Pili, Antonio Martorell

A nivel global, la cooperación oficial al
desarrollo significa poco respecto al desarrollo
de los pueblos comparado con los
efectos negativos de otras políticas nacionales
e internacionales.

Muchísimo mejor
sería tener un comercio justo que una cooperación
al desarrollo injusta, menguada,
atada al ajuste estructural, a los intereses
económicos de los propios donantes y en
muchos casos al fundamentalismo religioso.
En subsidios agrícolas el mundo gasta
350 mil millones de dólares [1], casi 600%
mas de los 68 mil millones que se gastan
en cooperación al desarrollo [2]. Contribuye
a poner en contexto los escasos montos
de la cooperación internacional al compararlos
con mas de 125 mil millones de dólares
anuales de las remesas de los emigrados
 [3]. Aunque no me refiero a ellos como
fondos de cooperación al desarrollo sino
como fondos de ayuda humanitaria familiar
frente al desastre provocado por el ajuste
estructural.

No se puede hablar de cooperación al
desarrollo sin hablar de deuda. En la primera
se gasta 68 mil millones de dólares
anuales en comparación con los 370 mil
millones de dólares que gastan los países
en desarrollo en servir la deuda [4]. En muchos
países se gasta mas en servicio de la
deuda que en servicios básicos para el desarrollo
de las personas como la educación
y la salud. Sólo América Latina debe 780
mil millones [5], y mientras más paga mas
debe.

Tampoco se puede hablar de cooperación
al desarrollo sin hablar del gasto militar.
Hay que comparar los 68 mil millones
de dólares de la cooperación con el
trillón que se emplea en gasto militar [6].
El 47% del gasto militar mundial corresponde
a EEUU [7]. Se ha llegado a la perversidad
de destruir primero con el gasto
militar para reconstruir después con el gasto
en cooperación al desarrollo. Similar a
aquellos que insertan virus en nuestras
computadoras para luego vendernos los
antivirus. Así las grandes transnacionales
ganan dos veces. Destruyendo y construyendo.
Cuanto mejor sería el mundo al revés,
si se gastara un trillón en cooperación
al desarrollo y sólo 68 billones en defensa.

Del mismo modo, no se puede hablar
de cooperación al desarrollo sin hablar del
ajuste estructural. Con la mano pequeña y
suave se alivia la pobreza pero con la mano
grande y criminal, se ata las manos de los
gobiernos. Incluso se argumenta que los
países en desarrollo no tienen capacidad de
absorber mayor cantidad de cooperación.
La realidad es que de ser eso efectivo, es el
propio ajuste estructural lo que habría destruido
esas capacidades.

También es oportuno entender que la
cooperación al desarrollo es un asunto de
justicia y no de caridad. No hay que olvidar
sobre cuales espaldas se forjó el desarrollo
de los países industrializados. Por eso más
bien hay que preguntarse: ¿quien debe y
quien paga?

El antiguo compromiso, infinitamente
reiterado de los países desarrollados de
destinar el 0.7% de su PIB a la cooperación
no se cumple. En estos momentos no supera
el 0.2%, menos de 1/3 de lo acordado
 [8] .

Hay quienes calculan que ese 0.2% se
reduce a la mitad si se le descuentan los
montos sujetos a doble contabilidad, los sobreprecios,
los que se filtran por ineficiencias,
inutilidades, suministros atados
al país donante, altos costos administrativos,
descoordinación, y un largo etc. [9]
Hay excepciones, ya lo dije, países
conscientes, como son los países nórdicos,
que superan el compromiso [10] Agrava la
situación de que los países que menos cumplen,
EEUU y Japón son los que mayor PIB
tienen y por consiguiente las sumas en cuestión
serían significativas. EEUU está en el
0.1% [11] o sea, 1/7 de los que le corresponde
y 1/10 de lo que entrega Noruega.
Recientemente ha aumentado el volumen
de su cooperación, pero ha sido porque ha
agregado fondos para reconstruir Afganistán
e Irak.

