La dramática realidad de los prisioneros detenidos en la ilegal Base Naval de Guantánamo revela también el doble rasero del Gobierno de los Estados Unidos en su manida y manipulada campaña a favor de los derechos humanos.

Si usted decide poner las palabras “Base Naval de Guantánamo” en el buscador de noticias Google, encontrará que en las últimas 72 horas aparecen más de 900 informaciones solamente en idioma español sobre la prisión estadounidense ubicada en ese territorio ocupado contra la voluntad del pueblo cubano.

Los titulares de ultima hora reflejan que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha asegurado que el centro de detención de Guantánamo deberá cerrarse "tarde o temprano", sumándose así a la condena de los abusos que se cometen en la base naval que Estados Unidos mantiene en Cuba y por otro lado, que ese gobierno se niega a cerrar Guantánamo, tal y como piden la ONU y el Europarlamento.

Días atrás, un editorial del diario Los Angeles Times con el titular “La desgracia de Guantánamo”, comunicaba que: “Es tiempo de cerrar la prisión militar de EE.UU. en la bahía de Guantánamo”... “Deben ser juzgados en corte o liberados”, añadía. “Es inhumano mantenerlos indefinidamente en un lugar donde la tortura no es inusual y el proceso debido está ausente”.

Hoy varias agencias internacionales también difunden que un ministro del Gobierno británico de Tony Blair se ha sumado por primera vez a quienes piden el cierre del centro de detención de Guantánamo, donde Estados Unidos mantiene recluidos a unos 500 prisioneros sin imputarles cargos.

El interés y la repulsa que a cada hora crecen por la situación de esa prisión norteamericana, también provoca condenas por la usurpación de ese territorio a la nación cubana y se exige su devolución a su legítimo dueño: el pueblo cubano.

Por otra parte son muchas las preguntas que se hacen sobre esta ilegal Base Naval Norteamericana y su historia .

La búsqueda de esas informaciones también lleva al sitio de la cancillería cubana www.cubaminrex.cu, que bajo el epígrafe: GUANTÁNAMO, AGUJERO NEGRO DE LOS ESTADOS UNIDOS detalla con amplitud materiales que comparto con los lectores: Un ilegal enclave militar en Cuba.

Estados Unidos mantiene ilegalmente una base naval en Cuba contra la voluntad de su pueblo. Esta instalación se encuentra en la Bahía de Guantánamo, una de las mayores de la isla. Dista 64 kilómetros de Santiago de Cuba, la segunda ciudad en importancia del país, y 920 kilómetros de su capital La Habana. Abarca un área de 117,6 kilómetros cuadrados (49,4 de tierra firme y el resto de agua y pantanos). Delimita una línea de costa de 17,5 kilómetros. La bahía posee buenas características en cuanto a profundidad, seguridad y capacidad, pero actualmente carece de importancia estratégica.

La Enmienda Platt, bochornosa ley del Congreso de Estados Unidos impuesta a la primera Constitución cubana a principios del siglo XX, bajo la amenaza de que de no aceptarse la isla permanecería ocupada militarmente, estableció la obligación de ceder porciones de territorio para instalaciones militares del poderoso vecino. No tardó en ponerse en práctica esa exigencia. En diciembre de 1903 Estados Unidos tomó posesión "hasta que lo necesitaren" de la Bahía de Guantánamo, mediante la imposición de un leonino tratado. Desde entonces y durante más de medio siglo fue centro de estímulo a la prostitución, el juego y las drogas, y de un abierto intervencionismo.

Desde el triunfo de la Revolución en 1959, la base ha sido fuente de provocaciones y agresiones, tanto de las tropas del enclave como de contrarrevolucionarios que allí encontraron refugio, muchos de ellos después de cometer crímenes y otras fechorías. En 1961 personal de la Base provocó la muerte a golpes de un obrero cubano y menos de un año más tarde fue secuestrado, torturado y asesinado un humilde pescador. Dos soldados cubanos resultaron asesinados en 1964 y 1966, respectivamente, por disparos realizados desde esa instalación norteamericana. Son muchas las violaciones del espacio aéreo, marítimo y terrestre cometidas, junto a diversas provocaciones como disparos, lanzamiento de piedras, proferir ofensas y otras muchas.

