En efecto, estos periódicos, por medio de montajes, intentaron hacer creer a la opinión publica (así como a las propias familias de desaparecidos), tanto en Chile como en el plano internacional, que los desaparecimientos de personas en Chile, ocurridas bajo el régimen de Pinochet, no eran mas que una acusación de marxistas y de comunistas.

Los artículos de los periódicos de la época, cuyas primeras páginas se delectaron injuriando a las víctimas, son de un cinismo difícilmente igualado (2).

Los cinco periodistas condenados son: Fernando Díaz Palma (ex-director de La Ultimas Noticias), Alberto Guerrero Espinoza (ex-director de La Tercera), René Silva Espejo (ex-director de El Mercurio, fallecido), Mario Carneyro (ex-director de La Segunda, fallecido) y Beatriz Undurraga Gomez. El caso de Díaz Palma presenta una circunstancia agravante: a la época de los hechos, ejercía la Presidencia del Colegio de Periodistas.

Los inculpados fueron condenados por violación de la carta de Ética Periodística que prevé en particular, entre otras normas, que constituyen «faltas extremas a la ética profesional la participación a la violación de los derechos humanos y la desinformación premeditada» tanto como los «ataques injustificados a la dignidad, al honor o al prestigio de las personas, instituciones o grupos». Las penas inflingidas a los condenados, además de la sanción moral, son suspensiones temporales de sus calidades de miembros del Colegio.

El Mercurio, La Segunda y las Ultimas Noticias pertenecen al Consorcio de «El Mercurio», grupo ampliamente financiado por la CIA desde comienzos de los años 70. En 1975, la Comisión Church del Senado norteamericano, en su informe «Acciones secretas en Chile 1963-1973», revela que El Mercurio había recibido abundante financiamiento de la CIA quien lo identificaba «como la voz más importante de propaganda anti-allendista». A fines de la presidencia de Bill Clinton, miles de documentos de la CIA y de la Casa Blanca desclasificados prueban, con más detalles, que el Presidente Nixon aprobó esta ayuda financiera, que esta publicación era reconocida como «uno de los elementos de la oposición mas militantes» en la desestabilización del gobierno de Allende y, que después del golpe de Estado, la CIA continuó el financiamiento de periódicos a fin de influenciar la opinión pública en favor del régimen de Pinochet (3).

No es imposible que estos periódicos hayan beneficiado de la generosidad de la CIA al momento de la publicación de los artículos incriminados. Recordemos de esta operación periodística, cuyo nombre de código era Colombo, sirvió para cubrir la desaparición de 119 personas incluidos 5 periodistas (4). En total el régimen de Pinochet mató o hizo desaparecer 23 periodistas, 20 personas ligadas a la profesión (fotógrafos, camarógrafos, técnicos de radio o televisión, etc.), 10 estudiantes de periodismo y 28 trabajadores relacionados con oficios gráficos (5).

Las revelaciones de la Comisión Church del Senado norteamericano en relación a Chile tal vez no sean ajenas a la creación de una organización de substitución, mas presentable que la CIA, con el objetivo de financiar la promoción de la política norteamericana y sus intereses en el mundo. Es verdad que la creación de la National Endowment for Democracy (NED) fue recomendada ya por la administración Johnson. La NED fue finalmente creada en 1980 con el fin de rendir menos sospechoso el financiamiento de actividades (partidos políticos, periodistas, etc.), en el extranjero anteriormente oculto (6).

La ONG Reporteros sin Fronteras (RSF) se enorgullece de ayudar financieramente los «periodistas» cubanos «independientes» que se oponen al gobierno. Néstor Baguer, periodista cubano y primer corresponsal de RSF en la isla, declaró que esta asociación pagaba sus colaboradores según sus contribuciones donde lo esencial era desacreditar el gobierno cubano, afín de desestabilizarlo, incluso por medio de mentiras o de desinformaciones (7).