La escasez de los flujos al desarrollo
se agrava con las diferencias substanciales
entre lo que se compromete y lo que finalmente
se desembolsa y con la volatilidad
de los flujos de la cooperación que impide
la planificación y programación de su buen
uso.

Tampoco se cumplen los acuerdos
políticos respecto al destino de la asistencia
al desarrollo. Aquella destinada a los
países más pobres, en lugar de aumentar ha
disminuido. Las cantidades destinadas a los
servicios básicos sólo constituye la mitad
de lo acordado. Las cantidades destinadas
a la educación, sector que como se ha concluido,
limita la transmisión intergeneracional
de la pobreza, no ha aumentado.
Las Metas del Milenio a las que todos
se han comprometido, no han cambiado las
tendencias en la ayuda al desarrollo y no se
cumplirán. [12]
La Iniciativa de reducción de la deuda
a los países mas endeudados, no da buenos
resultados. Los requisitos de postulación y
las condicionalidades que se imponen limitan
la utilidad de este mecanismo. La necesidad
de recurrir a nuevo endeudamiento tan
pronto se acaba el financiamiento de la Iniciativa,
ha demostrado su poca sustentabilidad.

Bolivia es el único país Sudamericano
que ha calificado para recibirla. Sin
embargo, para calificar debe seguir pagando
las cantidades no eliminadas. Es así
como a pesar de haber sido sujeto de alivio
a la deuda, aún debe seguir destinando un
20% de su presupuesto público en pagos a
sus acreedores. [13]
El anuncio con bombos y platillos por
parte del G8 respecto a la decisión de cancelar
la duda, no es más que una cortina de
humo. Se esconde el hecho de que esta cancelación
se hará sólo para algunos países y
bajo condicionalidades draconianas que sirven
para que las transnacionales intensifiquen
el saqueo.

Aún no hay decisión respecto
al origen de los fondos a utilizar. De
momento, el dinero que se destina a ello se
resta del que se destina a la cooperación al
desarrollo. Sólo se cancelarán 54 mil millones
de los 2.4 trillones que constituye la
deuda del mundo en desarrollo [14] . Deuda
en gran parte ilegítima de la cual son coresponsables
los acreedores. Por lo demás,
al G8 no le conviene terminar con la deuda
que ha sido el instrumento privilegiado para
mantener la dependencia y el garantizar el
servilismo de los países endeudados a los
intereses de los acreedores.

América Latina es la región del mundo
que recibe proporcionalmente menos
ayuda al desarrollo y donde ésta sigue decreciendo.
Pasó de ser un 13,6% de la total
mundial en 1993 a un 11.6% en 2003. España
es lejos el principal donante, seguido
de los Países Bajos (15). Aunque ambas decrecen.
Sin embargo, a medida que la cooperación
al desarrollo decrece, la ayuda
militar de EEUU a Latino América crece.
De 3.4 millones de dólares en al año 2000,
ha aumentado 340% y es actualmente de
122 millones. El Salvador, aquel país
Pulgarcito, siniestramente, es el que mas
recibe [15]. No cabe duda que se lo prepara
para un rol regional.

Conviene recordar el debilitamiento
intencional del multilateralismo, única fórmula
capaz de frenar el riesgo de la utilización
de la cooperación como un negocio.
El multilateralismo es también capaz de
enfocarse en problemas de desarrollo que
traspasan las fronteras como las epidemias,
la gestión ambiental, etc. Permite además
la utilización común de un pool de recursos
técnicos que difícil y costosamente podrían
reunir cada uno de los donantes y ofrece
además un mayor grado de neutralidad.
Otro aspecto negativo es la descoordinación
entre los donantes tanto respecto
al destino de la ayuda, la duplicación de
los esfuerzos, las metodologías utilizadas,
y los procedimientos administrativos. Esta
situación, que es válida tanto para la cooperación
no-gubernamental como la bilateral
y la multilateral, conduce no sólo a la
pérdida de la efectividad sino también a la
pérdida de recursos.

