Convencido en el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y México, el ex presidente Lucio Gutiérrez resolvió que nuestro país forme parte del TLC junto a Perú y Colombia. Ahora, y luego de dos años de pretender entregar nuestra soberanía al imperialismo norteamericano, Alfredo Palacio, que ha demostrado fehacientemente su política neoliberal, pretende firmar esta negociación conocida en los Estados Unidos como NAFTA (North American Free Trade Agreement).

Los resultados de la firma del TLC en otros países no son alentadores, como pretende justificar el jefe negociador ecuatoriano Manuel Chiriboga. El ejemplo más claro es la firma realizada entre México y Estados Unidos, puesto que luego de dos años la soberanía de mexicana se encuentra en el piso, no ha desminuido la migración de México a Estados Unidos, tampoco ha mejorado el bienestar de las mayorías y, principalmente, la economía de este país. En una investigación realizada por la Universidad Autonoma de México (UNAM) señala que solo 300 empresas transnacionales de los grupos de poder manejan el 70 % de las exportaciones totales. Solo 17 tipos de productos son los que hacen posible el 60 por ciento de dichas exportaciones. En el sector agropecuario, el café en grano, tomate y legumbres reúnen el 73 por ciento de la exportaciones agrícolas de México en los dos primeros años del TLC. Estas exportaciones está en manos estaría en manos de los grupos de poder.

¿Cuáles serán los beneficiados de la firma del TLC en Ecuador?: lógicamente, los empresarios pertenecientes a los grupos de poder en nuestro país que están aglutinados en las Cámaras de Industrias y Comercio de las principales ciudades como Quito y Guayaquil. Según la revista Gestión, perteneciente a Dinediciones del Grupo Egas y que también forma parte de los mayores sectores de poder del país, el grupo Noboa (Álvaro Noboa), Grupo NOBIS (Isabel Noboa) y el Grupo ELJURI (Juan Eljuri) poseen cerca de 93 empresas multinacionales. A estas se suman otros grupos en ‘menor’ escala, como: Grupo Wright, Real, Motransa, Durini, Peña, Vásquez, Ales, Álvarez Barba, González Artigas, Deller, Correa, Quirola, Ortiz, Cuesta, entre otros. Estas familias concentrarían alrededor del 80 por ciento de los ingresos totales del país, lo que se explica la actitud entreguista de estos grupos para la firma del TLC. Con esta perspectiva, el magnate Álvaro Noboa pretende, por tercera ocasión, participar en las elecciones presidenciales en este año.

¿Cómo están las negociaciones del TLC en Ecuador?

Con la integración al equipo negociador del Ministro de Economía, Diego Borja; Relaciones Exteriores, Francisco Carrión; Agricultura, Pablo Rizzo y Salud, Iván Zambrano, los temas de Derechos de Propiedad Intelectual, Agrícola y Medidas Sanitarias y Fitosanitarias están en juego. Sin restar importancia a los otros 16 temas tratados, estos tres han sido los que han provocado mayor resistencia en el proceso de negociación.

Con esta política ‘negociadora’, según la revista ÎCONOS, en el tema agrícola Ecuador ha otorgado a más del 80% de las importaciones norteamericanas una desgravación inmediata, mientras que los Estados Unidos otorga únicamente un 7%. A esto se suman los subsidios agrícolas de EEUU que ponen en total desventaja a los productores nacionales y en riesgo los fundamentos de la seguridad alimenticia del Ecuador. Con respecto a la mesa de medidas sanitarias y fitosanitarias, Estados Unidos plantea que los países andinos deben retirar las restricciones sanitarias establecidas a la carne de ave por la "gripe aviar" y la carne de bovino por el mal de la "vaca loca". Finalmente, en la mesa de propiedad intelectual existen temas muy delicados, entre ellos: el acceso a los medicamentos frente al tiempo de duración de sus patentes, lo que amplifica el riesgo de que la medicina y la salud sean un privilegio de pocos en un país con el 61,3% de pobres.

Las discrepancias y la falta de una propuesta clara entre los países andinos, lo cual provocó que Perú negocie bilateralmente, han favorecido a Estados Unidos para que los sectores que respaldan el TLC presionen al equipo negociador para la firma definitiva. Negociadores que a decir de Marcelo Larrea en una investigación realizada el 16 de diciembre de 2003 para Argenpress: “La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), conocida por el apoyo a la intromisión de Ecuador en el Plan Colombia, y a la ampliación de las operaciones del Comando Sur como la base de Manta, otorgará un crédito no reembolsable de 2 millones de dólares para los cursos de ‘capacitación de los negociadores’. A esto se sumaría un crédito por 2.960.000 dólares del BID”. Con esto se confirman las contradicciones de Manuel Chiriboga, que, defendiendo la política de la USAID, manifestó que la Base de Manta serviría para presionar a Estados Unidos “en una negociación que favorezca a los intereses nacionales”, sin embargo, luego indicó que se respetarían todos los convenios internacionales y que la Base de Manta no entra en la negociación. Además, se demuestra la falta de respeto a nuestra soberanía porque de cualquier forma se intentó negociar con territorio ecuatoriano al colmo de llegar al concepto de mercancía.

Con estos tres temas claves se pretende cerrar las negociaciones del TLC, negociación que, de firmarse, tanto el mal recordado Lucio Gutiérrez, que aprobó intervenir en este malévolo tratado comercial así como los actuales negociadores, serán recordados como los principales gestores del entierro de la historia ecuatoriana. Mientras tanto, los estudiantes, trabajadores, campesinos e indígenas tienen previsto continuar con sendas movilizaciones para impedir la firma de este macabro tratado. Acciones que iniciaron con la contundente protesta de los estudiantes secundarios en las calles de Quito y la paralización de actividades realizada por los habitantes y autoridades de la provincia de Sucumbíos.