Los ejercicios de las tropas norteamericanas han provocado daños ecológicos irreparables al entorno, incluso han estacionado allí submarinos nucleares. Violando hasta el ilegal tratado que Estados Unidos esgrime para mantener su presencia militar, la base fue convertida en 1994 en campamento de refugiados, en gran parte haitianos, y aún se utiliza ocasionalmente para esto fines. Ante tales hechos Cuba ha asumido invariablemente una actitud firme y serena, no se ha dejado provocar ni intimidar. Los combatientes de la Brigada de la Frontera, unidad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias encargada de la defensa de este límite fronterizo artificial, son ejemplo de preparación profesional, valor y disciplina.

Las máximas autoridades cubanas han declarado en muchas ocasiones que no aceptarán ninguna negociación con respecto a este territorio ilegalmente ocupado que no sea la retirada incondicional de las tropas extranjeras allí acantonadas contra la voluntad expresa del pueblo de Cuba. Con igual seriedad el gobierno cubano ha ratificado que no intentará recuperar sus legítimos derechos mediante la fuerza y esperará pacientemente a que la justicia se imponga tarde o temprano.

Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores del 19 de enero del 2005

El 19 de enero de 2005 el Ministerio de Relaciones Exteriores, reflejando la indignación de nuestro pueblo por las atrocidades cometidas contra los prisioneros en la Base Naval norteamericana en Guantánamo, entregó a las autoridades del Gobierno de los Estados Unidos en La Habana y en Washington una Nota Diplomática, en la que se denunciaron las flagrantes violaciones de los derechos humanos que dicho Gobierno comete diariamente en el territorio cubano que ilegalmente ocupa la citada Base Naval. En esta comunicación se demandó el cese inmediato de esa inhumana y criminal conducta.

En la mencionada Nota se le recordó al Gobierno de los Estados Unidos que las atrocidades que se cometen en la Base, y el propio hecho de utilizar ese territorio cubano ilegalmente ocupado como una prisión, violan numerosos instrumentos del Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario, e incluso violan el Convenio para las Estaciones Carboneras y Navales, firmado en febrero de 1903 entre el Gobierno de los Estados Unidos y el Gobierno de Cuba de la época, en condiciones de desigualdad y desventaja para nuestro país, cuya independencia había sido cercenada mediante la Enmienda Platt.

De acuerdo con el Artículo II del mencionado Convenio, el Gobierno de los Estados Unidos se comprometió "a hacer todo cuanto fuere necesario para poner dichos lugares en condiciones de usarse exclusivamente como estaciones carboneras o navales y para ningún otro objeto".

Resulta importante recordar también que cuando las autoridades cubanas fueron informadas, aunque no consultadas, acerca de la decisión del Gobierno de los Estados Unidos de trasladar hacia este enclave militar norteamericano en Guantánamo a un grupo de prisioneros de la guerra en Afganistán, el Gobierno de la República de Cuba dio a conocer a la opinión nacional e internacional, el 11 de enero de 2002, una Declaración en la que expresó que, "aunque el traslado de prisioneros de guerra extranjeros por parte del Gobierno de los Estados Unidos a una instalación militar suya, ubicada en un espacio de nuestro territorio sobre el cual hemos sido privados del derecho a ejercer jurisdicción, no se ajusta a las normas que dieron origen a esa instalación, no crearemos obstáculos al desarrollo de la operación". La Declaración subrayó además que nuestro Gobierno había "tomado nota con satisfacción de las declaraciones públicas de las autoridades norteamericanas en el sentido de que los prisioneros recibirán un tratamiento adecuado y humano".