Igualmente negativo es el apoyo a proyectos
puntuales en lugar de a las estructuras
generadoras de desarrollo. Al desvincularse
de ellas, el resultado es la falta de
replicabilidad y sustentabilidad de los proyectos.
Por otra parte, la cooperación puntual
tiende a atender los síntomas y no las
raíces del problema, lo que es perfectamente
legítimo cuando se trata de la cooperación
humanitaria, pero deja de serlo cuando
se trata de la cooperación al desarrollo.
En este sentido, no basta con que la cooperación
al desarrollo contribuya a aliviar los
efectos del injusto orden mundial sino que
además debe contribuir a cambiarlo. Corresponde,
en consecuencia, buscar el cambio
tanto a lo interno a los países en desarrollo
como en la política pública de los países
industrializados y muy especialmente en los
dictámenes de las Instituciones Financieras
Internacionales. Por otra parte, si la acción
puntual no logra producir cambios a nivel
nacional, menos podrá hacerlo en el ámbito de la integración ni en el ámbito global
desde donde surgen buena parte de las causas
de los problemas.

La bien intencionada ayuda al margen
de la Cooperación Oficial al Desarrollo suele
plantearse en contraposición a los gobiernos,
aunque sin duda, en algunos casos,
justificadamente. Sin embargo son los estados
los únicos capaces de movilizar el
volumen de los fondos necesarios para reducir
las disparidades y acercarse a universalizar
los logros. También son los estados
los únicos capaces de revertir las disparidades.
Vinculemos entonces esta realidad
negativa de la cooperación internacional a
las perspectivas futuras positiva de los procesos
de integración. Aprovechemos este
momento propicio para hablar de integración
alternativa ya que a partir de la Cumbre
de la OEA en Mar del Plata se produce
un vuelco histórico en el proceso de integración:
 Por primera vez, EEUU ha sido confrontado
en la OEA, organismo de su propia
creación
- El Consenso de Washington, que
impuso políticas ignominiosas - artífices de
la pobreza y de las disparidades que tristemente
caracterizan a la región – se ha
defenestrado, y con ello se reconoce al Estado
– destruido sistemáticamente por el
Consenso de Washington – como el ente
regulador por excelencia en contraposición
a la mano invisible del mercado
- Los movimientos sociales han conquistado
su protagonismo en los procesos
políticos. Ya no son más mudos testigos del
expolio, silenciados por los castigos brutales
de las dictaduras sin las cuales la imposición
del ajuste estructural no habría prosperado.
Los movimientos indígenas se integran
y defienden su territorio y sus recursos
y deponen a los gobiernos que no los
representen.
- Surgen las propuestas de integración
y de cooperación solidarias como el ALBA,
que es la integración de los pueblos - no de
los capitales, y las propuestas de comercio
justo – de intercambio compensado - en
contraposición al libre comercio que sólo
le conviene a los mas fuertes.
La integración ya no es mas un asunto
de gobiernos más o menos entreguistas. Es
un asunto de los pueblos. La cooperación
al desarrollo también podría serlo
Nuevas iniciativas ya sean de integración
o de cooperación o iniciativas conjuntas
en distinto grado de concreción nos permiten
una mirada esperanzadora. La Integración
Regional traspasa las barreras de la
integración sólo en lo comercial y se encamina
por la senda solidaria. De hecho, la
integración solidaria encierra en sí misma,
el concepto de cooperación. El ALBA, la
madre de todas las iniciativas, no es la única
de estas iniciativas, y menciono algunas:
- La claridad respecto a la urgencia por
la definición de una agenda de desarrollo
propia para la región que responda a las realidades
y demandas propias y no una agenda
impuesta por otros, a sangre y fuego,
como lo ha sido el Consenso de Washington.
Una agenda que dé sustancia a la integración.
- Del mismo modo surge la claridad
respecto la necesidad de planes de desarrollo
propios en cada uno de los países en
contraposición a las Estrategias para la Reducción
de la Pobreza, demandadas y manipuladas
por el Banco Mundial. Planes
