Así lo sentencian los resultados de la Oficina Nacional de Procesos Electorales, ONPE, con el 91 por ciento de los votos contabilizados, al otorgarle el 53.52 % de los votos válidos al Partido Aprista Peruano, frente al 46.48 que obtuvo su oponente nacionalista, Ollanta Humala Taso, del Partido Unión por el Perú, UPP.

Esta segunda vuelta electoral que definió el próximo mandatario para el periodo 2006-2011, se cumplió ayer domingo 4 de junio sin mayores inconvenientes, y sin los fantasmas que los medios de la derecha azuzaron los días previos a la elección, y que auguraban violencia, en caso de que el candidato nacionalista no ganara las elecciones. Ollanta Humala, salió a reconocer la misma noche del domingo los primeros resultados de la ONPE y lejos de sentirse derrotado, afirmó haber obtenido “una victoria social y política”.

Los fantasmas que más bien fueron inevitables en la noche triunfal del Partido Aprista, fueron los que parecieron turbar al virtual mandatario electo en su primer discurso luego de conocido los resultados. Allí Alan García volvió a ofrecer por enésima vez que no volverá a cometer los errores de su primer gobierno, es decir, hiperinflación, corrupción, copamiento del Estado, dólares subsidiados a sus amigos empresarios, incapacidad para afrontar el fenómeno de la violencia y violaciones flagrantes de los derechos humanos, como la matanza de los penales.

Y sin embargo, en ese mismo mitin, García volvió a las promesas generales y a su verbo florido, como anunciar que “extenderá la mano a todos los peruanos”, que no se olvidará de los que no votaron por él –en alusión a los 14 departamentos de la sierra centro y sur que apoyaron a Humala-, y tampoco desaprovechó para enviar un mensaje a Caracas: “Aquí el único derrotado ha sido Chávez”.

Ollanta Humala, por su parte, tras reconocer los resultados de la ONPE, llamó a las fuerzas de izquierda, movimientos regionales y organizaciones sociales, a formar un gran Frente Nacionalista para emprender las transformaciones sociales que anunció durante su campaña electoral. Consciente de haber triunfado en los departamentos más pobres del país y que son la gran mayoría, el candidato nacionalista volvió a destacar “su victoria social y política”, además de haber logrado la primera minoría en el unicameral Congreso de la República con una bancada de 45 representantes, frente a los 36 del Partido Aprista. Hay que remarcar que de los 24 departamentos, Humala ganó en 14 y el García solo en 10, entre ellos Lima y los principales departamentos de la costa.

Conocidos los primeros resultados oficiales, fueron diversas las reacciones sobre todo de los representantes de los partidos políticos que lograron pasar la valla electoral durante la primera vuelta. Una de las más destacadas, fue la de la ex candidata de la derechista Unidad Nacional, Lourdes Flores, quien se encargó de recordarle a Alan García que había ganado “con votos prestados y con los del temor”. Otra opinión que no pudo pasar desapercibida fue la del escritor Mario Vargas Llosa, quien “aconsejó” a García no gobernar con recetas populistas.

Otros analistas, más allá de recordar los desastres económicos de la gestión de García entre 1985 y 1990, en su primer gobierno, advirtieron que los resultados electorales no han hecho sino reflejar la fractura social que sufre el país. “Si García no interpreta bien estos resultados, en poco tiempo su próximo gobierno puede desembocar en una gran crisis política”, advirtió el analista internacional Alberto Adrianzén.

Por su parte Carlos Reyna, sociólogo político, señaló que García tendrá que canalizar políticamente la polarización social y que el peor error que puede cometer “es pensar que puede hacer un gobierno con el tipo de alianza de la segunda vuelta, que ha sido una alianza con la derecha, no explícita ni formal pero sí muy visible”.

Los principales sectores o movimientos sociales no han emitido aún opiniones o expresado opiniones oficiales frente a los resultados. Sin embargo, algunas voces se dejaron escuchar, como de la Confederación Campesina del Perú, para cuyos dirigentes, el triunfo de García, le facilita al gobierno la posibilidad de ratificar en el Congreso el Tratado de Libre Comercio, TLC. Asimismo, señalaron que el campesinado de las comunidades campesinas andinas no cree en la promesa de García de impulsar una “sierra exportadora”, pues en esos departamentos Ollanta Humala ganó con notables diferencias, como es el caso de Ayacucho, donde obtuvo más del 80 por ciento de los votos. Los dirigentes de la CCP recordaron que vienen convocando a movilizaciones para esta semana, que es probable que se empiece a debatir el TLC.

Como lo señalamos alguna vez, ya se ha despejado la incógnita presidencial. Lo que aún está por verse es si una nueva gestión aprista será capaz de contribuir a resolver la enorme deuda social que el Estado y los partidos que han medrado de esta democracia tienen con los pueblos más pobres del Perú profundo y que ayer domingo 4 de junio le dijeron no a García y convirtieron sus votos en una seria advertencia para el Perú Oficial o el Perú limeño.