La última carta de Osama bin Laden, incluso sin tener en cuenta su impacto, prueba su inteligencia. Se manifiesta, primero, en el momento perfecto y, luego, en la calidad de su contenido. La reaparición del líder de Al Qaeda tras una ausencia de más de un año, para confirmar que sigue vivo y, sobre todo, que su ausencia fue planificada, tenía por objetivo dar más valor y credibilidad a sus palabras.
El regreso a la escena de Osama coincide con el incremento de la crisis que vive George W. Bush en los Estados Unidos a raíz de su fracaso en Irak. Bin Laden quería recordar al inquilino de la Casa Blanca que estaba reproduciendo la experiencia de la ex Unión Soviética en Afganistán, una experiencia que anunció el inicio del derrumbe de la URSS, y que costará muy caro al régimen de Bush, sobre todo en el plano financiero.
Lo que es sorprendente en su última carta es que el enemigo número uno de Washington formuló un mensaje, en el que hace un llamado a la tregua, en una jerga típicamente política. Quería explicar a los ciudadanos estadounidenses que la guerra actual no es una guerra religiosa, y que no estaba dirigida a ellos porque fueran infieles o cristianos, sino porque sus responsables han atacado y saqueado tierras musulmanas. El líder de Al Qaeda quizás hubiera debido acusar a los neoconservadores y a los sionistas que han provocado la guerra en cuestión. _ La carta prevé una serie de atentados en los Estados Unidos, algo que no es totalmente seguro, dado que Bin Laden ya había hablado antes sin concretarlos, lo que puede minimizar sus amenazas y debilitar la credibilidad de sus palabras. Además, hubiera podido hablar en nombre de una nación humillada y agredida, que propone la tregua y aspira a una vida tranquila, y no solo en nombre de cualquier organización, ya que la guerra en Irak, Afganistán o Palestina concierne no solo a Al Qaeda, sino a toda la nación musulmana.
La carta en cuestión es muy importante, pese a todas los señalamientos hechos en su contra. Sobre todo, describe, con total objetividad, la situación en Afganistán y en Irak, y subraya la importancia de las pérdidas sufridas por la administración estadounidense. También hace alusión a los crímenes cometidos contra los iraquíes, y cuestiona las consignas de libertad aportadas por el invasor.
Esta carta puede calificarse de bofetada a Bush, quien nunca será capaz de vencer la peste de Al Qaeda aun cuando elimine a su líder y a todos sus brazos derechos, ya que esta organización terrorista, al igual que la cadena de restaurantes Mc Donald’s, permite a sus filiales en el extranjero modificar sus menús según las necesidades.

Fuente
Al-sharq (Qatar)
Diario político árabe publicado en Doha.

«بن لادن يعود برسالة سياسية وعرض للهدنة!!», por Yasser Al Zaratra, Al-sharq, 23 de enero de 2006.