Nacido en Rosario y consagrado profesionalmente en Buenos Aires, Quique Pesoa vive hoy en San Marcos Sierras, el particular pueblo del noroeste cordobés desde donde emite -por Radio Nacional Córdoba, los domingos de 11 a 14- su programa "El desconcierto de los domingos". "Ninguno entendió que los medios son del Estado y no del gobierno de turno", dice respecto a la gestión oficial de los medios públicos. Esa y otras razones hacen que al presidente Néstor Kirchner le tenga un "temor fundamental", porque se la pasa "negociando con los tirios y los troyanos todo el día" y no se sabe "para dónde camina".

Su larga y reconocida experiencia en medios como Radio Continental, El Mundo, Rivadavia y Canal 11, le da autoridad para criticar el vedetismo de las "estrellas periodísticas" y señalar el contraste con la subyugada libertad de expresión de la mayoría de los trabajadores de prensa, panorama frente al que se muestra pesimista. Salvo cuando recuerda la consigna que le dio Fidel Castro en La Habana, referida a los medios de comunicación del capitalismo: "Hay que buscar las grietas del sistema".

 ¿Cómo fue que te viniste a San Marcos Sierras?

 Hace un par de años decidimos con la patrona, ya que hace 25 años que veraneábamos acá y 15 que yo me había hecho la casa, que ya está, y ver si podemos despegar el culo del sillón. Esa cosa tan difícil de hacer y más cuando te está yendo bien. Porque cuando te está yendo mal, paradójicamente, es más fácil el cambio, porque decís: "Acá no tengo más nada que hacer". No, a nosotros nos estaba yendo bien, teníamos laburo y lo fuimos cortando programadamente. Así que avizoramos que nos íbamos a cansar y dijimos: "Antes de que esta ciudad nos despida, vámonos nosotros. Tomemos nosotros la decisión antes de irnos aborreciendo esta ciudad".

 ¿Cómo se hace eso en una profesión que cada vez te pide más y más y sobre todo en Buenos Aires?

 Ejerciendo la libertad de elegir y no perdiéndola. Y sabiendo elegir en un momento dado qué es lo que querés hacer de tu vida y de tu laburo. Esta profesión te pone -a veces y no a todos- en una Y griega en donde aparece la portada de la revista, la fama, el oropel, la guita, todo, pero a cambio de algunas cosas. A cambio de volverte un poquito más liviano, más light como dicen ahora, abandonar ciertos compromisos. Como verás, no hay ninguna estrella comprometida. Las estrellas, por lo general, conducen programas de juegos y pelotudeces.

Hay pocas estrellas comprometidas. Eso sucede porque el medio ha ido alejándose cada vez más de la responsabilidad que tiene como medio de comunicación y entonces la televisión se dice a sí misma que es un mero entretenimiento. Todo esto para seguir haciendo sus negocios y zafar de la responsabilidad hasta diría educativa que a un medio de comunicación le compete. No solamente la escuela educa. El medio de comunicación siempre educa porque transforma. Pero hay que ver para qué lado educa. Y si es parte de un plan o es algo accidental. Yo siempre me inclino a pensar que son funcionales a determinados planes.

 Te inclinás por pensar mal...

 Me inclino por pensar que es funcional a un plan de dominación, penetración y colonización cultural, ideológica, económica y política. De estas cosas yo hablo en los medios. Esto es lo que uno elige. Y cuando uno ejerce la libertad de elegir, suceden estas cosas. En un momento elegimos venirnos, ¿pero yo vengo acá y abandono la profesión? No, me las rebusco de alguna manera para aparecer a través de banda ancha en la ciudad de Córdoba y empezar también a tener la noción de que hay gente escuchando que de alguna manera comparte ciertos compromisos. Pero vuelvo al tema de la libertad, porque el 98 por ciento de la humanidad no puede elegir nada. Tiene una especie de camino ya trazado y no hay elección posible.

Ahí me pregunto de qué libertad me hablan, cuando no podés ni siquiera tener una opción. Libertad es elegir. Si no podés elegir y tenés un solo camino, no sos un tipo libre. Y acá no hay gente libre, ni estamos en democracia, ni gozamos de un Estado de derecho. Todo es una especie de maquillaje que hace que sigamos viviendo cotidianamente en esto, porque tampoco tenemos remedio. En ese sentido, ni siquiera yo que soy un tipo que puede elegir, puedo realmente elegir.

 ¿Cómo ves el contexto económico de esto, la estructura empresarial de los medios de comunicación?

 Fijate lo que ha hecho nuestro Presidente, que ha tenido algunos gestos piolas -y también algunos mediáticos porque no es ningún boludo-; ha terminado arreglando con los medios de comunicación. Y a sátrapas de los medios ya más o menos conocidos, como la gente de Cadena 3 por ejemplo, les ha renovado los contratos y autorizaciones para seguir explotando esas emisoras durante veinte años más. Entonces, de alguna manera los está cooptando. Es obvio el manejo que ha hecho. Los medios de comunicación están todos en manos de los mismos, no ha habido variación. Y si no, a las pruebas me remito: la ley de radiodifusión 22.285 sigue siendo la misma. Han pasado 25 años de supuesta democracia y no se pudo cambiar esa ley.

