Este trabajo de recuperación histórica de la revista permitirá poner a disposición de los movimientos sociales y políticos, intelectuales, historiadores, investigadores sociales, chilenos y latinoamericanos, el acceso on line a la colección histórica -no existente en Chile-, correspondiente al período 1965-1973.

Los integrantes del Grupo de Amigos de Punto Final en Berlín hablaron para PF sobre los alcances de esta iniciativa, que ha exigido un laborioso trabajo de equipo.

¿Cómo nació la idea?

"Surgió hace unos años y fue madurando. Nos sorprendió percatarnos que a tantos miles de kilómetros de Chile existía, en algunas bibliotecas y archivos de Berlín, una colección bastante completa de PF que abarcaba entre 1965 y 1973. Comprendimos el valor del hallazgo y la responsabilidad político-histórica que nos cabía. Por lo mismo, nos mantuvimos muchos años pensando y soñando con la posibilidad de llevar a cabo su rescate.

Luego de largas discusiones, decidimos asumir el desafío a comienzos de este año. Con alegría nos dimos cuenta que justamente este año la revista cumplía 40 años. Por lo tanto, fue un aliciente pensar que la tarea asumía otra dimensión, estimulándonos a cumplir la meta.

El FDCL -Forschungs-und Dokumentationszentrum Chile-Lateinamerika- (Centro de Investigación y Documentación Chile-América Latina), disponía de la colección casi completa de la revista, y nos ha prestado todo el apoyo logístico que se requería.

En nuestro equipo han trabajado: Marco A. Rodríguez-Wehrmeister, Amerika Manzanares, Juan Rojas, José Jara, Marcos Barra, Paulina Vásquez, Basia Cruz, Katharina Severin".*

¿Qué dificultades han encontrado en las diversas etapas del trabajo?

"La primera etapa, una de las más difíciles, fue convencer a cada integrante del equipo que la tarea era posible. Si pensamos en las 192 ediciones de PF con sus respectivos suplementos, estamos hablando de aproximadamente unas siete mil páginas. Era un proyecto de locos. También estábamos conscientes que no teníamos experiencia previa en un proyecto de esta naturaleza. Eso implicó aprender, calcular, asesorarnos sobre la viabilidad técnica y humana del proyecto, etc.

Comprendimos que se requería disciplina y coordinación. Tuvimos que realizar un catálogo general detallado de la colección, pesquisar dónde se encontraba cada uno de los ejemplares, hacer un manual técnico de digitalización (unificar criterios), crear un sistema de coordinación interna del equipo, organizar el equipamiento (escáners, software, computadores, respaldos físicos, etc.).

El entusiamo fue creciendo a medida que avanzábamos y en la medida que fuimos interiorizándonos del contenido de las revistas. El entusiasmo superó la espectativa inicial, que era simplemente recuperar la revista en un medio que permitiera su lectura. También surgió la idea de una página web que integrara la colección completa, con un sistema de búsqueda temática".

Ustedes han expresado el valor de la recuperación de la colección histórica de "Punto Final". ¿Podrían decirnos qué entienden por eso?

"El equipo de amigos de PF en Berlín está integrado por personas que provienen de diversas experiencias políticas y sociales, generacionalmente distintas. Incluso para algunos ha significado un primer encuentro con la historia política y social de la Izquierda chilena. El desarrollo del proyecto ha implicado un proceso educativo para todos los integrantes del equipo, despertando su inquietud por saber más acerca de la reciente historia social y política de nuestro país y conocer a los actores protagónicos del proyecto de construcción del movimiento popular chileno.

Para nosotros la recuperación histórica de la colección de PF no sólo tiene un valor sentimental de coleccionistas. Estamos convencidos del aporte político-histórico-teórico de la revista en la construcción de la Izquierda. Sin embargo, nuestra mirada retrospectiva ha estado marcada por una lectura crítica sobre los aciertos y desaciertos de los actores de ese período, conscientes que muchos de ellos hoy forman parte de la clase política chilena.

Sin duda esta iniciativa posibilitará a los lectores y actores sociales develar en forma clara una parte importante de nuestra reciente historia política, período que por lo demás se ha querido mantener en silencio por quienes hoy ejercen el poder político y económico en Chile.

Conscientes de los desafíos y tareas que tiene la desorientada y fragmentada Izquierda chilena, creemos que este es un aporte más en el proceso de su reconstrucción. Esperamos que este ejemplo sea imitado por otros medios de comunicación de la Izquierda chilena, en pos de discutir críticamente el proyecto histórico que no ha sido llevado adelante cabal y seriamente.
Queremos, asimismo, rendir un homenaje a los trabajadores de los medios de comunicación comprometidos que han estado permanentemente luchando contra la censura y el silencio impuesto por los medios oficiales".

¿Cuándo y cómo se tendrá acceso al resultado final del trabajo de ustedes?

"En noviembre de este año vamos a partir poniendo el año 1965 completo de PF en la red. En diciembre, el año 1966, y así sucesivamente hasta llegar a 1973. La idea de lanzar paulatinamente la colección en la red deriva de querer invitar a diferentes organizaciones políticas y a intelectuales comprometidos con la alternativa al modelo neoliberal en Chile a escribir un artículo que sería publicado con la edición de cada año. Estamos conscientes que se trata de un objetivo ambicioso, pero no imposible.

En ese contexto, conjuntamente con el FDCL pensamos que para cerrar nuestro trabajo debíamos realizar algo proporcional al esfuerzo desplegado. Así nació la idea de relanzar públicamente la colección de PF en un acto en Berlín el 4 de noviembre, al que asistirá la periodista Lucía Sepúlveda Ruiz, vinculada desde su fundación a la revista. En esa oportunidad se hará entrega oficial del master de la digitalización de la colección de Punto Final.
Aprovechamos esta oportunidad para solicitar a los lectores de Punto Final que, si disponen de tres números que nos ha sido imposible encontrar, nos faciliten originales o fotocopias de ellos. Se trata de los números 3, 20 y 112. Cualquier información que nos permita dar con el paradero de esos números, hacerla llegar a la siguiente dirección: fdcl-berlin@t-online.de"