Estimados amigos:

Ayer he enviado a la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos-OEA, con sede en Washington, una denuncia contra el Estado Nacional Argentino por la grave vulneración de los derechos humanos garantizados por el Pacto de San José de Costa Rica, que sufren desde hace 12 años los ciudadanos de nuestro país, señores Alberto Kanoore Edul (el padre) y Alberto Jacinto Kanoore Edul (el hijo), las dos personas que defiendo profesionalmente en el juicio que se sigue por el atentado a la AMIA.

El escrito de denuncia, por motivos fácilmente
comprensibles, es de una extensión excepcional: 87 páginas tamaño oficio, y la prueba consta de 204 documentos, con unas 600 hojas en total.

Debido a ello, he solicitado audiencia personal con el secretario ejecutivo de esa H. Comisión, don Santiago Cantón, para explicar con más detenimiento este delicado y extremo caso de persecución por motivos religiosos y étnicos. Dicha audiencia tendrá lugar el 5 de julio próximo en la sede de la OEA.

El tamaño de ese escrito de denuncia me lleva también a enviar sólo una apretada síntesis de él. Quien desee recibirlo completo (las 87 páginas), puede indicármelo por esta misma vía y se lo enviaré en archivo adjunto con mucho gusto.

Un saludo.

Juan Gabriel Labaké

Síntesis de la denuncia ante la CIDH por el caso Kanoore Edul

1.- Derechos vulnerados (protegidos por los artículos 8, 11, 12, 13 y 16 del Pacto de San José de Costa Rica): derecho a un trato humano, derecho a ser oído por un tribunal competente, derecho a indemnización por haber sido condenado (o perjudicado) por error
judicial, derecho a la libertad de conciencia y
religión, de pensamiento y expresión, derecho de rectificación o respuesta por informaciones inexactas y agraviantes, derecho de reunión, derecho de asociación, derecho a igual protección de la ley, derecho a protección judicial contra violaciones de los derechos fundamentales y, muy especialmente, derecho a un juicio justo.

2.- Fundamentos de la petición:

2.1.- La extensión ilegal e inexplicable de este proceso contra los Kanoore Edul, que lleva ya 12 años, siendo que el Código Procesal Penal autoriza un período de investigación de sólo 4 meses, con una
prórroga de dos meses, que puede ser un poco mayor para casos excepcionales.

2.2.- Para llegar a ese alargamiento aberrante de la investigación contra los Kanoore Edul, la Cámara de Apelaciones, ante los sucesivos pedidos de los jueces actuantes (Galeano y Canicoba Corral) y de los fiscales (Nisman y Martínez Burgos), ha concedido 11 prórrogas desde 1996 a la fecha. En todos los casos
se ha aducido que “aún faltan investigaciones por realizar”.

2.3.- Pero esa excusa cae por su peso, pues en la enorme documental acompañada consta que a mis defendidos se los ha investigado exhaustivamente, a ellos, a todos su familiares consanguíneos (o biológicos) y afines (o políticos), a sus allegados, a
sus clientes y proveedores, etc., en sus negocios, sus actividades sociales, culturales, religiosas y hasta deportivas.

2.4.- De entre ese cúmulo interminable de
averiguaciones, se destacan algunas por su grado de aberración:

2.4.1.- A todos (incluidas sus relaciones ya citadas y a los testigos) se las ha preguntado si son musulmanes, si asisten a la mezquita y a cuál, si se reúnen con musulmanes, si pertenecen a organizaciones musulmanas de cualquier tipo, etc.. El Instituto Nacional de Lucha contra la Discriminación-INADI, en un fallo incalificable, dictaminó que ello no
constituye delito de discriminación por motivos
religiosos.

2.4.2.- Han intervenido cientos y cientos de líneas telefónicas de todos los nombrados, y poseen sus respectivas grabaciones de unos 3 á 4 años. Pero últimamente los fiscales solicitaron (como investigación pendiente) las grabaciones de todos esos teléfonos (y la lista aumenta permanentemente) desde 1992 a la fecha. El despropósito es de tal tamaño, que
el servicio de escuchas de Tribunales debió pedir moderación a los fiscales, pues “para satisfacer ese pedido deberían dedicarle en exclusiva todo el personal existente y bloquear todos los equipos técnicos durante un año”.

2.4.3.- Han solicitado informe a todos los bancos del país, sobre todas las operaciones financieras y con tarjetas de crédito, que hubieran efectuado todos los citados. Han respondido muchos, pero hasta hace unos
meses (la última vez que se hizo el “chequeo”) faltaba que respondieran 84 bancos.