La dramática realidad de los prisioneros detenidos en la Base Naval de Guantánamo, cuya cifra según medios de prensa asciende en estos momentos a 550, revela también el doble rasero del Gobierno de los Estados Unidos en su manida y manipulada campaña a favor de los derechos humanos.

La arbitraria detención de estos prisioneros extranjeros sin que haya mediado un proceso judicial, así como las torturas y el tratamiento degradante a que son sometidos, constituyen una grosera violación de los derechos humanos y de numerosos tratados y convenciones internacionales, en particular, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención contra la Tortura y Otros Tratos y Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.

Con esta hipócrita conducta, el Gobierno de los Estados Unidos ha demostrado la falsedad de sus propias declaraciones públicas y que una vez más le mintió al Gobierno de la República de Cuba, a su propio pueblo y a la comunidad internacional, al ocultar las horrendas torturas, crueldades y el tratamiento humillante y denigrante dado a los prisioneros retenidos en la Base Naval de Guantánamo, solo comparables con las torturas infligidas a los prisioneros en la cárcel de Abu Ghraib y otros establecimientos penitenciarios en el territorio iraquí ocupado.

El Ministerio de Relaciones Exteriores se suma a los reclamos y exigencias de la comunidad internacional para que el Gobierno de los Estados Unidos cese de forma inmediata estas flagrantes violaciones de los derechos de los prisioneros que, por demás, se llevan a cabo en territorio cubano ocupado ilegalmente.

A Cuba le asiste toda la moral que nos da una trayectoria intachable en esta materia y el derecho que le confiere el ejercicio de la soberanía sobre todo el territorio cubano, para denunciar estos abusos y violaciones que comete el Gobierno de los Estados Unidos cada día contra los detenidos en la Base Naval de Guantánamo y para demandar la terminación de estas prácticas violatorias del Derecho Internacional, concluye la declaración de la cancillería cubana, emitida hace un año atrás y que tiene plena vigencia hoy .

Siguiendo con este asunto y en los espacios culturales también Guantánamo ocupa titulares. El estigma de la infamia que el gobierno de Estados Unidos ha convertido en práctica cotidiana en el territorio ocupado ilegalmente a Cuba en la bahía de Guantánamo marcó esta semana la agenda de la Berlinale, la tradicional cita cinematográfica invernal de la capital alemana.

Un avezado cineasta inglés, Michael Winterbottom, estremeció al auditorio con la presentación del testimonio fílmico El camino a Guantánamo, que narra el calvario de tres jóvenes musulmanes británicos, Shafiq Rasul, Ruhel Ahmed y Asif Iqbal, desde su detención cuando asistían a una boda en Afganistán hasta las torturas y los maltratos a que fueron sometidos en el campo de concentración yanki. Tres años después, sin que ni siquiera se les pidiera perdón y luego de múltiples gestiones, fueron liberados, no sin antes haber recibido propuestas por parte de la CIA para que se infiltraran en organizaciones islámicas como agentes secretos.

A muchos estremeció particularmente lo que cuenta Ruhal Ahmed, sobre el interrogatorio que sufrió en noviembre del 2001 en Afganistán por un miembro de las fuerzas de elite británicas SAS en presencia de un militar norteamericano que le apuntaba con una pistola en la cabeza. El documental, de manera sobria y objetiva, puntualiza las sistemáticas vejaciones a los prisioneros: golpeados, privados de sueño, inyectados con drogas, encapuchados, fotografiados desnudos y sujetos a humillaciones sexuales y religiosas. Uno de sus abogados, Gareth Peirce, subrayó cómo los carceleros norteamericanos "no escatimaron ni un solo método para quebrantar su voluntad y hacerles confesar algo de lo que no son culpables".

Sobre Guantánamo y la infamia del gobierno de EEUU seguramente seguirán apareciendo artículos en próximas semanas que continuaremos comentando.

Fuente
RIA Novosti (Rusia)