Vos agarrás los biblioratos donde está impresa, y está firmada por Videla, Martínez de Hoz, Washington Pastor, Llerena Amadeo y Arguindeguy, una sarta de hijos de una gran puta. ¿Y por qué nuestro Congreso, nuestros diputados y nuestros senadores, no pudieron cambiar esa ley y parir una nueva ley de comunicación? Porque todos los mismos tipos que detentaban el poder de comunicación en la época de los milicos, siguen teniendo los medios en sus manos. Entonces, ¿cuál es la salida del trabajador de medios de comunicación? No la tiene. Porque yo puedo elegir porque a mí me fue bien y pude juntar un puto peso para hacer otra cosa y venirme a vivir acá, pero el 98 por ciento de los que laburan, lo hace bajo patrón y no tiene otro trabajo y tiene una familia.

 ¿Y qué te queda por hacer cuando pertenecés a la mayoría que está en esa situación?

 Buscar la grieta. Yo no tengo la receta, partamos de esa base, no sé cómo se hace. Puedo decir únicamente cómo hice. O cómo podría hacer alguien que está trabajando para La Voz del Interior. Bueno, en los ratos libres de su laburo va y busca la grieta en una pequeña FM, o en un periódico barrial. Es una especie de esquizofrenia, pero no hay otra alternativa. ¿Cuál es la alternativa? ¿Hacerse echar de esos laburos? Es complicado. Creo que hay una especie de trampa gigantesca en la que están la mayoría de los periodistas. Laburen dónde laburen, no tienen libertad de expresión. El que diga lo contrario, miente.

 Esa es una lógica válida dentro de los medios de la prensa hegemónica. Pero afuera hay todo un campo nuevo, de prensa alternativa, contrahegemónica, contrainformativa, prensa propia de las organizaciones y los medios públicos...

 Sí. Pero lo que llaman prensa alternativa también hay que ver para qué lado rumbeó, porque la pobre prensa alternativa terminó vendiéndose al mejor postor, no siendo alternativa y queriendo parecerse al resto de la otra prensa. La mayoría de las radios FM, de los pequeños canales y pequeños diarios tratan de parecerse a Clarín, a Canal 13 y a Radio Diez, con Daniel Hadad a la cabeza. Y tratan de asemejarse, toman eso como modelo. Entonces, ¿dónde resumimos la cosa? En la educación. Al haber abandonado la educación en nuestro país hace mucho tiempo con un plan de vaciamiento educativo, hoy tenemos gente que elige ese tipo de modelos, porque no pudimos formar una generación de dirigentes para dentro de veinte años, ni nos estamos preparando para eso.

Ahora los obispos están como locos porque quieren seguir metiendo baza en la educación, porque van a armar una nueva ley federal y los tipos están "¡epa, cómo no nos van a consultar a nosotros que tuvimos la educación en nuestras manos 200 años en este país! Y la vamos a seguir teniendo". Es una Iglesia que mete la pata en los sistemas educativos. Y sabemos lo que es la Iglesia, una gran piedra que quiere que nada cambie. No quiere que nadie se avive de nada. Es un gran factor de atraso social mundial.

 ¿Cómo ves la situación de los medios estatales?

 Nuestro Presidente, como todos los gobiernos, se apodera hasta de los medios del Estado. Ninguno entendió que los medios son del Estado y no del gobierno de turno. Y los medios agachan la cabeza y se vuelven del Gobierno. Entonces no tenemos la noción de lo que significa un medio estatal, donde uno puede ir y decir con libertad lo que se está pensando. No existe esto. Yo soy una especie de saltamontes metido ahí adentro. Y estoy acostumbrado a que los noviazgos míos con las radios duran poco tiempo.

 ¿Qué temas te preocupan y qué temas trabajás en tu programa?

 El cambio, la necesidad de cambiar la cabeza, de no ser el mismo de ayer, de no estar orgulloso de ser la misma persona. "No cambies nunca" es una frase que a mí siempre me cayó mal, es una frase lapidaria. ¿Cómo no cambies nunca? Yo quiero cambiar y dentro de un rato ser otro tipo. Hay un montón de valores más o menos básicos que los vas manteniendo, y hasta esos valores también son cuestionados. La movilidad social, que es lo que más le molesta al sistema.

"Conservate en el rincón donde comenzó tu existencia", decía Martín Fierro. Y con el consejo de que "vaca que cambia querencia se atrasa en la parición", ya desde aquella época había que quedarse cada uno en sus lugares, para que los poderes puedan seguir su tránsito tranquilos. Si vos cambiás mucho, abrís la cabeza; si abrís la cabeza, pensás; y si pensás, sos un enemigo. Listo.

# Portal del CISPREN (Argentina)