2.4.4.- Una señora de Neuquén creyó ver en la TV a un médico conocido suyo entre los socorristas del atentado a las Torres Gemelas, el 11-9-01. El médico presentó al Juzgado un certificado oficial de nuestra embajada en Damasco, por el que consta que el 11-9-01
él estaba en dicha ciudad siria. Luego de cuatro años de idas y venidas, la señora fue interrogada por segunda vez el año pasado, y se le exhibieron 3 horas de grabaciones de los noticieros de TV de aquel día.

La mujer dijo que no veía en ellos al médico del caso, y agregó que a ella sólo le había parecido verlo, pero que un señor (y dio su nombre y apellido) que es “agente de la DEA” (el esposo de la mujer dijo que lo es de la SIDE) en Neuquén, le había insistido (casi
obligado) a declarar su supuesta visión, pues “ese médico era un terroristas árabe prófugo y acusado por el atentado a la AMIA”. Los fiscales, inesperadamente, decidieron pedir más grabaciones de TV del 11-9-01
para que la mujer las examinara también, despreciando así el certificado oficial (instrumento público) de nuestra embajada en Siria, y decretaron que “no era necesario” citarlo a declarar al agente de la DEA-SIDE.

Esa declaración la solicité insistentemente
a los fiscales, pero jamás accedieron a ello, a pesar de que era indispensable pues había quedado claro que la DEA y/o la SIDE armaban pruebas falsas para inculpar maliciosamente a los Kanoore Edul.

2.4.5.- Hay constancias en el expediente, y así lo ratifican algunos ex funcionarios de la SIDE, que a Edul (h) le habían “pinchado” sus teléfonos desde antes de que surgiera sospecha alguna sobre él, incluso desde antes del atentado. Lo mismo había hecho la SIDE con algunos funcionarios de la embajada de Irán.

2.4.6.- Además de la duración ilegal y exorbitante de la investigación, al padre de los Edul se lo indaga sólo y exclusivamente porque la actual ministra de Defensa y entonces presidenta de la Unidad Especial de
Investigaciones del caso AMIA-UEI, del Ministerio de Justicia (presidencia de De la Rúa), Dra. Nilda Garré, envió una nota conminatoria al juez Galeano, diciendo falsa y maliciosamente que la Cámara de Apelaciones había ordenado hacer una pericia caligráfica para averiguar si la letra de una agenda secuestrada a Edul hijo pertenecía a su anciano padre. El Dr. Galeano descubrió la mentira de la Dra. Garré (la Cámara no había ordenado tal pericia), pero “para deslindar
inquietudes” (sic), no sólo ordenó la pericia, sino que citó a indagatoria al viejo Edul. Luego el juez reconoció que todos los dichos de Edul padre coincidían con las constancias del expediente, y que la pericia había determinado que en la agenda no aparecía su letra. A pesar de todo ello, desde entonces la Cámara, los jueces y los fiscales se niegan a sobreseerlo.

2.4.7.- En las últimas semanas se han conocido hechos de extrema gravedad, que prueban los intereses inconfesables que se mueven y el turbio encubrimiento que se lleva a cabo en este caso, para lo cual están usando a los Kanoore Edul como pretexto:

2.4.7.1.- Los fiscales Nisman y Martínez Burgos
viajaron a Washington a rendir cuentas ante la
Asamblea del American Jewish Commitee (Comité Judío Americano, por Anglo-norte-americano), ante el cual “describieron” (textual) las investigaciones que se efectúan en esta causa (que por ley debe ser secreta). Estuvo también presente una delegación oficial de la AMIA, querellante, es decir, parte del juicio.

2.4.7.2.- De acuerdo al diario La Nación, en el
Ministerio de Justicia existe un documento reservado, en el cual consta que ambos fiscales han mentido abiertamente al afirmar que los hermanos del supuesto conductor suicida de la Trafic (Ibrahim Husein Berro)
murió inmolado en el atentado a la AMIA. Según ese documento oficial, Berro murió dos meses después del atentado a la AMIA, en un ataquen israelí al sur del Líbano, y el embajador del Líbano me ha informado personalmente que el ejército de Israel secuestró su cadáver y se niega a entregarlo a sus familiares libaneses.

2.4.7.3.- En su último número, la revista FORWARD, que pertenece a la comunidad judía de Nueva York, informó que “funcionarios de EEUU están presionando al gobierno argentino y a los fiscales para que emitan una acusación formal contra funcionarios y diplomáticos iraníes por el atentado a la AMIA”, y que tales funcionarios y fiscales argentinos “han
prometido tomar medidas al respecto”. El pedido
“también fue hecho al presidente Kirchner”, según FORWARD.

