A tres jóvenes vascos les adjudicaron la capacidad de convocatoria para movilizar a la CONAIE, la mayor organización social del país. Si en su nebulosa del poder y del palacio, así lo creyeron, seguramente, con una gran envidia, tuvieron que aceptar que estos tres muchachitos, cuyos nombres ni siquiera los pueden pronunciar adecuadamente, tienen más credibilidad que el Presidente Palacio que «solemnemente» nos jura, cada 5 minutos en todos los canales de Televisión, que el TLC se negocia defendiendo los intereses del país. De seguro que cuando se encontraban en esta paranoica deducción, les habrá llegado el tirón de orejas: - ¡Como desaprovechan un momento así y no lo involucran a Chávez! El fantasma de Venezuela tiene que estar presente en cualquier situación que huela a desestabilización, en Latinoamérica, en África, en cualquier punto del globo terráqueo o en el sistema solar.

Tan peregrinas afirmaciones no merecerían siquiera una respuesta, pero además Chávez se defiende solo. Ya veremos las explicaciones que los sueltos de lengua dan a la nota de protesta que la cancillería venezolana puso o a las declaraciones dignas del Embajador Navas Tortolero. Asistiremos al nuevo escándalo con los desmentidos y hasta las inculpaciones a su misma prensa de haber tergiversado las declaraciones. A las contradicciones entre el Canciller Carrión, que ya está preocupado por la metedura de pata de sus colegas de gobierno y los mentirosos.

Los jóvenes vascos, por su parte, tendrán una anécdota para contar a sus nietos sobre lo que les pasó en un país tercermundista gobernado por unos acobardados chifladitos.

Pero a los ecuatorianos nos han ofendido. Nos han avergonzado.

Seguramente juzgando desde sus propias humanidades, creen que los pobres no tienen la capacidad de pensar.

Cuánto racismo demuestran sus aseveraciones, tanta como la que expresan y manejan varios reporteros y presentadores de los canales de televisión.

Desconocer la capacidad de discernimiento, de oposición o de protesta de los indígenas, y tratar de demostrar la “ignorancia” de este sector porque no manejan adecuadamente el castellano, es rastrero.

Me gustaría que los voceros del gobierno o los acuciosos reporteros trataran de hablar en la lengua materna de los entrevistados para ver si sus errores no causarían más de una carcajada o... repulsión.

Me gustaría que los indígenas les respondan en kichua, en shuar, en cofán, idiomas nativos,que rayen ellos la cancha, para que los «eruditos» les respondan y se mida entonces la soltura que aparentan tener.

Los señoritos del gobierno, que entienden las disposiciones en inglés con chicle, nos han ofendido al despreciar nuestra inteligencia.

El Presidente dice ahora -no cuando asumió el poder hace exactamente 11 meses- que consultar el TLC es como consultar a un enfermo sobre la operación que le va a realizar.

Y yo le respondo que si, que es igual. Que él, como médico, no tiene derecho a decidir sobre la vida de su paciente, a tomar decisiones que pongan en peligro la vida de sus pacientes, que tener un mandil no le da derechos divinos. Que tiene que consultar y pedir la autorización al paciente. Igual que en el TLC.

La banda presidencial que recibió Palacio en rebelión popular, igual que la que hoy tenemos, no le da derechos divinos para cometer eutanasia con el país.

Proaño y Lucero, ahora secundados por Vega y por Illingworth, nos ofenden.

La calentura no está en las sábanas señores gobierno. La rebelión ante la falta de información sobre el TLC no la busquen en tres jóvenes o en el Presidente Chávez. Búsquenla en la falta de amor y LEALTAD al país de las que han hecho gala el equipo negociador, los empresarios lacayos y el propio gobierno.

Pero, en algo si estoy de acuerdo: Este levantamiento huele a Chávez. Allá, en la Venezuela de Bolívar y su pueblo, se defiende la Dignidad y la Soberanía. Se levanta la cabeza y se juega la vida defendiendo a la Patria. No es casual que el 30% de ecuatorianos escoja según una encuestadora ecuatoriana –no venezolana-, a Hugo Chávez como el presidente que quisieran tener. Chávez está en el primer lugar, seguido de Bachelet, Lula, Kirchner, Vásquez, Evo. En último puesto, están los firmantes de TLCs Toledo y...Uribe Vélez.

No es casual tampoco que en un sondeo, realizado por un canal de televisión, ecuatoriano, el 95% de los participantes estuviera de acuerdo con Chávez de calificar a Bush como ’burro, ignorante, genocida, cobarde y hasta borracho’.

Y es que la mayoría de ecuatorianas y ecuatorianos no somos un puñado de ignorantes a quienes nos dirigen extranjeros, a quienes nos compran la conciencia con financiamiento venido desde afuera. Eso se estila en otros círculos. En ’sus’ oscuros círculos. Donde todo tiene precio, hasta la dignidad y la honra. Allá es donde piden permiso, hasta para respirar, a la embajada gringa.

Cada ladrón juzga según su condición, señores del gobierno.

Basta de ofendernos. Exigimos respeto.

¡ NI EL TLC, NI LA OXY, NI EL PLAN COLOMBIA, SON ECUATORIANOS!