Analistas internacionales entrevistados por la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN) en la capital estadounidense comentaron el pedido de reconducción de fondos federales que hizo Bush al Congreso para expandir las transmisiones de la cadena estatal Voz de América, cuya señal radiofónica ahora llegará más allá de Cuba, hacia territorio venezolano.

Ambos coincidieron en que esta red de radio y televisión será una especie de Caballo de Troya para influenciar el escenario político de la región y de la nación suramericana.

«“Esto es algo que siempre se hizo, no es nada nuevo, se hizo durante siglos, y que ahora se hace a través de la radio y de la televisión”», dijo el experto internacionalista de la Universidad Americana de Washington, Emilio Viano.

“Es una forma de intervencionismo para promover las ideas”, agregó.

Destacó que los mismos países objeto de la intervención también son el blanco de la guerra ideológica de los medios de comunicación locales e internacionales.

El experto recordó que no sólo estrategias como el uso de las Fuerzas Armadas para imponer gobiernos y atar a las naciones a lineamientos suministrados por los organismos financieros internacionales -controlados por Washington-, han sido utilizadas a lo largo de la historia por Estados Unidos para imponer su dominio.

“También con la propaganda en los medios de comunicación se ha llevado a cabo una estrategia intervencionista”, señaló Viano.

La historia está llena de ejemplos de cómo Estados Unidos utilizó, en la época de la Guerra Fría, la intimidación, la fuerza militar y la propaganda para imponer su ideología y controlar políticamente a los gobiernos.

Durante la década de 1970, la Agencia de Información Estadounidense (USIA) lanzó al aire el servicio radiofónico de noticias Voice of America.

Las radios Free Europe y Liberty, en parte financiadas por la Central Intelligence Agency (CIA, por sus siglas en inglés), tenían a su cargo la difusión de propaganda gris, en formato noticioso y de entretenimiento, para la Europa del Este y para la Unión Soviética, respectivamente.

Al comienzo del mandato de Bush, el Gobierno aprobó nuevos fondos para Voz de América, la versión de radio y televisión transmitida en español.

La medida formó parte de un programa que incluía nuevas disposiciones legales, como la Ley Helms Burton, y otras económicas, promovidas por la Administración Bush y por los sectores republicanos más conservadores en el Congreso, para endurecer el bloqueo contra Cuba y defender las políticas neoliberales entre las jóvenes democracias latinoamericanas.

Bajo el lema Una fuente de información confiable, La Voz de América se describe en su página web como “un servicio internacional de difusión de medios múltiples. Este servicio es responsable de presentar con claridad las políticas de Estados Unidos al mundo y ser una fuente fidedigna de noticias”.

Aunque, oficialmente, Voz de América es un ente autónomo que funciona con fondos federales, la cadena tiene una orientación informativa clara: privilegia noticias que ensalzan las criticadas políticas de la administración Bush en materia exterior y critican a Cuba, a Venezuela y a los gobiernos de izquierda de América Latina.

Además, sirve de vocera a ciertos actores políticos de la oposición venezolana que estuvieron involucrados en el golpe de Estado de 2002 contra el presidente Hugo Chávez y que, hoy en día, enfrentan procesos por traición.

La decisión, ahora, de extender las transmisiones de esta red evidencia la intención de Washington de contrarrestar el mensaje político de una izquierda que no sigue sus modelos.

Razones electoreras

Otra de las razones que llevan a Washington a atacar más y más a Venezuela es la necesidad de reforzar los ideales ultraconservadores republicanos.

La ideología “está jugando un papel muy importante en todas las decisiones y orientaciones de este Gobierno”, afirmó el decano de Asuntos Públicos de la Universidad Americana de Washington, William Leogrande.

Explicó que ello se debe a la gran influencia de los sectores más a la derecha en el espectro político estadounidense, que se asientan en grupos sociales como los evangélicos fundamentalistas.

“Estos grupos constituyen una gran base de poder para el Partido Republicano en este momento”, aseveró Leogrande, quien recordó que no sólo Venezuela se encuentra en período preelectoral.

Estados Unidos celebrará elecciones parlamentarias en 2007 y, de acuerdo con el analista, al Gobierno de Bush no sólo le interesa afectar la posibilidad de reelección del presidente Hugo Chávez; le interesa que en el Congreso persista la mayoría republicana.

“El 2006 es un año preelectoral, y muchas de las decisiones del Gobierno del presidente Bush son tomadas considerando las elecciones para la Cámara de Diputados y para el Senado”, señaló Leogrande.

Destacó que los republicanos necesitan conservar su mayoría para mantener el control sobre los poderes del Estado, como ocurre ahora, que dominan incluso la Corte Suprema de Justicia.

Sí es agresión

El Gobierno venezolano emitió un comunicado titulado “Ante la nueva agresión imperialista”, en el cual destaca que la solicitud de mejorar las transmisiones de la Voz de América hecha por Bush constituye una política intervencionista.

Además, Venezuela recuerda que esta política está “abanderada por los legisladores de Florida ligados a la mafia anticubana de Miami”.

“Es una agresión porque están aumentando el tono y la frecuencia de las críticas”, subrayó Emilio Viano.

Se impone la visión de los “halcones” republicanos, como el secretario de Defensa Donald Rumsfeld, “que se oponen a cualquier entendimiento y se dan a la tarea de hablar mal de Hugo Chávez y de Fidel Castro”, dijo Viano.

“Las tensiones han aumentado ahora con la expulsión de diplomáticos entre ambos países”, añadió.

Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela se deterioraron desde la llegada al poder de Chávez, Gobierno al cual Washington ha enfrentado ferozmente.

“La administración de Bush no aprueba a Hugo Chávez y eso se hizo evidente en 2002, cuando le dieron la bienvenida al golpe que lo sacó del poder”, dijo Leogrande.

Sin embargo, en opinión del decano de Asuntos Públicos de la Universidad Americana de Washington, William Leogrande, el incremento de estas trasmisiones y difusión en territorio venezolano no tendrá los resultados que ambiciona la dirigencia de EEUU, sino todo lo contrario.

“No pienso que sea un instrumento efectivo para afectar a Venezuela, particularmente por tratarse de un país que tiene un Gobierno elegido democráticamente”, explicó.

Lo que va a suceder, tanto en Venezuela como en los demás países objeto del bombardeo mediático, “es que el pueblo de esos países va a responder con una reacción fuertemente nacionalista en contra de Washington”, concluyó Leogrande.

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