Reporteros sin Fronteras es una ONG financiada por la NED (8). Aunque los proveedores de fondos hayan sido camuflados por un organismo de pantalla, el objetivo de su contribución financiera es la promoción de los intereses norteamericanos en el mundo. La acción de la CIA con el objeto de desestabilizar los gobiernos cuya política independiente no son del agrado de la Casa Blanca, tal como el Chile de Allende en 1973, es hoy día efectuada por la NED. Así, RSF, tal como Washington, se felicitó del golpe de Estado contra Chávez en abril de 2002 en Venezuela y del rapto del Presidente constitucional de Haití, realizado por las fuerzas armadas de USA y de Francia (9).

EL Señor Ménard, Presidente de RSF, finge ignorar el desprecio de los códigos deontológicos desplegado por la prensa chilena –financiada por la CIA -, durante y después del golpe de Estado de 1973. En efecto, con ocasión del forum Internet del Nouvel Observateur el 18 de abril de 2005, el señor Ménard eludió la respuesta a nuestra pregunta con respecto a la ausencia de ética de periodistas chilenos, como el propietario de diario El Mercurio, el señor Agustin Edward, implicados en la organización del golpe de Estado (10).

¿Acaso el señor Ménard no responde a esta pregunta para no cuestionar el mecanismo de financiamiento de estos periodistas que, a la imagen de aquellos de Chile, han abandonado todo código deontológico y ético aceptando ayuda con el fin de promover la política norteamericana en Cuba?

¿Acaso el señor Ménard puede hacer hoy un comentario después de la condena en Chile, por sus iguales, de periodistas que han extraviado su código de conducta y que eran aparentemente pagados por organizaciones extranjeras?

¿Puede ser que el señor Ménard no responda porque la «pérdida» de algunos periodistas, como en Chile en 1973 o en Irak recientemente, es el precio a pagar para restablecer la «democracia» al gusto de los prestamistas norteamericanos?

¿El señor Ménard cree que un periodista que ha aceptado dinero de una potencia extranjera a fín de desinformar la opinión publica nacional e internacional en relación a su propio país, puede recobrar la ética en el futuro ejercicio de sus funciones?

Es necesario que el señor Ménard recuerde que periodistas honestos, como los del Tribunal de Ética de Chile, existen también en Cuba, en Venezuela y en Haití y que ellos lo observan.

Notas :
1.- « Fallo del tribunal del Consejo Metropolitano del Colegio de la Orden ». Jorge Escalante. La Nación 31 mars 2006.
2.- La Segunda 24 juillet 1975, La Tercera 23 juillet 1975.
3 .- The Mercurio File, Columbia Journalism Review. Peter Kornbluh. Septembre/Octobre 2003 y http://www.libertad-prensa.org/cjr.html
4.- « 119 de nosotros ». Lucia Sepulveda Ruiz. Lom - Colección Septiembre. Santiago, Chile. 2005.
5.- « Morir es la noticia ». Ernesto Carmona Editor. Santiago, Chile. 1998.
6.- http://www.ned.org/about/nedhistory.html
7.- « Un agente de la contrainteligencia cubana se infiltra en Reporteros sin Fronteras : ’Yo fui el primer representante de RSF en Cuba’ ». Jean-Guy Allard. Granma International 09 septembre 2004.
8.- El 11 de marzo de 2005 Diana Barahona en Northern California Media Guild revela que RSF percibe fondos del gobierno norteamericano vía la NED (National Endowment for Democracy,)
En el forum Internet del Nouvel Observateur del 18 de abril de 2005, Robert Ménard confiesa que su organización recibe dinero de la NED y que esto no le ocasiona ningún problema.
« Les Etats-Unis, de mal empire » .D Bleitrach, V. Dedaj et M. Vivas. Les Editions Aden. Bruxelles, Belgique. 2005. http://vdedaj.club.fr/cuba/rsf_menard_041022.html
9.- http://www.reseauvoltaire.net/article12713.html y http://www.reseauvoltaire.net/article16329.html

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