dentro de los cuales sea posible insertar
coherentemente los esfuerzos de cooperación
internacional y hacerla más relevante.
Ambos servirían de agenda compartida a
potenciales coordinadoras de asistencia al
desarrollo tanto multilateral como bilateral
y no-gubernamental.
- La propuesta de una Carta Social de
las Américas, como base para una América
Latina libre e integrada, que incluye conceptos
como el control social de la gestión
pública, los derechos de los indígenas, y el
derecho al trabajo y a la protección social –
promovida por Venezuela, como respuesta
a la Carta Democrática de la OEA – instrumento
de dominación política. Constituye
una nueva forma de entender el desarrollo
que sin duda contribuirá a definir un nuevo
estilo de cooperación.
- La creación de la Comunidad Sudamericana
de Naciones para la integración,
no sólo comercial sino que también política,
social, de infraestructura y energética,
que contribuye a la visión integral, multisectorial
que debe tener la cooperación al
desarrollo
- La creación de un club de deudores
para enfrentarse juntos al poderoso club de
los acreedores para negociar la deuda y disminuir
los drenajes financieros Sur-Norte.
El buen manejo de la deuda disminuye el
poder del Banco Mundial y del Fondo Monetario
Internacional para empobrecernos,
desestabilizarnos y disgregarnos.
- La creación de Fondos de Ajuste Estructural
para compensar las deficiencias de
la institucionalidad internacional y financiar
los procesos de ajuste derivados de la apertura
comercial,
- La creación de un Fondo Monetario
Regional como mecanismo de financiamiento
complementario al del Fondo Monetario
Internacional, para proveer asistencia
temprana e incondicional en determinados
casos como las crisis monetarias por
contagio
- El surgimiento del enfoque de derechos
humanos al desarrollo que implica
orientar la cooperación al desarrollo con los
principios contenidos en los instrumentos
de derechos humanos. Implica trabajar en
forma dual: por una parte contribuyendo a
reforzar las capacidades de los garantes de
derechos - principalmente el Estado y por
otra, reforzando las capacidades de la demanda
de derechos - la sociedad civil. Implica
ocuparse de contrarrestar las causas
además de aliviar los síntomas de los problemas,
y con ello, ocuparse también de la
política pública, de la fiscalidad y de la política
presupuestaria. Implica trabajar decididamente
en contra de la exclusión y las
disparidades. Obliga a tener una visión integral,
intersectorial y sistémica. La visión
sistémica definitivamente traspasa las barreras
nacionales.
- La creación de una Organización de
Cooperación Sur-Sur para combatir la pobreza
y la exclusión y para evitar la interesada
imposición de agendas por parte de la
cooperación Norte-Sur
- Integración Energética del Sur con
Pdvsa y Petrobras a la cabeza para constituir
Petroamerica.
- La creación de Telesur para contrarrestar
la dependencia a los conglomerados
mediáticos transnacionales de desinformación,
con intereses opuestos a los de
la Región, apoyo fundamental a todo proceso
de integración y desarrollo
- La creación de la Universidad del Sur
- La creación en Cuba de un verdadero
vivero que genera médicos para los excluidos
de la Región y la Operación Milagro
que devuelve la visión a Latinoamericanos
pobres. Esa es la integración solidaria.
Esa es la verdadera cooperación entre
los pueblos.

Sin embargo, habrá que mantenerse
atentos. Surgen iniciativas de TLC con Europa,
y se considera a la Cumbre Iberoamericana
como un mecanismo de integración
y de cooperación que excluye a EEUU e
integra a Cuba, tan injustamente marginada.
Sin embargo, las empresas españolas y
europeas no son más angelicales que las
norteamericanas. La cooperación al desarrollo
igualmente está al servicio de ellas,
sometida a sus intereses comerciales.
Finalmente, un tema central tanto para
la integración como para la cooperación al
desarrollo son las asimetrías entre países y
las disparidades dentro de los países. Es la
característica que lamentablemente nos distingue
negativamente de las otras regiones.

