se están aprobando a la carrera y en algunos casos entre gallos y media noche. Si no es así, horas negras se avecinan, si el entreguismo hacia el norte y al vecino del sur, se consuman.