El 10 de febrero pasado el Sindicato
de Periodistas de Paraguay
(SPP), denunció la desaparición
del colega Enrique Galeano, de
la radio Azotey y exigió a la Policía
y al Ministerio Público una exhaustiva
investigación. Días después,
otro periodista, Juan Augusto
Roa, sufrió un atentado,
cuando dos hombres a bordo de
una moto intentaron matarlo, baleándolo
en el camino que lleva a
la localidad de Mayor Otano.

El SPP ha dicho que en Paraguay
se vive “una escalada de
violencia e inseguridad que afecta
a los periodistas y comunicadores”
y que por lo tanto se “exige
a las autoridades nacionales y
regionales el cumplimiento de las
garantías a que están obligadas
por la Constitución y por tratados
internacionales de defensa de
los derechos humanos asumidos
por el Estado”.

La FELAP recuerda que las
agresiones a los periodistas se
produjeron, además, atacando en
su momento al propio Sindicato,
en una clara demostración de
amedrentar a la organización que
lucha y denuncia. A una organización
que dice No a la impunidad.