2.4.7.4.- Un despacho de la agencia electrónica
SEPRIN, no desmentido por nadie, informó sobre la difusión, por parte de inescrupulosos “piratas electrónicos”, de mensajes de correo-e de varios políticos, empresarios y periodistas. Entre ellos figuran varios correos-e del señor Daniel Santoro, del
diario CLARÍN, que lo señalan como un agente a sueldo de la SIDE, encargado por ésta de impulsar públicamente la creencia en la pista siria, en la pretenden hacer figurar a Edul hijo como “cabecera de puente en la Argentina” (nada menos que los fiscales, la Sra. De Kirchner, la Dra. Garré, la SIDE, el FBI,
la DAIA, la AMIA, etc., lo han dicho públicamente).

Personalmente envié una carta a Santoro, solicitándole que desmintiera o ratificara esos correos-e que lo inculpan en tan baja acción, pero él no me ha respondido hasta hoy. Santoro ha denunciado a la Justicia el robo de su correspondencia electrónica, pero no ha negado su contenido.

3.- Los verdaderos motivos de la persecución contra los Kanoore Edul

En una voluminosa carpeta enviada a la CIDH obran las 79 constancias (recortes periodísticos y otros documentos públicos y privados) que prueban, sin dejar lugar a dudas, que:

3.1.- Desde el día mismo del atentado a la AMIA, el gobierno de EEUU y el de Israel, la CIA, el FBI y el Mossad afirmaron pública y categóricamente que los autores eran Irán y el Hezbollah libanés. Luego agregaron a Siria, y pronto a Kanoore Edul hijo. La prueba más asombrosa de este punto es que el Dr. Ruckauf, entonces ministro del Interior deL Dr. Menem,
estaba en Washington el 18-7-94, y ha declarado bajo juramento ante el TOF3 que fue llamado por el Departamento de Estado ese mismo día para informarle que “Irán y el Hezbollah cometieron el atentado a la
AMIA”.

3.2.- Los expertos argentinos aseguraron en las primeras horas que la explosión se había producido adentro de la AMIA, y que no se veían rastros de un coche bomba. Eso fue corroborado por decenas de testigos indubitables y por varios libros escritos al
efecto (incluso por periodistas de religión judía, como Levinas y Goldman). Pero, desde que EEUU e Israel insistieron en la tesis del coche bomba y del contutor suicida, todos los funcionarios argentinos (de los tres Poderes de Estado) cambiaron de posición y se plegaron a la tesis anglo-norteamericana-israelí.

3.3.- Entre los argentinos de todos los sectores sociales y políticos reina el miedo, sino el pánico, a contradecir a ambos socios internacionales: EEUU e Israel, y ofrezco sobradas pruebas documentales de ese miedo-terror, y de las razones para que exista.

3.4.- También pruebo que EEUU e Israel tienen muchos motivos políticos y económicos para tratar de inculpar a Irán (y aún a Siria) por el atentado.

3.5.- En otro sub-capítulo demuestro que en el seno del Estado de Israel se libra una guerra sórdida y cruel entre los grupos extremistas y terroristas que no desean reintegrar territorio alguno a los palestinos, y quienes prefieren la paz. Y que para ello, los primeros han llegado a cometer terribles
atentados en las últimas décadas, incluso el asesinato de su propio primer ministro Isaac Rabin en 1995 (un año después de lo de la AMIA). Para ello, transcribo la lista de atentados que da el Dr. Norberto Ceresole
en su libro “Los atentados de Buenos Aires”.

4.-Conclusión

La conclusión que transmito a la CIDH es clara:

4.1.- Existe la posibilidad, sólo como posibilidad, de que haya sido un atentado organizado por la CIA y el Mossad para inculpar a Irán (luego a Siria), su próxima víctima en la guerra del “eje del bien” contra el “eje del mal”.

4.2.- Los Edul han servido sólo como pantalla para insistir maliciosamente en aquella pista
“Irán-Siria-Líbano-Hezbollah”, y por eso, desde la primera dama, hasta el juez y los fiscales, pasando por la SIDE y la CIA, el Mossad y el FBI, atacan a mis defendidos.

4.3.- Mientras tanto, se niegan a abrir otra
investigación, como sería lo lógico, y ahora
indispensable, sobre los muchos indicios que apuntan hacia la CIA, el Mossad y la SIDE.

4.4.- De cualquier manera, contra los Kanoore Edul no hay una sola prueba, ni siquiera un indicio, luego de 12 años de tan exhaustiva y detallada investigación, de modo que la negativa a sobreseerlos, las graves irregularidades señaladas y la prolongación sin término del sumario judicial, vulneran los derechos humanos señalados.