La desaparición de Jaime Gómez desde el 21 de marzo, quien con la senadora Piedad Córdoba bregaba por la «unidad necesaria» y el rescate del liberalismo de base para derrotar a Uribe; da puntada del fondo fujimorista y pinochetista que conlleva la reelección de Uribe. Más ahora, ante la franja creciente de colombianos que votarían por Carlos Gaviria, Álvaro Leyva y Horacio Serpa, y que en el corto plazo hace sentir amenazadas a las élites. Ante este hecho, asesinatos y desapariciones están a la orden del día y se lloran y presienten en los barrios populares.

Con Uribe el conflicto no disminuye. Se recrudece y extiende, con la intervención de los EE.UU. prontos a una escalada, «si Uribe se lo pide», ha dicho Bush. Una situación, con riesgo de recalentar la frontera común por la actividad ilegal de los servicios de inteligencia, el paramilitarismo y el narcotráfico internacional, bajo el poder del latifundio que estrecha eslabones entre Colombia y Venezuela.

«Unidad necesaria», para la primera vuelta

Vista la elección para Congreso del 15 de marzo, tras su gobierno, Uribe no rebajó el 68.1 por ciento de abstención. Se abstuvieron 60, de cada 100 colombianos en edad de sufragar. A 4 les anularon el voto, 1 no marcó el tarjetón y 3 votaron blanco. Tampoco, como necesitaba, Uribe consiguió desaparecer o vaciar al oficialismo liberal, que llegó a los 2 millones de votos. Y mucho menos, pudo borrar la votación y organización de los sectores de izquierda y por la paz que con Gaviria y Leyva —en contravía a su plan militar y el de los EE.UU. en la región— aumentó opinión; a pesar de la parainstitucionalización con amaño de desmovilización que Uribe puso en boga. Propicio a la unidad, por vez primera, la izquierda electoral no quedó a la zaga del partido liberal y el resultado de Ollanta tendrá su impacto en Colombia.

Según un plan inicial, la embajada de los EE.UU. a través de asesores, los organismos secretos y el entramado paramilitar trabajan para impedir una segunda vuelta e imponer la reelección, con una coartada mediática que pondrán en marcha el domingo 28 de mayo. (Ver recuadro) Sin embargo, una suma opositora (Gaviria, Leyva, Serpa) que reduciría la abstención, abre la más promisoria posibilidad de paz. Ya sea con la victoria y su gabinete. O, debilitado Uribe, al legitimar una oposición, nueva, sin concesiones como no ha habido hasta hoy.
Una posibilidad, que traslada la busca de paz, de la creencia general de una mesa de diálogo –enterrada por Uribe–, a la acción diaria de gobierno, justicia, educación, salud, economía cooperativa y autogestionaria y un gabinete de inclusión y unidad nacional regia que decrete el “cese bilateral de fuegos”: El triunfo de la oposición democrática, calificada de centro izquierda, paralelo a los avances del continente, de un lado; paraliza el ‘Plan Colombia’ y del otro, despoja de argumento o razón futura los disparos insurgentes.

Con su ascenso, y triunfo en la consulta del Polo Alternativo Carlos Gaviria sorprende y renueva liderazgo. Ante la amenaza dictatorial de Uribe y su parainstitucionalización, que en los próximos cuatro años barrerá a sangre y fuego, sin límite constitucional, con los acumulados sociales urbanos de la oposición, la meta de esperar la primera vuelta para lograr el hito histórico de que Carlos Gaviria derrote a Serpa es un pálido actuar ante la grave realidad.


(Versión ampliada del artículo publicado en el diario VEA de Caracas, el domingo 9 de abril).

«De vacaciones»

Tal como hace unos meses, la noche del sábado 8 de abril hubo agitación en el Palacio de Nariño. Hace unos meses por la necesidad de Uribe de poner barrera y retirar al Director del DAS. Ahora, para poner otra barrera: hacer renunciar y mandar de vacaciones a los directivos de INCODER. La primera urgencia fue cuando se percataron que la Fiscalía de Venezuela tenía en su poder la declaración de Giovanni Vásquez sobre su relación con Jorge Noguera y los explosivos para asesinar al fiscal Anderson. Aunque Uribe lo sostuvo durante tres años como Director, rápido, prescindió de él para enviarlo a Milán y evitar que su vínculo con Vásquez lo salpicara. Ahora, cuando llamadas van y vienen de Marta Lucia Ramírez para salir del paso, la decisión fue pedir disimulo a Omar Quesep y Luís Ortiz, quien viajó de vacaciones a Centroamérica, para que no trasciendan papeles sobre manejo de dinero y otorgue de tierras en Arauca con destino a los paramilitares.


(Apartes) Entrevista con el Fiscal de Venezuela Isaías Rodríguez (noviembre de 2004)

La conexión colombiana en el asesinato del Fiscal Anderson.
Además de lo conocido en la relación de Giovanni Vásquez con el director del DAS.
[…] Isaías Rodríguez […] Joan Peña y Pedro Lander, autores materiales del crimen de Anderson están en La Florida. Peña formó parte de toda la conspiración contra la estabilidad del estado venezolano. Fue de los que participó en la decisión para escoger al fiscal Anderson después que no podían realizar el magnicidio con otras de las figuras importantes al frente de los poderes públicos venezolanos. Él participó en esa escogencia.
«desde abajo» Periodísticamente, tenemos el dato que detrás del crimen del fiscal hay una ‘ruta colombiana’ relacionada con el traslado de los explosivos…
I.R. Si la hay. Es más, desde un hotel en Cúcuta hubo dos personas de nacionalidad colombiana que manejaron una computadora desde la cual se enviaron varios mensajes relativos a la instrumentación del plan para matar a Anderson... Además de la utilización del hotel, Colombia era el tránsito normal de Peña y Pedro Lander. Ellos volaban Venezuela/Colombia, Miami. Venezuela/Colombia/Curazao o regresaban Miami, Curazao, Colombia, Venezuela o Miami, Colombia, Venezuela.
Ajuste en el fraude a boca de urna y la anulación de votos

Para el medio día del 28 de mayo, con base en los datos de intención de voto –ya en descenso– se preparaba una matriz de 56 o 52 por ciento a favor de Uribe en las encuestas a bocas de urna. Tal cual, como lo propaló la oposición venezolana en contra de Hugo Chávez, con apoyo de los Estados Unidos, durante el referendo de 2004. Ante el descenso de Uribe en las encuestas de intención de voto, ahora se conoce que hacen un ajuste con base en las cifras sobre sensibilidad e imagen del Presidente y tratan de subsanar en la asesoría, que en la pasada elección para Congreso los senadores adeptos solo utilizaron el nombre y la propaganda sobre «la seguridad» sin ‘respaldo’ a las políticas integrales del gobierno.