Las Madres siempre hemos sido muy críticas con quienes aspiran a ser marinos o militares o policías. Cuando leemos lo que les pasa, nos damos cuenta que es tal el grado de sometimiento, aún cuando recién estén dando los primeros exámenes.

Hace dos días se ha descubierto que en una clase del año 2004, después de haber dado los exámenes para entrar a las academias militares, a los cadetes los maltearon. Parece que la “manteada” es una práctica común: los cagaron a palos. Pero después los hicieron sentar sobre unas columnas de vapor de 100 grados. Y tan sometidos son estos tipos que efectivamente se quedaron ahí, sentados. Y se quemaron las bolas vivos. Así, literal, no les estoy mintiendo. Y claro, los internaron en estado gravísimo, les hicieron injertos, están hechos moco. Y ahora salió a relucir.

Los responsables de esto, los que dieron la orden de no levantarse del vapor –ustedes piensen lo que habrán hecho con nuestros hijos, atados de pies y manos, como los tenían, si a estos, que estaban desatados, los tenían tan sometidos-. Decía, que los responsables de esto se llaman Alejandro Daniel Pereyra y Alberto Beltrán. Ellos son los dos responsables. Y la Justicia militar no intervino, no quiso intervenir. Carrasco fue el caso paradigmático que se descubrió, que fue muerto a patadas adentro del Ejército. Pero es una práctica común. Hay un montón de tipos que no se levantaron aunque se quemaron vivos, que recién ahora se animan a denunciar porque la hermana de uno de ellos se animó a contar lo que pasó. Y la médica que los atendió, cuando la prensa la llamó, dijo que ella no se acordaba de haber atendido a nadie así quemado, del susto que tiene no puede decir cómo encontró a estos pelotudos que quieren ser de la Marina, o del Ejército, porque no sé qué les meten en la cabeza para que estos tipos vayan tan sometidos a ser doblegados, esa cosa tan espantosa. Porque ya desde que entran son así, desde los exámenes de ingreso, imagínense al año de estar allí: cuando les digan que nos maten, ellos vendrán corriendo. Esa es la obediencia debida, desde que entran.

El Presidente hizo ayer un discurso muy fuerte. Nos parece importante que hable de las privatizadas, pero yo creo que de una vez por todas el Presidente se tiene que decidir a sacárselas, a que estén nuevamente en nuestras manos, sobre todo el agua y los trenes, que son dos cosas que nos corresponden. Debe hacerse mucha fuerza y decir “bueno, basta, se terminó”. No podemos seguir subsidiando y no hay cloacas; subsidiando y los trenes no andan. Qué es esto: estamos poniendo la plata en un pozo para que ellos se la lleven. Me parece bien que el Presidente hable, pero creo que además de hablar tiene que volver a estatizar las empresas, esas que nos quitaron con tanto coraje.

Hoy vino el Ministro del Interior (Aníbal Fernández), a ver la Casa de las Madres y nuestra Universidad. Y aprovechando su visita, le entregué una carta que dice así:

“Señor Ministro del Interior, Aníbal Fernández:

”Por la presente me dirijo a Ud., en mi carácter de Presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, a fin de solicitarle que disponga a la brevedad el retiro de las tropas de la Gendarmería Nacional de la zona de Las Heras.

”Las Madres de Plaza de Mayo, que lo hemos sufrido en carne propia, sabemos la intimidación que significa la presencia de los gendarmes junto a la población.

”Por el respeto a los justos reclamos de los trabajadores y por el respeto a las familias, le pedimos el retiro de esas tropas, que deberían regresar a su función original, de custodia de las fronteras de la patria, en lugar de funcionar como un ejército de ocupación interna.

”Confiando de una respuesta favorable de su parte, lo saludo en nombre de las Madres pidiéndole que haga realidad este pedido”.

Por otra parte, acabamos de elaborar un comunicado en el que expresamos que no convocamos a la marcha de Aníbal Ibarra. Porque en los medios están diciendo eso. Convocan Línea Fundadora y Abuelas, pero nosotras no convocamos. Acabamos de hacer un comunicado por esto, porque toda la gente nos pregunta al respecto. Se ve que con muy mala intención los medios nos quieren involucrar. No convocamos.

Hasta el jueves.