Las asimetrías tienen consecuencias en la
distribución de costos y beneficios de la integración
entre los países y deberían tener
consecuencias en la distribución de la cooperación
al desarrollo. Mientras más numerosas
y marcadas las asimetrías, menor
el beneficio colectivo, regional de la integración.
Mientras mas marcadas las
disparidades en los países, mayor dificultad
para erradicar la pobreza y para que la
cooperación al desarrollo resulte fructífera.
La viabilidad de los procesos de integración
depende en gran medida del manejo
que se haga de las asimetrías entre
países. Del mismo modo, la integración nacional
es fundamental para lograr la integración
regional. Resolver las disparidades
intranacionales resulta ser, en consecuencia,
un tema insoslayable tanto para la integración
regional como para la cooperación
al desarrollo. América Latina ostenta la peor
distribución de ingresos del mundo. ¡La tarea
es inmensa!

Lo inverso también es válido. Ya lo
señalaba Fidel Castro al pronunciarse respecto
al intercambio desigual. "No se puede
hablar de solidaridad en el seno del pueblo
si no se crea al mismo tiempo la solidaridad
entre todos los pueblos."
 [16] Por eso
es que no procede buscar la competitividad
de un país respecto a otros como lo pretende
el neoliberalismo imperante. Lo que procede
es la búsqueda de la competitividad
sistémica -del conjunto de países- para acercarse
al ideal Bolivariano de la Patria Grande.
Para ello, es imprescindible superar al
neoliberalismo des-integrador y generador
de disparidades.

La integración y la cooperación internacional
solidarias, se transforman en instrumentos
de justicia al compensar asimetrías
y disparidades.

[1Servicio de Noticias del Banco Mundial, Entrevista a James
Wolfensohn, Presidente del Banco Mundial, en Berliner Zeitung,
10 de Febrero 2005

[2Organización de Cooperación y Desarrollo Económico
(OECDE), DAC Journal, Development Co-operation – Informe
2004 Cabe hacer notar que esta cifra está recientemente
abultada a cause de los fondos que se destinan a la
reconstrucción de Irak y Afganistán

[3Proceedings of the International Technical Meeting on
Measuring Migrant Remittances, World Bank, January 24-25,
2005

[4Eric Toussaint, presidente de el Comité para la Anulación de
la Deuda del Tercer Mundo (CADTM) en declaraciones a La
Jornada de México, 11/6/2005

[5Banco Mundial, 2005, World Development Indicators, cifras
para 2003

[6David Flickling, entrevista a James Wolfensohn "World Bank
Condemns Defense Spending" The Guardian, February 14 2004,
United Kingdom, 2004

[7Stockholm Internacional Peace Research Institute (SIPRI),
Informe Anual 2004

[8Organización de Cooperación y Desarrollo Económico
(OECDE), DAC Journal, Development Co-operation – Informe
2004

[9ActionAid Internacional USA, www,actionaidusa.org, Real Aid:
An Agenda for Making Aid Work

[10OECDE, op.cit.).

[11ibid

[12de la Barra, Ximena, ¿Quien Debe y quien Paga? Publicación
en proceso, Special Issue: Critical Sociology, Neoliberal Crises
And The Resurgent Left In Latin America, Brill Academic
Publishers, Inc.Linden, The Netherland

[13PNUD, Informe de Desarrollo Humano 2005

[14Jubileo Sur/Americas, www.jubileesouth.org

[15OECDE, op cit.16 Frida Berrigan and Jonathan Wingo, The
Bush Effect, World Policy Institute, 2005

[16Fidel Castro Ruz, Discurso pronunciado en el acto de masas
de Katowice, Polonia, 7 de Junio de 1972