En octubre de 2000, el Parlamento nacional convirtió en ley un proyecto por el cual todos los partidos que la Selección Argentina de fútbol juegue en certámenes organizados por la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), por la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF) o el Comité Olímpico Internacional (COI) deberán transmitirse en directo a todo el país por al menos un canal de la televisión abierta.

Debido a que la mayoría de los canales nacionales de aire emiten sus señales a través de los sistemas de cable o satelital, muchas de las personas que no están adheridas dependen del alcance de Canal 7, que por la falta de repetidoras no puede cubrir el 62 por ciento del territorio argentino.

Así, la programación de la emisora pública no llega a zonas de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán, Jujuy y San Luis, entre otras.

El deficiente alcance de Canal 7 fue reconocido por Gabriel Mariotto, subsecretario de Medios de la Nación, al sostener que “hoy sólo cubre el 38 por ciento del país”, según un informe publicado en la última edición de la revista “Un caño”.

El funcionario consideró que “a nadie se le escapa que la mitad de los habitantes vive bajo la línea de la pobreza y que el cable es hoy un artículo suntuoso”.

También recordó la existencia de un plan técnico en el marco del Sistema Nacional de Medios Públicos para resolver este tema porque “hay muchos pueblitos donde no llega ninguna señal y ésa es una prioridad”.

Sin embargo, pese a que el año pasado un decreto presidencial autorizó la instalación de 17 repetidoras para abordar la primera fase del plan para revertir esta situación, a la fecha recién se licitaron las de Mar del Plata, Santa Rosa, Santa Cruz y Jujuy.